El censo del lobo sólo reconoce dos manadas en Euskadi y que salen a otras zonas: “Hay que mantener la protección”

El nuevo censo del lobo sólo reconoce en Euskadi dos manadas, además compartidas con otras comunidades autónomas como Cantabria o Castilla y León. Esto supone que podrían moverse por Euskadi alrededor de 11 individuos, que ni siquiera tienen Álava, Bizkaia o Gipuzkoa como lugar de cría o asentamiento, sino que abarcan por un amplio territorio que incluye varias zonas limítrofes.
Los datos recogidos por técnicos del Ministerio de Transición Ecológica, muestran que el conjunto del Estado el avance de este animal ha sido muy moderado, pese a coincidir las mediciones con un periodo de protección. En total en España habría unos 333 grupos, lo que se queda un 33% por debajo del umbral de seguridad de 500 manadas.
En el caso de Euskadi, las dos manadas contempladas en el nuevo censo 2021-2024, suponen una más que la que había hace una década, lo que implica que la protección de esta especie y su prohibición de caza no ha supuesto un incremento significativo. La contabilización de dos manadas coincide con los datos registrados por el Gobierno vasco en el 'Diagnóstico Invernal de lobo', correspondiente a los seguimientos del invierno 2022-2023. En este informe se estimaba que podría haber dos manadas estarían compuestas por entre 9 y 11 individuos, aunque reconocían la dificultad para concretar con seguridad la cantidad de lobos que hay en territorio vasco, y podrían llegar a 14 e incluir lobos solitarios.
El nuevo censo llega en un momento el que se ha hecho oficial en Europa la pérdida de protección al lobo, que entrará en vigor el 14 de julio. En Euskadi cada vez son más las presiones desde sectores ganaderos, que denuncian continuos ataques de lobos a sus ganados, para que se permita la caza como medida de protección. “Se está diciendo continuamente que hay muchos lobos y está demostrado que no es así. Suponiendo que haya las dos manadas que se contabilizan en el censo, sólo se ha aumentado en una en diez años y encima ni siquiera están asentados aquí de forma exclusiva”, señala Andrés Illana, portavoz de Grupo Lobo en Euskadi.
“Sin embargo, vemos que la mejor portavoz de los sindicatos ganaderos está siendo la consejera Amaia Barredo”, consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca. “Es la única del Gobierno vasco que ha hablado para decir que el lobo es incompatible con la ganadería extensiva. Mientras tanto esperamos que Mikel Jauregi, que es ahora el responsable de Medio Ambiente, se pronuncie. Pero nada. No sabemos nada del plan de gestión del lobo que está guardado en un cajón. No sabemos si se va a sacarlo del listado de especias de protección especial. Y nos tememos lo peor”, protesta.
Illana considera que “debe mantenerse la protección, sin lugar a dudas”. “Seguramente el lobo sea, después del visón europeo, el carnívoro que peor está en Euskadi. Debería de estar en la categoría de, como mínimo vulnerable”, señala el portavoz ecologista.
Lo cierto es que entre las medidas de apoyo al sector primario aprobadas el año pasado tras las protestas del sector, el Gobierno vasco incluyó el apoyo a rebajar la protección al lobo. El anteproyecto de plan de gestión del lobo aprobado por el nuevo departamento que dirige Mikel Jauregi, contempla entre otras medidas perseguir la caza furtiva de esta especie y las muertes “no naturales” que se producen sobre todo por envenenamientos. El plan definitivo no ha visto de momento la luz, pero en el anteproyecto ya se incluía que la vigencia del mismo sería indefinida, mientras el lobo “esté incluido en el actual Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial o en aquellos listados que se creen con posterioridad a la aprobación de la presente Orden”, por l.o que no está muy claro qué dirección tomará el Ejecutivo vasco en relación con la protección de esta especie una vez levantada la protección europea, que servía de paraguas para la legislación estatal.
El pasado 19 de junio Grupo Lobo denunció ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Bizkaia la presunta caza furtiva de un ejemplar en el Parque Natural de Armañón, que se extiende entre los municipios de Karrantza y Turtzioz.
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