Estados Unidos

En coincidencia con el inconsciente colectivo de millones de personas, el escritor norteamericano Norman Mailer afirmó en su momento que George Bush era el presidente más estúpido que los Estados Unidos de América habían tenido, sirviéndose, además, de la estupidez como única estrategia para gozar del favor de los estadounidenses. El presidente Bush llegó al poder el 20 de enero del 2001 siendo reelegido para culminar su mandato el 20 de enero del 2009, demostrando, de este modo, que la estupidez humana siempre es recompensada.

La historia contemporánea si algo enseña son dos lecciones: una, que la estupidez humana no conoce límites y la otra, que para silenciar a millones de personas lo único que hace falta es un individuo mentalmente enfermo, una ideología y trescientos matones con los que arrogarse un poder absoluto. El actual presidente de los Estados Unidos de América cumple sobradamente con estas dos premisas.

El hecho de que la mayoría de la sociedad elija democráticamente a determinados gobernantes no implica que estos sean un dechado de inteligencia, honradez, decencia o sabiduría. Los gobernantes, por lo general, no suelen ser más que el espejo en el que se reflejan los ciudadanos que les han colocado en lo más alto de la pirámide gubernamental. En toda elección democrática tampoco conviene menospreciar la comprobada circunstancia de que la estupidez es adictiva, dado que es una postura vital cómoda, primaria y de fácil digestión, ya que no requiere ni de actividad cerebral ni de la búsqueda del conocimiento. También es contagiosa. Tal vez porque no necesita de más esfuerzo que desentenderse de uno mismo para formar parte de una inmensa masa humana manipulable, sentimental, ignorante y fuertemente adoctrinada para desafiar cualquier inteligencia que la cuestione.

La escribió Bob Dylan hace ya muchos años. También la cantó. En estos vergonzosos días de genocidios consentidos por gobernantes desvergonzados también la está cantando en su gira europea Bruce Springsteen como protesta a una administración estadounidense corrupta, incompetente, estúpida y traidora.: “En mitad de la noche escuchamos a las campanas de la libertad tañendo; tañendo por los machacados, tañendo por los desafortunados, los abandonados y los desamparados, tañendo por los proscritos que arden continuamente en las hogueras y tañendo por cada persona traumatizada en todo lo ancho del universo, si, contemplamos de noche a las campanas de la libertad centelleando”. Las campanas de la libertad. Lo mejor de la Norteamérica que ahora está siendo sepultada a paladas de estupidez y matonismo.