Euskadi tiene 1.558 vertederos sin sellar ni evaluar los contaminantes que se filtran al agua a través del suelo

Euskadi tiene alrededor de 1.558 vertederos que están sin sellar y, por lo tanto, sin que se haya realizado sobre ellos ninguna actuación que evite que los diferentes contaminantes que se han arrojado en ellos a lo largo de los años se puedan filtrar al agua a través del suelo. El dato lo proporciona Ekologistak Martxan, pero se basa en el censo de vertederos elaborado por el propio Gobierno vasco, aunque fuentes del Ejecutivo puntualizan que son “mayoritariamente depósitos”, ya que la denominación de vertederos se aplica desde 1994 “y tiene su regulación propia”.
La organización ecologista acaba de recibir el respaldo a sus denuncias por parte del Ararteko, que en una resolución emitida la semana pasada emplaza el Gobierno vasco a impulsar un plan integral de actuación frente a la contaminación por lindano de estos vertederos y recalca que los poderes públicos “deben garantizar una restauración ambiental eficaz de los depósitos de residuos peligrosos que aún persisten en la actualidad”. Además de la puesta en marcha de un plan integral, pide la reactivación de una mesa de acción institucional y social frente al lindano.
La resolución del Ararteko se basa en seis vertederos de Bizkaia, en los que Ekologistak Martxan ha comprobado, y así ha trasladado en diferentes denuncias, que el lindano que han almacenado se ha filtrado a las aguas a través del suelo. En concreto, se refiere a los vertederos de Enekuri y de Santo Domingo, ambos en Bilbao; el vertedero de Jata, en Lemoiz; el vertedero de Modorreta de El Regato, en Barakaldo; el de Etxeuli y anejos en Santurtzi; y el de Premabi en Sondika. Vertederos en desuso en los que “la presencia de residuos peligrosos de Lindano-HCH en esos antiguos vertederos, sin ningún tipo de aislamiento ni tratamiento estaría generando lixiviados que percolaban a las aguas superficiales y subterráneas siendo susceptibles de provocar daños medioambientales de consideración al medio natural”, recoge la resolución del Ararteko.
“No es más que la punta del iceberg”, señala Javier Vázquez, de Ekologistak Martxan, que indica con ello que la dimensión y gravedad del problema va mucho más allá de estos seis vertederos. “Tenemos un problema de aguas en las que aparecen sustancias contaminantes, pero hasta que no se ataje el problema de dónde vienen esos contaminantes, es decir, sepas lo que contiene el vertedero y lo selles para llevar a cabo un cierre ordenado, el problema va a persistir”, dice.
En total, hay 1.558 vertederos en situación parecida a los seis que se contienen en la resolución de la Defensoría del Pueblo vasca, señalan. Es decir, vertederos sobre los que no se ha actuado, y, por lo tanto, está fuera de control las sustancias que se pueden estar filtrando al agua a través de sus suelos, porque ni siquiera se sabe lo que se ha arrojado en estos depósitos. Hay que tener en cuenta que esta resolución del Ararteko se basa en una reclamación presentada ante esta institución por la agrupación ecologista en 2021, pero que la situación se venía denunciado desde 2008.
Ahora se tienen más datos, dicen desde Ekologistak Martxan. “Por eso, es imprescindible que se cree una mesa en la que están presentes las administraciones, ayuntamientos y también miembros de organizaciones y la sociedad civil para hacer un seguimiento de todos los vertederos afectados, y se busquen fórmulas para atajar el problema”, señala Javier Vázquez. La organización ecologista se ha puesto en contacto con los grupos políticos en el Parlamento Vasco tras la resolución para “animarles a trabajar siguiendo la recomendación del Ararteko” y más teniendo en cuenta que, tanto en las reuniones mantenidas como en la comisión parlamentaria del 12 de noviembre de 2024, en la que participó la organización ecologista, “mostraron todos disposición a trabajar”. Por el momento, no han obtenido respuesta desde los partidos.
Ekologistak Martxan centró su queja al Ararteko en estos seis vertederos vizcaínos porque los tenían más controlados. “Dijimos que estos al menos se tienen que que mirar”, señala. Pero insiste en que el problema tiene una dimensión mucho mayor. Hasta ahora las administraciones siempre han defendido que “corresponde a la persona que llevó a cabo la actuación de depósito de residuos o, en su caso, a la persona propietaria del emplazamiento adoptar las medidas que fueran necesarias para evitar las afecciones de carácter ambiental en el entorno”.
En este marco, según se recoge en la resolución del Ararteko, “la actuación de la administración se circunscribía a exigir a las mencionadas personas responsables que adoptasen las medidas oportunas”. En este sentido, durante la tramitación del expediente del Arateko, el Gobierno vasco envió los requerimientos planteados a los propietarios de los vertederos para que solucionaran los problemas denunciados, sin que se avanzara en iniciativas concretas. Por ello, finalmente el Ararteko concluye que es necesario exigir a los órganos ambientales competentes “disponer de un plan de acción eficaz para hacer frente a una definitiva restauración medioambiental de esos depósitos de residuos peligrosos y de la persistencia del vertido de sus lixiviados”.
Además, apunta la resolución que, “sin perjuicio de la responsabilidad directa de las personas que en su momento generaron esos focos de contaminación dispersa por lindano-HCH de diversa entidad y del transcurso del tiempo, resulta insoslayable realizar una reflexión sobre la existencia de unos antiguos vertederos que, si bien están en desuso, continúan siendo una fuente de contaminación continua al medio natural por sus lixiviados a los ríos”. “Como demuestran con redundancia los informes de Azti elaborados para URA, a pesar de los importantes esfuerzos realizados por el Gobierno vasco para la localización y tratamiento o confinamiento de dichos residuos, persisten aún determinados focos que han provocado la superación de las actuales normas de calidad de HCH de algunas masas de agua superficiales, lo cual pueden llegar a suponer una afección al derecho al medioambiente de todas las personas”, agrega. Y considera en este sentido que “la falta de adopción de medidas por parte de las autoridades para controlar la contaminación de los vertederos puede llegar a constituir una vulneración de los derechos humanos”.
Por ello, refleja que “la obligación de actuar y de garantizar la descontaminación definitiva de los vertederos en desuso en Bizkaia tiene que estar dirigida por los poderes públicos vascos para lograr, cuanto antes, la restauración ambiental del medio ambiente alterado. Para ello, resulta necesario impulsar un plan de actuación que remedie definitivamente este problema, exigiendo que quién haya contaminado pague, pero sin ignorar la responsabilidad colectiva que refleja la propia Constitución ya que, llegado el caso, la persistencia de esa contaminación por el lindano-HCH -una sustancia persistente en el medio ambiente que se bioacumula en organismos vivos y es tóxica para la salud humana y el medio ambiente- podría llegar a afectar a otros derechos fundamentales como es el caso del derecho a la vida privada y familiar o, incluso, al derecho a la vida”.
“La administración tiene la obligación de actuar por partida doble: para proteger el medio ambiente, pero también porque se trata de una cuestión de salud pública, es un problema doble”, señala el representante de Ekologistak Martxan.
El Gobierno vasco recuerda en una respuesta parlamentaria a EH Bildu que, en función del periodo en el que se ha realizado la actividad de deposito de residuos, resultará de aplicación una norma y no otra, debiendo recordarse en este sentido que no está permitida la aplicación de normativa con carácter retroactivo. Las normativas respecto vertederos son de 1994 y posteriormente se aprobaron decretos en 2001, 2009 y 2020. Respecto a esto, Javier Vázquez insiste en que “el Gobierno dice que igual un vertedero no tiene por qué tocarlo porque es del año 1980, previo a la regulación de vertederos”. “Pero hasta que se vaya a actuar no puedes dejar que se te escape la mierda de la bolsa”, insiste Javier Vázquez. “Tendrás que arreglar la bolsa porque no se puede dispersar la contaminación”, zanja.
Recuerda además que la dispersión del lindano es enorme. “Esto lleva a que URA, la Agencia Vasca del Agua, contabilice 40.404 emplazamientos que están recibiendo presiones precisamente de los vertederos y los suelos de procedencia industrial, o sea, de suelos presuntamente contaminados. La cifra es tan elevada porque la dispersión lo lleva muy lejos y un mismo foco te puede estar contaminando 22 puntos”, apunta. Y lamenta que sólo se hayan preocupado de zonas que había que sanear para facilitar la instalación de una inversión, como ocurrió en la zona de actual Mega Park, cuando la multinacional Ikea anunció su intención de instalarse allí.
El responsable de Ekologistak Martxan advierte, además, de otro potencial peligro que se da en la zona de estos vertederos, además de la filtración a las aguas de los contaminantes. “Se trata de los árboles y la contaminación de la madera. Si esa madera la aprovechas, la conviertes en papel, la conviertes en mueble, o en madera para quemar en una estufa, estás quemando lindano. Uno de los peligros que todavía no ha atendido esta administración y lo hemos apuntado muchas veces, es esa madera. Ojo con un incendio en esos vertederos, porque no solamente es que ya es muy peligroso un incendio en un vertedero, porque cuesta mucho apagarlos. La contaminación por lindano al quemarse esos árboles afectaría directa y fatalmente a las brigadas de extinción”, advierte.
Fuentes del Gobierno vasco han señalado que analizarán la recomendación del Ararteko, aunque han puntualizado que hay que “conjugar esta solicitud con el plan de gestión de residuos, así como con la Proposición No de Ley (PNL) aprobada por el Parlamento en el mes de marzo”. En ella se insta al Gobierno vasco a “acelerar la minimización del vertido contemplada en la actuación clave 2 del Plan de Prevención y Gestión de Residuos Euskadi 2030, y facilitar el correcto sellado de los vertederos existentes mediante la aprobación de los proyectos de valorización y plantas de tratamiento necesarias”. Además, se urge al Gobierno a “seguir desarrollando y priorizando acciones para la remediación de suelos contaminados por el vertido de residuos”. Las mismas fuentes no han clarificado si hay intención de llevar el tema a una mesa abierta a diferentes instituciones y organizaciones.
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