Aprobado para Pradales en su aniversario, que mejora ya las notas de Urkullu, según el Sociómetro

Después del adelanto de hace una semana, que mostraba una victoria electoral de Imanol Pradales y posible reedición de la mayoría absoluta con el PSE-EE si se celebraran autonómicas, aunque con el PNV aún empatado en escaños con EH Bildu, la entrega completa del Sociómetro confirma la enmienda al Deustobarómetro -que suspendió al Ejecutivo en su aniversario- y ofrece un aprobado para el lehendakari al año de llegar a Ajuria Enea. Su nota media es del 5,7, la más alta entre los líderes políticos vascos. Es también el más conocido, con un 78%.
Contrasta esto con los resultados de hace doce meses. Pradales era desconocido para más de la mitad de la población y recogía un 4,9 de valoración. El Sociómetro conocido cuando el PNV optó por relevar a Urkullu le daba un 5,5 sobre 10 de nota. Más con lupa, un 9% de los votantes del PNV aún no conoce a su nueva referencia institucional desde 2024 y la mayoría de alaveses suspende al lehendakari, a diferencia de vizcaínos y guipuzcoanos.
Solamente los votantes de PP y Vox no dan un aprobado a Pradales, que gusta algo más a las mujeres que a los hombres y a los mayores que a los jóvenes. También tiene mejor nota en la clase más acomodada y entre los pensionistas. Eso sí, la nota media más alta se la procuran los nacidos en el extranjero, un 6,7. Entre los partidos, solamente aprueba el PNV, con 5,1. Históricamente, los lehendakaris siempre han mejorado las notas del partido del que proceden.
El Sociómetro es una encuesta elaborada por la empresa privada Ikerfel para el Gabinete de Prospecciones Sociológicas (GPS) de la Presidencia vasca, que se encarga del análisis y explotación de los datos. Para esta oleada, se han realizado 3.030 cuestionarios, 730 en Álava, 1.315 en Bizkaia y 985 en Gipuzkoa. La toma de datos fue entre el 17 y el 20 de junio, es decir, con el informe de la UCO de la Guardia Civil sobre corrupción ya sobre la mesa, por ejemplo, y después del incidente de Barcelona con Isabel Díaz Ayuso en torno al euskera, que hizo que Pradales ganara mucha notoriedad.
El apartado específico sobre el aniversario del Gobierno le otorga un 5,9 en “capacidad de llegar a acuerdos” y en “capacidad de gestión”, baja a 5,3 en “honestidad” y suspende ya en “cercanía con los problemas de la ciudadanía” y “capacidad de autocrítica”, con 4,9 y 4,3 sobre 10, respectivamente.

La encuesta arroja un dato sorprendente: un 68% entiende que la situación política vasca es buena o muy buena pero sólamente un 14% piensa lo mismo de España. Un 83% la ve mala o muy mala, un dato que se ha disparado en los últimos tres años. En cuanto a la economía, un 78% es optimista sobre la de Euskadi y un 43% sobre la española. Aquí la sociedad aprecia una mejora continuada de España y un ligero frenazo de la economía vasca.
¿Y cuáles son los principales problemas de Euskadi? La vivienda ya es la preocupación central. No lo era desde 2007, en puertas del estallido de la burbuja inmobiliaria. Lo cita el 51%. Adelanta al mercado laboral y a la situación de la Sanidad pública. Se ha quintuplicado la preocupación por el mercado de la vivienda en cinco años. En el caso de Osakidetza, de un pico de 35% que lo mencionaba como problema en la última entrega del Sociómetro baja ya al 28%. Otro dato: la suma de criminalidad e inmigración como problemas sociales sigue subiendo sin parar. El acumulado es ya del 35%. Era del 21% hace solamente dos años. Eso sí, la metodología hace que las opiniones xenófobas y los preocupados por el racismo vayan al mismo cajón, lo que distorsiona la lectura.
El Gobierno destaca que el Sociómetro “rompe la tendencia” de caída de confianza en los servicios públicos. Mejora siete puntos en un año y se acaba una tendencia descendente iniciada con la pandemia y coincidente con la subida de las quejas por la Sanidad vasca. De hecho, la encuesta recoge que ha sido una prioridad del nuevo Gobierno mejorar Osakidetza, al igual que la economía y los transportes.
Este Sociómetro constata también que el independentismo está en niveles bajos. Un 21% defiende la secesión y un 41% se opone. En el medio, un 32% se posicionaría en función de las circunstancias. Hace una década, partidarios y detractores estaban casi empatados (30%-32%). Más datos: apenas el 16% de los votantes del PNV son independentistas (por un 52% de EH Bildu) y fruto de los sesgos muestrales aparecen un 3% de secesionistas en Vox. En Álava el porcentaje se queda en el 17% y en Gipuzkoa es del 26%. La generación más joven (de 18 a 25) es menos favorable a la ruptura con España que la anterior (de 30 a 45).
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