Pradales anuncia una nueva mesa para intentar atajar el incremento de la inseguridad: “El que la hace, la paga”

El Gobierno de Imanol Pradales quiere finiquitar este viernes la mesa de salud ideada para alcanzar un pacto con el que mejorar Osakidetza pero desea activar inmediatamente, al lunes siguiente, solamente tres días después y con un fin de semana de por medio, un “foro” similar para abordar la mejora de la seguridad en las calles vascas. En una entrevista en la Cadena Ser, ha adelantado que en su segundo año de legislatura el Ejecutivo pondrá “más foco” en este asunto e incluso ha adelanto cuál será el lema de ese grupo de trabajo: “El que la hace, la paga”. “Eso tiene que ser marca de la casa”, ha manifestado.
Pradales, preguntado por las nuevas prioridades de su Ejecutivo, ha sumado la seguridad a la salud y a los problemas de la vivienda, que eran hasta ahora los dos asuntos cumbre. “Es muy relevante”, ha insistido asegurando que hay que poner mimbres para “poder vivir tranquilos” o “poder ir tranquilos por las calles” o incluso para “poder hacer una vida normal”. Según el lehendakari, que ha rescatado ahora mensajes que ya empleó en la campaña electoral, “hay determinados lugares, sobre todo de carácter urbano, con un incremento objetivo, medido y evaluado” de los datos de criminalidad. “Tenemos que atajar esta cuestión”, ha recalcado.
El “gran foro”, del que no ha dado más detalles, será presentado el 30 de junio como un intento de “trabajar el tema de manera muy seria”. Estará liderado por el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, que puede presumir de haber cerrado este año el conflicto laboral enquistado en la Ertzaintza con un nuevo convenio. Eso sí, se abordará el asunto “más allá de la delincuencia”. Ello implica tocar la gestión de “emergencias” -ha citado expresamente su importancia en casos como el gran apagón de abril-, la salud pública o incluso la seguridad alimentaria. “Vamos a iniciar la reflexión”, ha invitado Pradales.
Por otro lado, Pradales ha señalado que tiene mucho “rechazo social” el centro de refugiados proyectado por el Estado en Vitoria, en concreto en la antigua Clínica Arana, que es de su propiedad. Ha admitido el lehendakari que el Gobierno vasco “no tiene mucho que decir” porque la competencia no es suya pero ha añadido que la infraestructura de 350 plazas “choca con el modelo de acogida que se viene desarrollando en Euskadi con un gran consenso”. Ha apelado al Gobierno central a que dialogue sobre el centro con las instituciones locales.
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