El PNV mantiene la presión contra Gorroño, el eterno alcalde de Gernika, pero sin moción de censura

El PNV mantiene la presión contra José María Gorroño, el eterno alcalde de Gernika, pero no acaba de cuaja una posible moción de censura que lo saque del cargo. Gorroño no se va, aunque anunció que se iría un mes depués de llegar al cargo tras las elecciones, de eso hace ya JJ . Y EH Bildu y PNV no se ponen de acuerdo para desalojar a Gorroño de la alcaldía.
Aunque el rifirrafe entre los tres partidos que conforman el Ayuntamiento es continuo desde que el PNV apoyó a Gorroño para que se hiciera con la alcaldía e impedir así que EH Bildu, que ganó las elecciones, gobernara, en las últimas semanas los nacionalistas han intensificado la campaña contra Gorroño usando para ello las redes sociales.
A través de Instagram, los jeltzales denuncian lo que denominan “desidia municipal”, el hecho de que “no haya presupuestos aprobados desde 2022”, y critican también algunas actuaciones municipales que consideran “parches”. Además, cargan contra EH Bildu, al que acusan de ser “salvavidas de Gorroño y su Gobierno”. “Ha votado en numerosas ocasiones a favor de iniciativas de Guztiontzako Herria, a sabiendas de que validaban una forma de actuar autoritaria, errática y caprichosa”, señalan.
En concreto, en el escrito, bajo el título “¿lo sabías?”, el PNV de Gernika asegura que el equipo de Gobierno “acostumbra a dejar sin respuesta” los escritos que le llegan de la ciudadanía, grupos culturales o sociales o empleados municipales. “El Ayuntamiento no puede ser coto cerrado de ningún partido político”.
La crítica a la desidia municipal va acompañada de la denuncia de sueldos elevados para “tantas carencias”. En este sentido, señalan que José María Gorroño cobra 79.000 euros anuales, y su hermano Iñaki, que es concejal y que en principio parecía que le iba a sustituir, recibe un salario de 73.000 euros.
También señalan diferentes “parches” en política municipal, tanto en materia deportiva, como en la remodelación de la nueva plaza del mercado, o el incumplimiento de la normativa de terrazas.
Además, critican que sigue sin haber proyecto de presupuestos desde 2022. “Hemos solicitado hasta la saciedad al equipo de gobierno que presente un proyecto de presupuestos y que lo negocie con los partidos de la oposición”, dicen, Pero Gernika-Lumo sigue con presupuestos prorrogados “por la falta de capacidad de negociación del alcalde. Eso afecta a las inversiones y deja al pueblo sumido en la parálisis”.
Gorroño lleva gobernando Gernika 18 años, con diferentes siglas. En las elecciones de 2023, la lista de EH Bildu superó en votos a la encabezada por Gorroño, aunque ambas formaciones empataron en concejales, seis, dejando al PNV, que en los últimos cuatro años había gobernado en coalición con Gorroño, con cinco concejales y siendo el árbitro de la situación, con capacidad de inclinar la balanza hacia uno y otro partido.
Pese a que el final de la legislatura anterior fue de claro enfrentamiento en el Gobierno de coalición entre Gorroño y el PNV, los nacionalistas optaron por no ceder el ayuntamiento a EH Bildu y pactaron votar a Gorroño, condicionado a que dejara el cargo en un mes. Según señaló el propio Gorroño, el acuerdo era ceder la 'makila' a su hermano Iñaki, también en la lista de su partido a las elecciones. Pero ante las dudas más que razonables de que el PNV no votaría a su hermano –los nacionalistas niegan ese compromiso– Gorroño no suelta el cargo.
En este periodo ha habido intentos de llevar adelante una moción de censura por parte de EH Bildu, pero las abiertas discrepancias entre la coalición abertzale y PNV en cuestiones esenciales para la localidad, como por ejemplo el proyecto del Guggenheim de Urdaibai, además de las reticencias de los jeltzales a ceder la alcaldía a EH Bildu, han dado al traste con la posibilidad. Mientras tanto el día a día del Ayuntamiento funciona con unos presupuestos que están prorrogados desde 2022 por la imposibilidad de conseguir acuerdos.
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