Pradales repite Estados Unidos como destino para su segundo gran viaje internacional de la legislatura

El lehendakari, Imanol Pradales, prepara ya su segundo gran viaje internacional de la legislatura. Y, nuevamente, su destino será Estados Unidos, según ha podido conocer este periódico. Si a comienzos de marzo hizo una ruta por Nueva York y Washington D.C. con una agenda esencialmente económica y política, ahora a finales de julio acudirá a la localidad de Boise, en el estado de Idaho, que acoge una nueva edición del denominado Jaialdi, el festival de la cultura vascoamericana en el lugar con mayor presencia de descendientes de la población emigrada de Álava, Bizkaia, Gipuzkoa, Navarra o Iparralde.
Según confirman fuentes de la Presidencia vasca, Pradales da máxima relevancia a este encuentro quinquenal de la cultura vasca en Estados Unidos, aunque la presente es una edición más especial de lo normal. Se da la circunstancia de que la prevista para 2020 se tuvo que retrasar a 2021 y luego nuevamente a 2022 por la COVID-19. Finalmente, quedó suspendida totalmente, de modo que no ha habido evento desde 2015, según remarcan desde el propio Jaialdi en su web oficial en inglés.
El predecesor de Pradales, Iñigo Urkullu, asistió a ese Jaialdi de 2015 al frente de una delegación en la que iba también quien ahora es lehendakari en su calidad de diputado foral de Bizkaia. El lehendakari Patxi López también estuvo en el Jaialdi de 2010 y Juan José Ibarretxe en el de 2005. Hace una década, Urkullu puso en valor tanto la propia actividad como la labor permanente del área de Estudios Vascos de la universidad estatal de Boise para preservar la memoria de esa diáspora.
El Jaialdi se creó en 1987 y la segunda edición se celebró en 1990 como guiño al centenario del estado de Idaho. Desde entonces se optó ya por el formato quinquenal, como la excepción de 2020 por la pandemia. Las fechas elegidas siempre rondan el día de San Ignacio de Loyola, festivo en Bizkaia y en Gipuzkoa. La actual edición está programada del 29 de julio al 3 de agosto e incluye degustación de comida y bebida vascas, exhibiciones de levantamiento de piedras, 'aizkolaritza' y otros deportes rurales, bailes y conciertos tanto de agrupaciones vascoamericanas como de bandas que se desplazarán, encabezadas por Gatibu. El profesor Pedro J. Oiarzabal, además, presentará su labor investigadora en relación a los vascos combatientes en la II Guerra Mundial al servicio de Estados Unidos y otras potencias.
El viaje de marzo a Estados Unidos fue la primera gran misión internacional de Pradales desde que llegó a Ajuria Enea en el verano de 2024. Aunque había estado en dos ocasiones en Bruselas, por ejemplo, fueron desplazamientos cortos y a los que no se les dio tanta trascendencia. En ese viaje, el lehendakari anunció la apertura de una nueva delegación del Gobierno autonómico en la capital, en Washington D.C., adicional a la de Nueva York. Mantuvo igualmente encuentros con el equipo del Guggenheim en Nueva York, presentó un nuevo proyecto de computación cuántica en Donostia de la mano de IBM y, sobre todo, se esforzó en hacer ver que hacía 'lobby' contra la política arancelaria y populista de Donald Trump.

La Presidencia vasca, según datos enviados en su día al Parlamento Vasco a instancias del PP, gastó 125.943,45 euros en el viaje del lehendakari. La media de los vuelos, por ejemplo, fue de 3.778,23 euros. En este cálculo solamente están incluidos los acompañantes de Pradales -doce personas, cuatro de ellas escoltas- pero no otros cargos institucionales del Gobierno vasco que también estuvieron en Estados Unidos en las mismas fechas, como la vicelehendakari, Ibone Bengoetxea, el consejero Juan Ignacio Pérez Iglesias, el viceconsejero Adolfo Morais, o la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, así como sus posibles equipos. Asimismo, formaron parte de la delegación vasca las diputadas generales de Bizkaia y de Gipuzkoa, Elixabete Etxanobe y Eider Mendoza, y sus colaboradores, al igual que representantes del Guggenheim, tanto su actual responsable, Miren Arzalluz, como su predecesor, Juan Ignacio Vidarte.
Los lehendakaris siempre han tenido una querencia especial por Estados Unidos en su agenda internacional. José Antonio de Aguirre, el primero en el cargo, tuvo allí uno de sus refugios en el exilio de la Guerra Civil e inició una colaboración con la CIA (entonces OSS) y con el FBI que acabó con episodios aún oscuros como la desaparición de Jesús de Galíndez, delegado del Ejecutivo vasco allí. El momento cumbre llegó en 1988, cuando Ronald Reagan recibió en la Casa Blanca a José Antonio Ardanza (lehendakari desde 1984 hasta 1999) y a su entonces consejero Joseba Arregi. Fueron unos ocho minutos de cortesía.
Juan José Ibarretxe (lehendakari de 1999 a 2009) también realizó varias visitas en Estados Unidos. Sacramento, San Francisco, Chicago o Nueva York fueron algunas de sus paradas. En tiempos de su propuesta de crear un “estado libre asociado” se inspiró precisamente en Puerto Rico, que tiene esa condición en Estados Unidos. Después de dejar el cargo desarrolló trabajó académico en aquel país.
El único lehendakari que no ha sido del PNV, el socialista Patxi López (en el cargo de 2009 y 2012), tiene en Estados Unidos algunos de los momentos más recordados de su corto mandato. En 2011, desde Texas, con un casco de obra, gafas protectoras y una bata, anunció que Euskadi se sumaba al 'fracking', una controvertida técnica para la extracción de gas del subsuelo que recibió una fuerte contestación social y que acabó prohibida. Unos días después, se conoció el final de ETA. Es recordado cómo la noticia fue recibida por el lehendakari en un tren entre Washington DC y Nueva York. Su primera reacción se produjo en Penn Station, al tomar tierra. De aquel viaje también salió un acuerdo con la “CIA”, según anunció el Ejecutivo. Pero no era policial o de espionaje, sino gastronómico. Era un convenio entre el Basque Culinary Center y el Culinary Institute of America, que también usa las siglas “CIA”.
Urkullu (en Ajuria Enea de 2012 a 2024) giró varias visitas a Estados Unidos adicionales a la de Boise de 2015. Colocó, por ejemplo, un ejemplar descendiente del árbol de Gernika en la 'zona cero' de los atentados del 11S de 2001 en el bajo Manhattan. También en Nueva York anunció en 2013 que para 2020 Euskadi habría ejercido el derecho a decidir y celebrado un referéndum. Sin embargo, el asunto más controvertido que se recuerda de sus misiones ocurrió en la 'euskal etxea' de esa misma ciudad. Su presidente, Aitzol Azurtza, irritó al lehendakari al romper el protocolo y permitir un vídeo del entonces alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, de lo que entonces se conocía como Bildu y ahora es EH Bildu. Luego trascendió que Azurtza era actor de películas pornográficas con un seudónimo. La responsable de protocolo de la Presidencia vasca acabó saliendo del equipo y Azurtza dimitiendo.
El viaje de Pradales a Estados Unidos será uno de los últimos hitos en la agenda del lehendakari antes del parón vacacional que tiene previsto en agosto. Antes, el 15 de julio, se desplazará a Madrid para la reunión bilateral ya anunciada con Pedro Sánchez. Como se ha anunciado, se debatirá, entre otras cuestiones, acerca de la transferencia de la gestión económica de la Seguridad Social.
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