El Parlamento Vasco abre la puerta de la comisión de Salud a una plataforma negacionista de la COVID-19 y antivacunas

El Parlamento Vasco ha retomado este lunes su actividad ordinaria después de un largo parón por el encadenamiento de las vacaciones de Semana Santa, Pascua, San Prudencio -festivo en Vitoria- y el Primero de Mayo. Los plenos regresarán este jueves. En una comisión, a las 9.30 horas, ha comparecido el consejero de Hacienda, Noël d'Anjou. En otra, exactamente desde las 10.19 horas, ha intervenido una asociación negacionista de la COVID-19 y antivacunas, Bizitza. En total, durante algo más de una hora, han tomado la palabra tres de sus miembros y otros cuatro representantes les han acompañado.
El 17 de octubre, hace más de medio año, Bizitza registró un escrito breve, sin membrete ni firma. En él, con algunas faltas de ortografía, demandaban “acudir a la comisión de Salud” del Parlamento para “tratar” sobre la “gestión” de la pandemia en Euskadi y para abrir “un debate científico-sanitario”. En su canal de Telegram, plagado de contenido negacionista desde hace años -y no solamente en lo tocante a la COVID-19-, la organización informó a mediados de abril de que, por correo electrónico, la presidenta de la comisión, Elena Lete, del PNV, les comunicaba que estaba aceptada la comparecencia tras un acuerdo con la mesa del grupo de trabajo, en la que también están EH Bildu y PSE-EE. Difundieron por ese medio el mensaje institucional recibido.

Fuentes del PNV explican que la sesión viene motivada porque “presentaron una solicitud para comparecer” y que, aunque no está “avalada por ningún grupo”, Bizitza “es una asociación legal”. “El Parlamento atiende y acoge habitualmente a todo tipo de asociaciones”, agregan estas fuentes. Fuentes de EH Bildu y del PSE-EE explican que la decisión fue exclusiva de la presidenta y, tras ello, informó al resto de la mesa.
El “licenciado en medicina” Silvano Baztán ha arrancado la comparecencia. De saque, ha pretendido hacer esta sesión una revelación de una “realidad sistemáticamente callada por las autoridades y los medios de comunicación”, cuando la Cámara lleva cinco años acogiendo debates y comparecencias sobre la gestión sanitaria del coronavirus. Después, el exprofesor Ángel Bidaurrazaga, hermano de un alto cargo de Osakidetza, ha lanzado una tras otra las consignas de su plataforma.
Uno: “Todas las medidas [para contener la COVID-19] se han adoptado sin aval ni criterio científico y médico”. Dos: “Esto no lo van a oír ni escuchar en ningún medio de comunicación habitual”. Tres: “En toda la historia de la medicina jamás se había confinado a toda la población y se hizo sin ningún criterio”. Cuatro: “No hay ningún trabajo de calidad que avale las mascarillas para cortar la transmisión del SARS-CoV-2”. Cinco: hablar de “asintomáticos” fue una “auténtica barbaridad”. Seis: “Los datos mortalidad son absolutamente exagerados” porque se han sumado fallecidos que lo hicieron por otras causas. Siete: las PCR no hicieron más que reflejar “falsos positivos”.
Y, ocho, su tema predilecto, las vacunas, a las que degradan llamándolas “medicamentos” que se “inoculan”. “No se ha demostrado que hayan salvado una sola vida”, han afirmado. También aventuran que causan ictus e “incluso muertes”. Y supuestamente es una “grandísima barbaridad” dar el medicamento “experimental” a menores “sanos” o a mujeres embarazadas. “Tienen la posibilidad de parar esta barbaridad, de parar inmediatamente la vacunación”, le ha llegado a pedir Bidaurrazaga a los políticos. Su compañero Juan José Martínez, en euskera, ha presentado lo ocurrido desde 2020 como un “nuevo fascismo”. Han atacado una y otra vez a las autoridades sanitarias y a los medios de comunicación desde la tribuna que han dispuesto durante veinte minutos, más luego turnos de réplica.
Justo al terminar la exposición de Bizitza, Vox ha “agradecido” la intervención de Bizitza. “Hay veces que hay que oír todas las opiniones, la libertad está en eso. No puedo estar en contra de una auditoría externa de todo lo que ha acontecido”, ha dicho la única parlamentaria de esta formación, Amaia Martínez Grisaleña. Ha agregado que “cuando uno se sale de lo políticamente correcto se le tilda de negacionista de todo”. “¿Por qué este Gobierno nos ha obligado a vacunarnos [...] si no había ninguna valoración que justificase esta inoculación tan enorme?”, ha acabado preguntando Martínez Grisaleña. El PP, por boca de Laura Garrido, ha optado por pedir a Bizitza más información sobre las restricciones en hostelería y residencias de mayores y datos sobre la atención primaria como si fueran una plataforma representativa.
El primero en ser crítico después de la exposición ha sido Ekain Rico, del PSE-EE. El representante socialista ha manifestado que había valorado si “actuar con cortesía” y dejar pasar lo ocurrido, pero ha dicho que ha optado por la “contundencia” para criticar “mensajes muy peligrosos”, según sus palabras. “No es bueno ceder veinte minutos a teorías conspirativas que lo único que hacen es extender bulos peligrosos”, ha señalado Rico, que ha llamado a los representantes de Bizitza “personas que atentan y agreden a la salud de los ciudadanos” al invitar a la no vacunación.
Rico ha puesto en valor el trabajo del Parlamento y de Osakidetza desde 2020. “Aprendimos muchas cosas. Yo fundamentalmente una: confiar en el consenso científico. Lo que se ha oído hoy aquí va en contra de ello. Se representan a sí mismos, nada más. Son una plataforma que me parece peligrosa. Hacen mención a bulos contestados en numerosas publicaciones”, ha añadido. También ha puesto en valor expresamente la eficacia de la vacunación. Para lo único que ha servido la sesión es para despejar la tesis de que Bizitza es “censurada”, ha zanjado Rico. Después, Rebeka Ubera, de EH Bildu, ha optado por no intervenir.
Ander Añibarro, del PNV, sí lo ha hecho. Su tono ha sido similar al de Rico. “No os voy a engañar. No compartimos ni su visión ni su punto de vista. La situación mundial no ha sido nada fácil, pero ha sorprendido mucho su comparecencia. Han hablado de oscurantismo. Me van a permitir que les achaque a ustedes lo mismo”, ha señalado. El portavoz nacionalista ha considerado “bastante irrespetuoso” el tono de la intervención: “¿Los únicos que están en posesión de la verdad son ustedes? Nos han acusado de ser unos genocidas y no lo comparto. Son palabras deleznables”. Añibarro, alcalde de Llodio en 2020, ha señalado que Bizitza enviaba mensajes “amenazantes” a las instituciones locales cuando se inició la pandemia. Finalmente, ha apelado a preservar el “consenso científico”.
En la réplica, Bizitza ha optado por cambiar de papeles y, en vez de responder a preguntas, ha atacado a los parlamentarios de PNV y PSE-EE. Al socialista Rico, por ejemplo, le han llegado a decir que “no está representando al pueblo vasco para nada” y le han acusado de estar perjudicando la salud de la ciudadanía y ha tenido que pedir amparo a la presidenta de la comisión. Bidaurrazaga, redondeando la sesión, ha querido cerrarla asegurando que él vacunó a sus hijas, pero que no lo haría con su nieto recién nacido después de haber leído más porque las vacunas “son más contraproducentes que positivas”, ya que tienen “metales pesados neurotóxicos” y porque generan “autismo” y “alergias”. “Vacunar a los niños es una atrocidad”, ha clamado mientras se quejaba a cada paso de censura. La sesión la ha cerrado la representante de Vox aplaudiendo el coraje de Bizitza y exponiendo que tienen muchas cosas en común.
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