Vitoria sigue empleando unidades diésel de 2006 para cubrir la línea del autobús eléctrico inteligente

Jueves, 13.00 horas. Un viajero que acaba de llegar a la estación de autobuses de Vitoria se debate entre BEI (siglas de Bus Eléctrico Inteligente) y tranvía para desplazarse a su destino en la ciudad. Finalmente, compra un billete para el primero, un servicio implantado en 2022 no sin controversia y que se publicita como limpio, verde y sostenible. Sin embargo, lo que llega es un Mercedes-Benz de motor diésel matriculado en 2006 y pintado de gris, la decoración que se abandonó hace una década.
En su desplazamiento hasta Arana, de hecho, se cruza en Zaramaga con un modelo idéntico que hace la otra línea del BEI, que es un recorrido circular que se hace en el sentido de las agujas del reloj y a la inversa. En las últimas semanas, la imagen se repite con cierta frecuencia. El BEI es la línea de autobús más popular de la ciudad, con 5,5 millones de viajeros en 2024.
El autobús operado con gasóleo en la que se monta este viajero, el número 53 de la flota de la compañía municipal de autobuses, fue fotografiado por este periódico en enero haciendo rutas del BEI. Y de nuevo en abril. Y de nuevo en mayo. Y continúa haciéndolas en junio. A comienzos de año, el Ayuntamiento afirmaba que la utilización de este tipo de unidades eran un hecho “puntual”.


La flota del BEI está compuesta por seis autobuses Irizar ieTram, todos ellos eléctricos y matriculados en 2022, para cada sentido y uno de reserva. Los hay de tamaño estándar o articulados. Solamente por “incidencias”, “averías”, “mantenimiento” o viajes a la ITV se decide “recurrir a vehículos antiguos”, explicaba Tuvisa a comienzos de 2025. Hace unos meses, la ciudad electrificó la línea ordinaria 4 con unidades muy similares a las del BEI. No obstante, esos vehículos no se movilizan para hacer rutas de BEI salvo circunstancias excepcionales, como se vio en el festivo de San Prudencio, el día del gran apagón a finales de abril.
En el verano de 2024, la principal fuerza de la oposición al Gobierno de PNV y PSE-EE en la capital, EH Bildu, denunció esta situación. Entonces se apuntaba a 50 servicios cubiertos con vehículos diésel. Tuvisa ha facilitado a este periódico un documento entregado en el último consejo de administración de la sociedad municipal sobre reparaciones en la flota. Son 17 páginas con las actuaciones en todos los vehículos. Cinco de los adscritos al BEI -cuyas matrículas empiezan por la letra L- tuvieron paso por talleres, en concreto las unidades con números 149, 155, 156, 158 y 159. Eran todos ellos problemas en la dirección o neumáticos.
“Es llamativo pasar de ser transportado en un bus de última generación a un Citaro que ya tiene unos años, sin duda. Ojalá el ritmo de renovación de flota pudiera ser mayor pero el dinero no da para todo”, indican en el Ayuntamiento. Una fuente de Tuvisa insiste en que la compañía sustituirá los BEI por otros modelos eléctricos si dispusiera de ellos pero recalcan que ahora la reserva la componen los modelos diésel y, además, los más antiguos, porque el resto está adscrito a rutas concretas. En su momento, se deslizó que otro problema es que no toda la plantilla tenía formación para llevar las unidades eléctricas inteligentes y que no solamente era un problema de falta de vehículos.
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