Hacia el fin de la precariedad en la UPV/EHU y más seguridad: los primeros cien días del rector Bengoetxea

Una de las principales preocupaciones al llegar al cargo -y una de las luchas durante la campaña electoral- para el actual rector de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Joxerramon Bengoetxea, es el hecho de la precariedad de los profesores e investigadores que se han unido en un colectivo para denunciar sueldos de 800 euros al mes. Desde el anterior equipo rectoral liderado por Eva Ferreira argumentaban que eso ocurre porque la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) impide contratar personal sustituto para hacer sustituciones de personas a jornada completa. 100 días después de su llegada al cargo de rector, Bengoetxea ha presentado, entre otras nuevas medidas implantadas, un camino para negociar el fin de esa precariedad.
“Una de las banderas de nuestra campaña electoral era la contratación a tiempo completo del profesorado en sustitución. Estábamos convencidos de que tenía que ser posible la sustitución a tiempo completo, porque la sustitución a tiempo parcial genera una precariedad que nos preocupa enormemente y hemos dado los primeros pasos para asegurar la posibilidad a partir del curso que viene de contratar profesorado sustituto a tiempo completo. Esto está siendo consensuado y negociado en la mesa de negociación con la parte sindical y esperamos presentar también al Consejo de Gobierno una propuesta que sea aceptada para esta demanda y este compromiso que habíamos adquirido durante la campaña”, ha informado el rector durante una presentación que ha realizado junto a la vicerrectora del campus de Bizkaia y Comunicación, Estitxu Garai.
Según ha indicado, “el profesorado en sustitución no es la figura ideal, porque lo ideal sería tener una plantilla estable, pero siempre van a ser necesarias las sustituciones dentro de esta plantilla estable”, asimismo, desde la Universidad informan de que cambiarán la interpretación de la figura del sustituto que establece la LOSU. Para ello, es necesario realizar una adaptación del Convenio Colectivo y, en ese sentido, Bengoetxea ha confirmado que la propuesta “ha sido bien acogida” una vez llevada la mesa de negociación. De esta manera, se ha realizado una nueva interpretación de la figura de profesor sustituto (art. 80.1) recogida en la LOSU y, siempre ajustada a la ley, se ha realizado un desarrollo completo de la figura de los sustitutos especificando sus funciones y remuneraciones.
“Según detalla la LOSU, la principal función del sustituto es la tarea docente. Sin embargo, a través de la concreción e incorporación de tareas de gestión e investigación relacionadas con la docencia, se ha conseguido trabajar la figura del sustituto o sustituta con jornada completa de dedicación para que perciba las retribuciones íntegras de su dedicación. Junto a ello, la propuesta a la mesa negociadora permite que las dos sustituciones con dedicación parcial se realicen mediante una sustitución total. Asimismo, el acuerdo propuesto incluye la vía abierta previamente, es decir, que las sustituciones de larga duración puedan cubrirse mediante plazas de profesor/a ayudante doctor/a”, informan desde la UPV/EHU, quienes confirman que se ha redactado el documento final, con las aportaciones de los sindicatos, y se ratificará en el Consejo de Gobierno de mayo, para que de cara al próximo curso se pueda poner en marcha el contenido del acuerdo.
“Nosotros apostamos por tener una plantilla estable. La nueva figura de profesor ayudante doctor es muy importante y un paso adelante que ha facilitado mucho la estabilización. Nosotros consideramos que a nivel de departamentos es importante asegurar una plantilla que sea capaz de hacer frente a las necesidades que puedan surgir de bajas o de situaciones imprevistas. Por lo tanto, tener una suficiente plantilla que haga innecesaria la sustitución, pero siempre va a haber situaciones que hagan necesaria una sustitución por imprevistos o por situaciones que no han sido posibles planificar de antemano. En ese caso, la figura del profesorado en sustitución es la lógica y la idónea. Estamos hablando de una lógica de 20 personas cuando antes eran decenas”, ha recalcado Bengoetxea.
Otro de los puntos complicados a abordar era el hecho de las infraestructuras en mal estado que, según ha explicado el rector podrían poner en “peligro la seguridad” del personal y alumnado. “Hemos hecho los exámenes necesarios y consideramos que es algo muy importante porque si las infraestructuras no están en un estado adecuado pueden ocurrir accidentes y tenemos que evitarlo”. En este sentido, la vicerrectora ha aclarado que a pesar de que la universidad cuenta con un plan especial de mantenimiento de infraestructuras en muy mal estado, conocido como PPEMI 2023-2026, que se enmarca en los Contratos Programa y en él se recogen una serie de trabajos a realizar durante este periodo en la universidad, una vez han conocido los problemas en las infraestructuras se han dado cuenta de que “el coste de los trabajos es mucho mayor”. “Hay obras que no pueden esperar por temas de seguridad y tienen que realizarse de urgencia. Sin embargo, los importes recogidos en el plan no se corresponden con el coste de estos trabajos una vez pasado a la fase de proyecto, que es muy superior”, ha alertado Garai.
Los trabajos que están siendo realizados se recogen en un informe que se ha presentado al Departamento de Ciencia, Universidades e Innovación, incluyendo el sobrecoste. En este sentido, desde la Universidad pública confirman que “el Gobierno vasco se compromete a incluir en la liquidación de fin de año los gastos adicionales ocasionados por estas obras de urgente necesidad en 2025”. “Con el fin de planificar y consensuar las obras para los próximos dos años, se ha elaborado un informe adicional con el grado de desarrollo de todo el PPEMI y los trabajos pendientes. Además, se está elaborando el catálogo de todas las necesidades de infraestructura de los tres campus. Por un lado, para identificar aquellos trabajos que puedan ser de primera necesidad y, por otro, para iniciar la elaboración del futuro nuevo Plan PPEMI 2027-2030”, recogen desde la UPV/EHU.
Entre las novedades propuestas por el equipo de Bengoetxea también están nuevas “medidas de conciliación” vigentes desde el pasado 2 de abril. Estas nuevas medidas son que, al entrar o salir del trabajo, las personas empleadas disponen de una flexibilidad de dos horas en los casos en los que les corresponde el cuidado de un familiar con problemas de movilidad o enfermedad. Además, quienes tengan hijos o hijas menores de 14 años pueden coger 30 minutos más a la hora de entrar, o adelantar media hora la salida. Por otro lado, ya no es necesario fichar las entradas y salidas que se realicen en la pausa de la comida, en cuyo caso se restarán 30 minutos en los días en que esté prevista la jornada partida como pausa de comida. Los trabajadores contarán con la posibilidad de cambiar la modalidad de jornada en cualquier momento del año, sin tener que esperar a un plazo fijado por la administración. “La conciliación de las y los trabajadores y la eficiencia y calidad del empleo público, ambas se verán favorecidas por la flexibilización horaria”, sentencian desde la Universidad pública.
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