De 68 a 143: se duplica el número de presos de ETA en las cárceles vascas desde el inicio de la gestión autonómica

Las cárceles vascas acogen ahora al doble de presos de ETA que cuando el Gobierno autonómico asumió la gestión de los centros de Zaballa en Álava —el más grande y donde hay más condenados por terrorismo—, de Basauri en Bizkaia y de Martutene en Gipuzkoa. Son 143 a 1 de mayo de 2025, según datos oficiales, frente a 68 que eran a 1 de octubre de 2021. Asimismo, en ese período de tres años y siete meses, 40 terroristas han sido excarcelados “por motivo de libertad definitiva”.
Las estadísticas figuran en un informe enviado al Parlamento Vasco por la consejera de Justicia y Derechos Humanos, la socialista María Jesús San José, en respuesta a una petición de información del representante del PP Santiago López Céspedes. Desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno en 2018, se puso fin a la dispersión y al alejamiento y, salvo los presos destinados a Pamplona, el resto está ya en centros que ahora gestiona el Ejecutivo vasco.
Etxerat rebaja a 106 (a 9 de abril) la lista, pero este colectivo solamente enumera los presos bajo la disciplina del EPPK, la estructura oficial de reclusos de la extinta ETA. Ni los que en su momento rompieron con ella —por ejemplo, con la 'vía Nanclares' de acercamiento a las víctimas— ni los que se mantienen un posiciones más críticas u ortodoxas sobre el pasado aparecen en ese dato. Etxerat añade cinco presos más en Pamplona —que sigue dependiendo del Ministerio del Interior— y cuatro en el penal de Lannemezan, en Francia.
Según los datos facilitados, los presos condenados por terrorismo representaban el 4,21% de la población reclusa total en el momento de la transferencia y ahora son el 7,36%. En el dato se incluyen también los que se hallan en libertad condicional, por ejemplo. El informe muestra también lo que ya apuntaban otros, que el número global de internos ha crecido de un modo muy importante en Euskadi desde 2021. En concreto, en un 20,4%.
La consejera informa de que, en general, los presos vascos han obtenido 1.676 resoluciones de acceso a tercer grado en estos años. La mayoría, 1.071, son con base en el 86.4 y con un dispositivo telemático de control. El informe recalca también que no existe “ningún tipo de diferenciación”, ni positiva ni negativa, para los condenados por pertenencia a ETA porque toda la población en “régimen ordinario”, es decir, interna, tiene acceso a las mismas posibilidades laborales o de reinserción sin que afecte para ello “la tipología delictiva” que los mantiene entre rejas.
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