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Renfe lanzará el 30 de mayo las Cercanías de Vitoria, que llegarán a Miranda de Ebro y Alsasua y costarán 4 millones

Estación de Vitoria

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
16 de mayo de 2025 12:00 h

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La nueva línea de Cercanías de Vitoria y de Álava, operada por Renfe pero gestionada por el Gobierno vasco, se inaugurará el 30 de mayo y, como estaba anunciado, llegará en un extremo a Miranda de Ebro, en Castilla y León, y en el otro a Alsasua, en Navarra. Habrá 137 servicios en total por semana y no llevarán la imagen corporativa de Cercanías. El actual servicio Regional y de Media Distancia de Renfe ya tenía 71 circulaciones en ese corredor y habrá 41 rutas que se prolonguen y 25 servicios totalmente nuevos, según han informado a dos semanas de la puesta en marcha la consejera vasca de Movilidad, Susana García Chueca, y el director general de Renfe Viajeros, Rafael Cortés. Esos mismos trenes serán los que se utilicen ahora.

Desde el pasado 1 de enero, la gestión del servicio de Cercanías de Renfe fue transferido al Gobierno vasco, aunque se mantiene el contrato con el operador estatal. La herencia fueron cuatro líneas (tres de ancho ibérico y una de vía estrecha de la extinta Feve) en el área metropolitana de Bilbao y una en Donostia. Se complementan con la red de vía estrecha de Euskotren, ya transferida hace décadas, toda ella centrada en Bizkaia y en Gipuzkoa. Salvo las paradas del norte de Álava de las líneas de Bilbao -que llegan a Orduña, vizcaína pero dentro de Álava- esta provincia no ha tenido un tren de proximidad desde que hace más de medio siglo se desmantelara el 'vasco-navarro', que se iniciaba en Gipuzkoa y acababa en la zona de Estella. “Corría el año 1967”, ha recordado la propia García Chueca, como guiño histórico a una infraestructura todavía muy recordada.

Esta nueva línea, que comportará una inversión de 4 millones de euros, fue el gran cambio propuesto por el Gobierno vasco tras asumir la transferencia junto con mejoras en la zona vizcaína de las Encartaciones. Se fijó la primavera como momento para su entrada en funcionamiento y finalmente la fecha elegida -dentro del plazo genérico, muy vigilado por la oposición- es el 30 de mayo. La ruta empleará la infraestructura de Adif preexistente y, mediante acuerdos con las comunidades autónomas de Castilla y León y Navarra, tendrá inicio y final -“cabeceras”- en poblaciones más grandes, como Miranda de Ebro (36.000 habitantes) y Alsasua (7.500, con paradas alternativas en sus dos estaciones), y con “fuertes lazos” con Vitoria. Y es que, salvo el caso de la capital (250.000 habitantes), habrá paradas en localidades pequeñas como Manzanos (Ribera Baja, 1.400 habitantes), La Puebla de Arganzón (en el enclave burgalés de Treviño, 600 vecinos), Nanclares de la Oca (2.600), Alegría-Dulantzi (3.100), Salvatierra-Agurain (5.100) y Araia (en Asparrena, 1.200).

De hecho, algunas de esas estaciones en pueblos pequeños estaban ahora “fuera de servicio” y “serán habilitadas convenientemente” con máquinas expendedoras bilingües (sistema Ares) y otro servicios mínimos. Pero, por ejemplo, no habrá tornos para los billetes y se invita a la ciudadanía a que sea responsable al adquirir sus pases antes de viajar. En cuanto a las tarifas, se estima que habrá una rebaja del 30% respecto de los precios estándar de Media Distancia o servicio Regional de Renfe. Por el momento, no se podrá usar la tarjeta Bat de transporte pero se trabaja “denodadamente” para ello y para la interoperabilidad con Mugi y Barik, las de Gipuzkoa y Bizkaia. Se podrá acceder a los bonos gratuitos de otros nodos de Cercanías previo pago de una fianza.

Renfe usará trenes no de Cercanías sino de tres tipos diferentes en este corredor, los mismo que ahora. Se admite que es un servicio 'sui generis' -“no será lo mismo que en Bilbao; es otro modelo”- y que lo importante es su puesta en marcha antes de plantear cambios. No se descartan estaciones adicionales en Vitoria, por ejemplo, pero se ha recordado que la infraestructura es de un tercero, Adif, y que es la misma para otras operativas de mercancías o Larga Distancia, de modo que la “complejidad” técnica de las circulaciones es importante. No se ha concretado la necesidad de personal adicional, pero Renfe ha garantizado que pondrá los medios necesarios. El objetivo es ofrecer una alternativa atractiva al coche reforzando en un 48% el servicio estándar actual y bajando precios. El Gobierno vasco se ha reunido con los alcaldes de las zonas afectadas y con el diputado alavés de Transportes, Jon Nogales, para que remen en la misma dirección.

García Chueca ha aprovechado la presentación para hacer balance de los primeros cuatro meses y medios de las Cercanías vascas. Al lado del director general de Renfe, que ya las operaba antes, ha asegurado que se aprecian “mejoras” desde el mismo 1 de enero y que “el nivel de quejas ha bajado de forma importante”. “Todo no se puede hacer de la noche a la mañana pero creo que la percepción ciudadana va bien y a partir del 30 de mayo seguirá mejorando [con la nueva línea de Vitoria]”, ha apuntado en respuesta a preguntas de los periodistas. La consejera ha explicado que se trabaja ya en cambiar la imagen corporativa -en Catalunya Renfe emplea la marca Rodalies- pero “lo primero” es asumir lo urgente de la transferencia, a su juicio.

Euskadi se ha subrogado el contrato de explotación con Renfe que tenía el Estado y no finaliza hasta 2027. García Chueca, eso sí, no parece contemplar un cambio de operador ferroviario, aunque dispone de uno propio bajo su cargo, Euskotren. De hecho, ha apuntado que hay posibilidad de prorrogar el actual acuerdo hasta 2032 y ha confiado en que, después, cuando se saque a concurso, se vuelva a presentar Renfe.

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