Los acusados de agredir a un hombre por su condición sexual en Pozaldez (Valladolid) se declaran inocentes

Los seis acusados de humillar a un hombre por su condición sexual y de causarle lesiones, juzgados en Valladolid, se han declarado inocentes, mientras varios testigos han sostenido que todos ellos participaron en la agresión que sufrió la víctima y escucharon decir “maricón, puto maricón”.
La vista oral ha comenzado este miércoles en la Audiencia Provincial de Valladolid por hechos ocurridos sobre las 2.30 horas del 21 de mayo de 2023, cuando la víctima se encontraba bailando con un grupo de amigos en la disco movida situada en una carpa en la localidad vallisoletana de Pozaldez. Aunque las defensas de los procesados han solicitado al tribunal que los encausados declarasen en último lugar en la vista oral, el tribunal ha desechado esta opción al considerar extemporánea la petición, que se podía haber formulado con anterioridad.
“Soy inocente”, ha dicho cada uno de los seis acusados antes de explicar su versión de lo ocurrido el día de los hechos, en una sesión en la que todos han respondido a las preguntas de sus letrados y algunos de ellos también a las de la Fiscalía -además están personadas una acusación particular y la Fundación Triángulo como acción popular-.
“Sé lo que es sentirse discriminado”
“No golpeé a nadie, no tengo nada en contra de la homosexualidad y sé lo que es sentirse discriminado por ser gitano”, ha expuesto el primer procesado. Los demás acusados también han asegurado que no actuaron contra el perjudicado y uno de ellos ha dicho que le conocía porque trabajaba como camarero en un bar que frecuentaba, aunque nunca había hablado con él ni sabía si es homosexual.
Otro de los encausados ha manifestado que también conocía a la víctima porque trabajaba en bares porque era conocido de su novia y también hacía maquillajes. El agredido, que ha declarado por videoconferencia, ha explicado que la noche del suceso estaba bailando con unos amigos y, de repente, alguien le dio en el hombro, momento en el que recibió un puñetazo muy fuerte, sin que viera quien se lo propinó.
Ha asegurado que su condición sexual es conocida porque es muy reivindicativo en redes sociales, ha especificado que esa noche llevaba puesta una pulsera arcoíris y ha recalcado que, a causa de la agresión de varias personas -desde el primer puñetazo no recordaba más- le saltaron los dientes, le lesionaron en la nariz, la boca, el ojo, tenía la cara inflamada y le dolía “todo”.
Cambio de rutinas
El perjudicado, que ha estado visiblemente afectado emocionalmente durante parte de su comparecencia, ha contado que, cuando le golpearon, quedó en estado de shock y que, tras el suceso, tuvo que cambiar sus rutinas y ahora vive lejos de Valladolid. “Tengo muchos miedos que antes no tenía; yo estaba todo el día fuera de casa y ahora me cuesta mucho salir”, ha descrito.
Varias amigas del agredido, que han declarado como testigos, han afirmado que fueron los acusados los que cometieron los hechos. La primera de las comparecientes ha subrayado que escuchó decir “maricón, puto maricón”, sin poder identificar a quien pronunció estas palabras ni saber si solo las dijo una persona o fueron más.
Ha narrado cómo la víctima sufrió un primer puñetazo, después varias le lanzaron patadas mientras estaba en el suelo y rodeado, hasta que ella lo agarró, lo sacó y se puso como cubriéndole, mientras veía que tenía la cara ensangrentada. “Todos los acusados estaban en el lugar de los hechos y participaron - en la agresión -, unos de una forma y otros de otra”, ha remarcado la testigo.
Provisionalmente, la Fiscalía demanda para cada uno de los acusados un año y seis meses de prisión por un delito de odio y discriminación, además de multa de diez meses a razón de diez euros diarios, e inhabilitación especial para profesión y oficio educativos en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre durante cuatro años -superior a la pena privativa de libertad -.
También reclama la prohibición de acercarse a la víctima durante dos años a una distancia no inferior a 300 metros, a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier lugar frecuentado por el afectado, junto a la prohibición de comunicarse con él por cualquier medio o procedimiento. Por un delito de lesiones, solicita para cada procesado un año y seis meses de prisión.
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