Vitoria recibirá un canon de capitalidad de 12,5 millones anuales en los próximos cuatro años

Pocas veces ha sido tan efectivo un acuerdo no vinculante del Parlamento Vasco. A mediodía, PNV, PSE-EE y PP han cerrado un texto para instar a que “a la mayor brevedad” se cerrarse una actualización del canon que percibe Vitoria como capital de la comunidad autónoma de Euskadi. Y, a las 17.00 horas, el lehendakari, Imanol Pradales, y la alcaldesa, Maider Etxebarria, han comparecido de la mano en la Presidencia vasca para explicar que la ciudad percibirá hasta 2028 12,5 millones de euros anuales frente a los 10 actuales y muy lejos ya de los 4,4 millones con que se estrenó este sistema de compensación en 2012.
De los 50 millones, 26 al menos irán a “inversiones estratégicas”. Se alude a la reforma del Iradier Arena, un palacio multiusos que se ideó como plaza de toros. También a la rehabilitación de la histórica gasolinera Goya. Pradales ha prometido un “impacto transformador”, que “se note” la inversión. Ha usado “nuestra capital” para referirse a la ciudad y ha apostado por impulsar su proyección internacional. “Sin duda, la capitalidad sale reforzada. Es una excelente noticia”, ha asegurado Etxebarria detrás de un atril con un escudo de la ciudad en la sede de Lehendakaritza. Es un 25% más que la cantidad actual.
El momento del anuncio no ha sido ni casual ni improvisado. Este viernes se cumplen exactamente 45 años de la aprobación de la primera ley del Parlamento Vasco, que precisamente convirtió a “Gasteiz-Vitoria” como “sede de las instituciones” de la comunidad autónoma. Por ello, la alcaldesa socialista ha querido dar especial realce a la conmemoración, aunque no sea la más redonda. Ha promovido visitas ciudadanas a instituciones como el palacio presidencial de Ajuria Enea o el propio Parlamento, fuegos artificiales, un desfile especial de la comparsa de gigantes y cabezudos, reparto de pintxos y hasta actuaciones musicales. Pero también lleva tiempo demandando una mayor financiación.
El canon de capitalidad se instauró en 2012. El lehendakari era Patxi López, del PSE-EE, y el alcalde Javier Maroto, del PP. Eso sí, su predecesor, el socialista Patxi Lazcoz, fue el que instauró la reivindicación de Vitoria como “capital de Euskadi” enfrentándose incluso a su homólogo en Bilbao, el difunto Iñaki Azkuna. La primera partida fue de 4,4 millones de euros. Iñigo Urkullu, del PNV, y de nuevo Maroto lo elevaron a 5 millones y lo convirtieron en un fijo anual. Tras la llegada a la alcaldía de Gorka Urtaran, del PNV, en 2017 se duplicó la cuantía a los 10 millones en que ya se ha estabilizado. De hecho, en 2021 Urkullu y Urtaran renovaron el acuerdo pero sin mejoras económicas. En todo caso, no es un estatuto de capitalidad blindado por ley como el que, por ejemplo, tienen Mérida en Extremadura o Santiago de Compostela en Galicia, que comparten con Vitoria no ser las ciudades más pobladas de sus respectivas comunidades.
El debate parlamentario
En el debate parlamentario previo al anuncio de Pradales y Etxebarria, el socialista Ekain Rico ha recordado que no fue una decisión pacífica precisamente. Bilbao pujaba fuerte, Gernika tenía su propio simbolismo, había apuestas por Donostia e incluso Pamplona parecía ser la preferida en caso de consumarse la previsión constitucional de sumar Navarra a Álava, Bizkaia y Gipuzkoa. En un reportaje de este periódico, el lehendakari en 1980, Carlos Garaikoetxea, y el diputado general de Álava de entonces, Emilio Guevara, ambos enrolados por aquella época en el PNV aunque luego rompieron con ese partido por diferentes motivos, exponían que fue un consenso casi pragmático. La ciudad ofrecía espacio e instalaciones libres para la nueva estructura surgida del Estatuto de 1979 y, además, permitiría embarcar en el proyecto autonómico al territorio menos afecto.
Casi medio siglo después, el portavoz del PNV, Joseba Díez Antxustegi ha dicho que es un “orgullo” para su partido la condición de “capital de Euskadi”. “No es una carga. Fue bueno para Vitoria-Gasteiz. Gracias a eso tenemos aquí la sede de las instituciones. Creo que también ha sido bueno para Euskadi, para su cohesión territorial y su cohesión social. Habla el hijo de una persona nacida en Ondarroa y de una persona nacida en Elgoibar que decidieron venir a Vitoria-Gasteiz. Creo que es, posiblemente, no se habría producido si Vitoria-Gasteiz no fuera la capital de Euskadi”, ha señalado el dirigente nacionalista, de 32 años. Ha agregado que nadie puede dudar ya del “compromiso” de su partido con la ciudad.
Para el PSE-EE, “lo que en su día se pudo considerar una solución temporal o de compromiso ha demostrado ser mucho más firme y solvente que otras alternativas que se presentaron con mayor vehemencia y reclamación de pedigrí”. “Cuando nos unimos, conseguimos cosas grandes para los ciudadanos. Hoy hay una buena noticia”, se ha felicitado Ainhoa Domaica, del PP, tras cerrar un acuerdo en torno a la capitalidad en el Parlamento con nacionalistas y socialistas. La pasada semana, el pleno municipal también aprobó una moción de similar contenido. EH Bildu, que actualmente es la principal fuerza en Vitoria, no ha secundado la iniciativa al demandar una reforma general del sistema municipal de financiación para procurar un marco “suficiente y sostenible” a “todos” los ayuntamientos. “O, lo que es lo mismo, solucionar este problema de raíz. No seguir poniendo parchas”, ha señalado en la Cámara Amancay Villalba. Tanto la representante del PP como la de EH Bildu son exediles en Vitoria.
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