El Gobierno de Pradales aleja del pacto de salud a EH Bildu, Sumar y sindicatos por su enfoque de lo “público-privado”

La mesa de Salud que sienta a Gobierno de Imanol Pradales, oposición, sindicatos, universidades, colegios profesionales y otros colectivos para tratar de alumbrar un pacto para mejorar Osakidetza ha dado finalmente una nueva redacción al apartado sobre privatizaciones en la Sanidad pública, como deseaba el equipo del consejero, Alberto Martínez, después de una tensa reunión la pasada semana. Así, el documento final incluirá una reflexión sobre la “colaboración público-privada” en la que se planteará no incrementar el porcentaje actual de externalizaciones, que se ubica en torno al 6%, según los datos del Ejecutivo, pero no recogerá la versión inicial de revertirlas como demandaban organizaciones de izquierda como EH Bildu y Sumar en lo político pero también sindicatos como Satse, UGT, CCOO o LAB, entre otros grupos.
Este acuerdo, en todo caso, no despeja para nada el futuro del anhelado pacto que se quiere escenificar ya que aunque objetivamente sí incorpora bajo la manta del consenso a nuevos agentes que no estaban de acuerdo con la primera redacción excluye a quienes la plantearon de saque. De hecho, muchos de ellos han enviado un comunicado conjunto en el que acusan al resto y singularmente al Ejecutivo, como dinamizador de la mesa, de haber modificado “unilateralmente” formulaciones ya acordadas.
Para comprender el alcance de la polémica hay que conocer el funcionamiento del foro. Se constituyó en septiembre y prometió medidas en seis meses. Se acumulan ya tres meses de retraso. Inicialmente, se elaboró un diagnóstico del estado de salud de la Sanidad vasca. Ahí ya hubo discusiones sobre el peso de la privada. Después llegó una fase intermedia y ahora se buscan medidas concretas. Para ello, se crearon 24 subgrupos de trabajo especializados en otras tantas materias. Y el relacionado con lo “público-privado” ha terminado por mostrar las costuras.
El grupo ya se reunió y votó un texto impulsado por siete organizaciones que demandaban ir reduciendo el peso de las privatizaciones, por ejemplo en la contrata de ambulancias. Sin embargo, la coordinadora de la mesa, un alto cargo del equipo de Martínez, interpretó que esa votación no era concluyente porque faltaban agentes cuando se produjo. El Gobierno y el PNV plantearon no dar por bueno ese texto y lanzaron una alternativa más genérica y cuya plasmación pasa por adquirir el compromiso de no superar ese 6%. El consejero Martínez insiste en que no hay sistema con menos peso de la privada que el vasco.
En la sede de Lakua del Gobierno, este martes, tuvo lugar una reunión de más de cuatro horas -con asistentes por vía telemática también- para volver a discutir el asunto. Finalmente, se sometió a votación el texto planteado por el Ejecutivo y de nuevo el ya aprobado días atrás. El resultado es que 15 entidades votaron 'sí' al del Gobierno, con dos votos en contra, una abstención y seis personas que no participaron, en su mayoría quejosos por tener que repetir la toma de decisiones de algo ya previamente decidido. En la segunda votación, la del texto vigente, hubo nueve 'síes', los mismos 'noes' y una abstención.
Se ha dado el 27 de junio como fecha de referencia para la firma del pacto de salud. Sin embargo, EH Bildu, Sumar (representada por IU), Satse (que es el principal sindicato de Osakidetza), LAB, UGT, CCOO y los colegios de trabajo social alavés, vizcaíno y guipuzcoano rechazan “rotundamente” el planteamiento que se hace y, sobre todo, “que se ignoren o sustituyan propuestas acordadas por el grupo solo porque no son del interés del Gobierno o de Confebask”, la patronal empresarial. “Consideramos que el proceso del pacto de salud ha llegado a un momento muy delicado, y que lo que toca ahora es, más que nunca, poner negro sobre blanco el compromiso para reducir la privatización y recuperar la autosuficiencia del sistema público de salud”, insisten.
Formalmente, no adelante aún un rechazo a entrar en el pacto pero sí que mantienen la necesidad de “impulsar acciones que busquen el fortalecimiento de una Osakidetza pública y de calidad”. “Por lo tanto, en la fase de enmiendas que ahora comienza, pondremos todo nuestro empeño en introducir medidas que frenen los efectos de la privatización, avanzar hacia una publificación real del sistema y recoger pronunciamientos concretos, más allá de los análisis efímeros, los tópicos y los discursos vacíos de compromisos reales”, señalan estas organizaciones.
Los recortes de cada verano
Por otro lado, se han conocido ya los recortes en los ambulatorios propios de cada verano por la ausencia de personal por los turnos de vacaciones. El Gobierno asegura que mantendrá los horarios habituales en el 63% de los centros de salud, lo que implica reducciones en un 37%. El patrón general es menos horas de apertura -los que cierran a las 20.00 horas lo harán tres horas antes- pero se admite que se darán “cierres puntuales” en algunos supuestos. Son 211 los que componen la red.
Osakidetza insiste en que el plan también se justifica por la “menor demanda de servicios, una vez superado el invierno” pero la realidad es que estos recortes se aplican igualmente en Navidad, por ejemplo, en pleno pico de enfermedades respiratorias. La Administración insiste, eso sí, en que la atención está perfectamente garantizada fuera de los horarios de apertura con los PAC (puntos de atención continuada) o servicios de Urgencias. Los horarios detallados están en la web de Osakidetza y se ofrece también información por vía telefónica.
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