Urkullu lanza su 'lobby' europeísta eAtlantic con las grandes empresas vascas pero sin buscar “protagonismo político”

El “tiempo” como lehendakari de Iñigo Urkullu (Alonsotegi, 1961) terminó en junio del pasado año pero “en julio” ya estaba en conversaciones con BBVA, Kutxabank, Iberdrola o Petronor -la marca vasca del grupo Repsol- para lanzar un 'lobby' europeísta y atlantista, la fundación eAtlantic. Urkullu ha presentado en Bilbao este viernes, coincidiendo con el Día de Europa, esta nueva entidad que le devuelve a la primera línea y que da continuidad a una de sus obsesiones en el tramo final de su mandato, la constitución de una macrorregión atlántica en el seno de la Unión Europea. “Pero no busco tener protagonismo político”, ha puntualizado a preguntas de los periodistas. Eso sí, le gustaría ser “complementario” a su sucesor, Imanol Pradales, que ha heredado esta labor de posicionamiento de Euskadi en Europa.
Urkullu ha convocado a los medios de comunicación en un edificio de la UPV/EHU junto al rascacielos de Iberdrola en Bilbao, su sede central. Era su primera rueda de prensa después de casi un año fuera de Ajuria Enea, aunque ha tenido algunas intervenciones públicas en estos meses. Con traje y corbata y con una insignia similar a la que usó entre 2012 y 2024, cuando lideró el Gobierno vasco, ha comparecido solo, aunque a su lado había cuatro sillas vacías, tantas como principales empresas detrás de su proyecto, si bien el total de miembros del patronato de la fundación asciende a 27. En efecto, instantes antes esas sillas las habían ocupado el presidente de Kutxabank, Antón Arriola, el consejero delegado del BBVA, Peio Belausteguigoitia, el directivo de Iberdrola Asís Canales y el presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra. Previo a la rueda de prensa, se ha celebrado la reunión constitutiva de eAtlantic.
En la mesa había un gran panel de color verdoso con el nombre de la entidad, que ya tiene logo y un lema (“garapena saretzen”, en euskera). Debajo figuraban los emblemas de BBVA, Iberdrola, Kutxabank y Petronor, a los que ha agradecido expresamente haberse embarcado en el proyecto. Ha leído una intervención que traía escrita, intercalando euskera y castellano. Después, ha respondido a preguntas. No ha tocado el vaso de agua que le habían preparado.
eAtlantic ya está constituida y autorizada por el Gobierno vasco, que publicó sus parabienes en el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV). Pero Urkullu no tiene aún el dictamen de compatibilidad que ha de emitir también el Ejecutivo. Por ley, todos los altos cargos tienen la obligación de informar para que se revisen posibles conflictos de intereses cuando saltan a la actividad privada en los dos años siguientes a su cese. Por eso, él es “presidente” de la fundación y no “presidente ejecutivo”. Es decir, aún no tiene una remuneración ni un contrato laboral más allá de ser el representante público de su 'lobby'.
El lehendakari -como él mismo ha recordado, por protocolo nunca se pierde el título- ha dicho ser “absolutamente riguroso” con la tramitación de esta compatibilidad aunque no haya llegado a tiempo para el Día de Europa, la jornada en la que sí o sí se quería presentar la fundación por su simbolismo. “No me preocupa”, ha dicho sobre estas circunstancias temporales especiales. Y ha añadido que habiendo liderado el Gobierno es el “primer interesado” en “hacer las cosas como hay que hacerlas”. Su responsable de política exterior de 2012 a 2024, Marian Elorza, también será su mano derecha en la fundación. Ella tampoco tiene aún el dictamen de compatibilidad. En la comparecencia le ha acompañado también Juanjo Álvarez, asesor muy cercano en su etapa política y que ahora también estará en la fundación. El periodista Juan Mari Gastaca es otro de sus integrantes.
Urkullu ha indicado que ha explicado su proyecto a Pradales, de donde saca la idea de que serán “complementarios”. El nuevo inquilino de la Presidencia vasca mantiene en buena medida las tesis atlantistas de Urkullu. También ha parecido tocar la puerta de líderes de otras comunidades. Aunque su gran aliado, el cántabro Miguel Ángel Revilla, tampoco ocupa ya la presidencia de su comunidad, ha dado a entender que sigue en contacto con Galicia, Asturias, Cantabria, Navarra e incluso regiones de Portugal, Francia, Irlanda o Reino Unido (Gales). El PNV, su partido, conoce también sus pasos. Se ha reunido tanto antes con Andoni Ortuzar como ahora con Aitor Esteban, ha explicado. Igualmente, ha enumerado 'think tanks' europeos con los que aspira a colaborar y “buscar sinergias”.
¿Por qué eAtlantic? El lehendakari se siente en el “deber” de impulsar “desde la sociedad civil” una labor de “pedagogización” sobre la importancia de Europa en un contexto de incertidumbre. Singularmente, interpreta que la fachada atlántica está en la “periferia” del club comunitario y que necesita tener protagonismo en asuntos tan variados como la conexión ferroviaria en alta velocidad o la toma de decisiones. ¿Qué hicieron otros lehendakaris? Carlos Garaikoetxea y Patxi López siguieron en política. José Antonio Ardanza pasó a presidir Euskaltel. Juan José Ibarretxe montó una entidad similar a la de Urkullu, el Agirre Lehendakari Center, aunque quizás con un tono más académico.
Urkullu no ha querido polemizar sobre su salida de Ajuria Enea. En noviembre de 2023 trascendió que el PNV no contaba ya con él, aunque él nunca había manifestado que no quisiera seguir y aspirar a ser el más longevo en el cargo, superando a Ardanza. Ahora, en 2025, parte de la constatación de que su tiempo acabó. Y ha recordado que podría haber disputado a Pradales la candidatura del PNV en el proceso interno del partido -como hizo Esteban con Ortuzar- y lo rechazó. “Naturalidad, normalidad y disposición a colaborar” con Pradales, ha dicho su antecesor, de 63 años.
Para Urkullu es un “honor” y a la vez una “ilusión” ser ahora presidente de eAtlantic. Su “experiencia” y el bagaje relacional de sus socios pueden ser útiles en su labor de 'lobby', una palabra que no ha utilizado en ningún momento. Pero no descarta seguir buscando a las “mejores mentes”. Su nuevo reto es “mejorar la comprensión de la UE por parte de la ciudadanía”. “No se puede amar lo que no se conoce. Ni defender lo que no se ama”, ha sentenciado.
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