Las ikastolas privadas cargan de nuevo contra la matriculación porque Educación les perjudica “intencionadamente”

La patronal de las ikastolas privadas vascas, Ikastolen Elkartea, ha vuelto a realizar duras críticas al Departamento de Educación a cuenta del sistema de matriculación y de distribución del alumnado vulnerable y de origen extranjero, tanto al inicio del curso como en la denominada “matrícula viva”, la que responde a las llegadas durante el año. Hace dos cursos, cuando se estrenó este sistema para que la red pública no se viera sobrecargarda mientras buena parte de los centros privados usaban las cuotas como barreras de acceso al alumnado con nivel socioeconómico bajo, esta patronal ya alertó de que una parte del alumnado que consideraba como propio no podía matricularse en la ikastola porque había plazas reservadas para atender al alumnado vulnerable.
En una dura comparecencia en Vitoria, han concluido que “la gestión de la matriculación en los últimos tres años no ha servido para poner fin a la segregación” y han demandado que se respete la “libertad de elección de las familias” a la hora de elegir tipo de centro educativo. De hecho, como preámbulo, han recordado que el “movimiento” de ikastolas ha tenido una “contribución” decisiva y “ha respondido históricamente a las necesidades de Euskal Herria”. Además, detectan problemas con la “situación del euskera” y de la “cultura vasca” e incluso una “pérdida de visión nacional”. Y aprecian “dificultades” para “integrar” al alumnado de origen extranjero “en la comunidad vasca”.
Las ikastolas insisten en que se les ha “limitado” la posibilidad de contar con determinados alumnos para dejar plazas “vacantes”, que son las que luego se emplean para atender la “matrícula viva”. Son decisiones “unilaterales” de Educación, acusan. Añaden que el sistema de porcentaje para distribuir de modo equilibrado entre centros públicos y privados la vulnerabilidad no es “fiable” ni objetivo. En su momento se reveló que la herramienta era un cuestionaron con preguntas como cuántos libros, enciclopedias o suscripciones a plataformas de contenidos había en el domicilio. Agregan que sus llegadas durante el curso son más que las que se asignan al inicio. “Es más, creemos que esta distribución se está haciendo de forma intencionada y que a las ikastolas no se está derivando el volumen de alumnado que les corresponde”, han apuntado.
Insisten, igualmente, en que “el derecho de las familias a elegir centro educativo se ve vulnerado”. “Las ikastolas, como proyecto y oferta educativa, son una herramienta en el camino hacia la construcción de un sistema educativo propio para Euskal Herria. Por ello, cualquier familia de Euskal Herria debe tener la posibilidad de formar parte de una ikastola”, interpretan.
La patronal plantea una batería de propuestas “hacia un sistema más inclusivo y equilibrado”. Apelan, por ejemplo, a la “flexibilización de cuotas” o incluso a ofrecer becas propias para facilitar los estudios “independientemente de la situación socioeconómica” de las familias. Las cuotas llevan años siendo ilegales. Igualmente, fomentarán una “euskaldunización del alumnado que no tiene el euskera como lengua familiar” porque “las nuevas realidades y una mayor diversidad exigen dar un paso más”. Se trata de que “el alumnado que llega sin euskera desde casa pueda sumergirse en el euskera y en la cultura vasca para que posteriormente puedan realizar su trayectoria académica en condiciones lingüísticas dignas”.
Se da la circunstancia de que, quizás de modo preventivo, la consejera de Educación, Begoña Pedrosa, había ofrecido en el Parlamento Vasco el dato de que el 95% del alumnado cursará sus estudios a partir de septiembre en el centro elegido como primera opción. Es decir, apenas se ha tenido que mover al 5%. La titular de Educación ha ofrecido estos datos en una comparecencia ante los medios de comunicación en la no ha admitido preguntas.
Euskadi es la comunidad autónoma con mayor peso de la enseñanza no pública. El 50% del alumnado, prácticamente, estudia en centros de titularidad privada, en su mayoría concertados con fondos públicos. Son ikastolas pero también colegios religiosos o cooperativas. En 2023 se reformó la ley educativa vasca y se consideró a todos los sostenidos con fondos de la Administración, independientemente de su titularidad, como parte de un mismo “Servicio Vasco de Educación”. En paralelo, se puso en marcha un nuevo sistema de matriculación para intentar que la atención del alumnado vulnerable fue equitativo entre redes y paliar la segregación escolar. Este curso se ha batido el récord de “matrícula viva”, según ha explicado en reiteradas ocasiones la propia Pedrosa. Son 30 nuevas llegadas cada día.
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