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La industria vasca necesita 'enchufe': Euskadi negocia ampliar la capacidad eléctrica para sostener la productividad

Interior de la planta de Mercedes-Benz en Vitoria.

Belén Ferreras

Bilbao —

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La industria vasca está inmersa en un proceso de descarbonización que llevará a usar cada vez menos fuentes de energía contaminantes para llevar a cabo los procesos industriales y sustituirlos por electricidad, producida por fuentes renovables. Pero para eso hace falta una capacidad de distribución eléctrica que Euskadi hoy por hoy no tiene. El Gobierno vasco negocia con el central que la nueva planificación de redes eléctricas hasta 2030, y que puede aprobarse en el entorno del verano, incluya un aumento de la capacidad para Euskadi para que ningún proyecto industrial se quede sin 'enchufe'.

De momento, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha lanzado los concursos para adjudicar el acceso a demanda a la red eléctrica en dos nudos en Euskadi, uno en Arrigorriaga con una capacidad disponible de 993 Mw, por el que pujan cinco proyectos, y otro en Vitoria, de 387 Mw, para el que pujan dos empresas, una de ellas Mercedes-Benz, que precisa más capacidad eléctrica para llevar a cabo su proyecto de fabricación de la nueva furgoneta eléctrica que se llevará a cabo en la planta alavesa y que presentó a bombo y platillo el pasado 23 de abril en Shangái.

La necesidad de sacar los nudos a concurso se debe a que el volumen de solicitudes es mucho mayor que la capacidad de la red, lo que da idea de la necesidad de la industria vasca de que se amplíe la capacidad cuanto antes. Hay que tener en cuenta, además, que los tiempos apremian a las empresas, ya que muchos de los proyectos pendientes han sido aprobados con financiación de los fondos europeos, y tienen que ponerse en marcha dentro de unos plazos fijados o, de lo contrario, las empresas deberán devolver los fondos. Y se trata de proyectos de gran consumo de electricidad.

Estos dos concursos forman parte de la planificación ya acordada hasta ahora, dentro de la etapa 2021-2025, al igual que el inicio de las obras de la subestación de Luminabaso en Amorebieta- Etxano, que finalizarán en 2026 y que permitirá alimentar los futuros corredores ferroviarios de la 'Y vasca' y “posibles proyectos intensivos en energía eléctrica”, según señalan desde Red Eléctrica. Pero el Gobierno vasco quiere que haya una continuidad en estas ampliaciones de capacidad eléctrica de clara a la próxima planificación, porque de no ser así no se podrá cubrir la demanda de una industria vasca que tiende a la electrificación.

Hace poco más de un mes el lehendakari Imanol Pradales advertía en la inauguración de la empresa Steelphalt en Murga (Álava)  de la necesidad de imponer un mayor ritmo a la descarbonización de las empresas. “Y aquí hay un factor que es crucial: el acceso a la energía, el suministro eléctrico”, avisaba el lehendakari. Por eso, instaba al Gobierno central a implicarse para aumentar la capacidad de la red eléctrica, “desbloqueando las capacidades latentes, es decir, activando los megavatios ya disponibles, e invirtiendo decididamente en las redes de transporte y distribución para aumentar su potencia”. “No puede ser que la saturación de la red eléctrica en Euskadi cortocircuite proyectos de inversión y crecimiento del empleo industrial y proyectos de descarbonización industrial en nuestro país”.

Y recordaba, además, que ese aumento de la capacidad se necesita “para descarbonizar y electrificar nuestra industria y para afrontar con garantías todos los proyectos industriales, digitales y tecnológicos que tenemos hoy en cartera, que son varios y van a tener un impacto en términos de empleo y crecimiento en este país muy relevante” señalaba el lehendakari, que no era la primera vez que hacía suya una reivindicación constante de la industria vasca, que lleva tiempo quejándose de que se le exija electrificar sus procesos sin que haya capacidad suficiente en la red para cubrir las necesidades.

El PNV está utilizando la influencia de sus votos en el Congreso de los Diputados para presionar al Gobierno de Sánchez y que el reparto favorezca a la industria vasca. De hecho este fue uno de los temas que el nuevo presidente del PNV, Aitor Esteban, llevó a la reunión con el presidente Pedro Sánchez el pasado día 22. Es un tema que el propio Esteban, al igual que sus compañeros de grupo, ha defendido múltiples veces desde la tribuna como portavoz en el Congreso.

Es mucho lo que se juega Euskadi en esta partida. A las necesidades habituales de la industria vasca electrointensiva -alta consumidora de energía eléctrica- entre las que se encuentran las siderurgias, las papeleras o las cementeras, se añaden ahora las de la industria en general, implicada ya en procesos de descarbonización y, por lo tanto, utilizando cada vez más electricidad en sus procesos. Proyectos previstos en algunas empresas dependen de contar con ese enchufe de red. Por ejemplo, la inversión millonaria -1.000 millones de euros- en Mercedes-Benz de Vitoria para la fabricación de la nueva furgoneta eléctrica que se ha presentado este pasado miércoles 23 en Shanghái precisa de este enchufe eléctrico para poder desarrollarse. Otros de los proyectos estrella de la industria vasca, el fabricante de baterías para coches eléctricos, que todavía funciona fabricando prototipos, requerirá cuando esté a pleno rendimiento más electricidad que toda la ciudad de Vitoria. A esto hay que añadir los centros de datos, los coches eléctricos, las electrolineras... Euskadi camina hacia una era cada vez más electrificada, pero hace falta contar con el 'enchufe'.

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