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La Rioja Alavesa calibra los daños de las grandes lluvias del fin de semana: “Algunas viñas ni las vamos a vendimiar”

El diputado general de Álava, Ramiro González, el sábado en una de las zonas afectadas por las lluvias en la Rioja Alavesa

Iker Rioja Andueza

Vitoria —
14 de julio de 2025 21:46 h

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Las abundantes lluvias -y el pedrisco “del tamaño de avellanas”, según testigos presenciales- que cayeron en la Rioja Alavesa en la tarde-noche del viernes y la réplica en algunas zonas afectadas el domingo han causado daños muy importantes en la comarca, particularmente a su motor económico, las viñas. Ya antes presentaban problemas por el hongo mildiu. Hay quien tira de tópicos: “tormenta perfecta”, “la gota que colma el vaso” o “llueve sobre mojado” son expresiones muy socorridas. Las primeras estimaciones apuntan ya a una pérdida de entre el 25% y el 30% de la superficie total de las tierras del vino y adelantan una campaña mala. “Algunas viñas ni las vamos a vendimiar”, se resigna Juan Antonio Viñegra, bodeguero de la localidad de Navaridas, uno de los pueblos más tocados junto con Villabuena de Álava y Samaniego.

Las intensas precipitaciones del viernes estuvieron acompañadas de granizo, fortísimas rachas de viento y aparato eléctrico. En Villabuena de Álava, por ejemplo, se superaron los 50 litros por metro cuadrado. En otros puntos de Álava como Nanclares de la Oca o Legutio los pluviómetros marcaron registros más altos, pero las circunstancias hicieron que los daños por las riadas fuesen especialmente graves en algunos puntos de la Rioja Alavesa. “Se salió el cauce del río”, confirma Iñaki Pérez, el alcalde del PNV de Villabuena de Álava, de menos de 300 habitantes. Hay caminos destrozados y vídeos de las barricas con barro.

Viñegra dispone de un recipiente propio para medir la lluvia en sus tierras. Tiene una capacidad de 35 litros. El viernes se le llenó y no fue capaz de acumular “por lo menos otros veinte”, calcula. El domingo, “en cuestión de diez minutos”, se llenó hasta los 33 litros también, aunque esta segunda tormenta seguida fue más suave en otros puntos. Es el equivalente a un quinto del total anual en la comarca. “Tenemos los hondones anegados. Ha habido granizo también. Hay viñas bastante afectadas. Y veníamos del mildiu. Algunas viñas ni las vamos a vendimiar”, confirma este bodeguero.

En la Cadena Ser, Agroseguro ha informado de que este lunes, primer día laborable tras las incidencias, se han presentado en muy pocas horas reclamaciones sobre 1.600 hectáreas afectadas. Es como todo Samaniego y Villabuena de Álava. “Los agricultores están a la expectativa”, confirma Pili Garmendia, la alcaldesa de EH Bildu en Samaniego, también de unos 300 habitantes. Los seguros cubren el pedrisco, como también los daños por heladas, pero no el mildiu y otras enfermedades en las plantaciones, por ejemplo. Hasta ahora, en lo que va de 2025, se habían duplicado los tratamientos para estas patologías.

“Es lo que nos faltaba en Rioja Alavesa. Hemos visto los vídeos de las riadas de este fin de semana. Entre el azote del mildiu, el oidio también y ahora las granizadas... Es la gota que colma el vaso”, ha señalado en Radio Vitoria Edurne Basterra, de la unión agroganadera alavesa UAGA. “Va a haber muchas explotaciones que tendrán que cerrar la puerta porque no van a poder llegar a pagar todos los costes. Ya es hora de que se pongan medidas encima de la mesa”, ha agregado. La asociación de bodegas ABRA se ha reunido este lunes y se citará con el Gobierno vasco este martes. De momento, no quiere hacer comentarios.

Desde la Diputación, Ramiro González aprovechó el fin de semana para visitar en primera persona algunas de las zonas afectadas. “Vamos a estar junto a los municipios y la ciudadanía. Nuestra prioridad ahora es dar respuesta a las necesidades más urgentes y acompañar al sector agrícola y vitivinícola en lo que pueda suponer esta situación”, señaló el diputado general desde la Rioja Alavesa. “Hay gran desolación y desánimo en los viticultores después de estos años de malas campañas y de esta situacion de mercado complicada, pero seguro que con la profesionalidad del sector y el apoyo de las administaciones se saldrá adelante”, ha dicho también al respecto la consejera vasca de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, Amaia Barredo, que admite que el impacto de las tormentas ha sido “muy fuerte”.

Pérez, el alcalde de Villabuena de Álava, arranca la semana con “todo recogido” pero con mucha incertidumbre. La economía de su municipio depende “en un 100%”, sin matices, de la buena salud del sector vinícola. Todo son viñas y bodegas y lo que no lo es, las tiendas o la hostelería, dependen del motor económico principal también. “Preocupación”, resume al otro lado del teléfono.

Su colega de la vecina Samaniego, Garmendia, alerta de la incidencia del cambio climático. “Entre un calor extremo o muchísima agua la cosa está complicada. Se aprecia un cambio en Samaniego. Toda la vida hemos tenido mucho viento norte. Ahora prácticamente no refresca. Se nota. Se nota mucho”, apunta. En Labastida, una de las cabeceras de la comarca, el alcalde Daniel García, del PP, se felicita de que al menos estas tormentas no afectaran de modo relevante a su zona. “Para lo malo y a veces para lo bueno, estamos lejos”, cuenta.

“Todavía queda un mundo hasta la vendimia. Puede haber más tormentas u otro ataque de mildiu. Hay que ir semana a semana. En cuanto me deje la tierra, en cuanto se seque un poco, las trataré otra vez [las vides]. En cinco años hemos tenido sequía, ahora esto, el año pasado no hubo mildiu pero no salió mucha uva y la que tiró fue pequeña, ... Esto del campo es así. Muy complicado. Bajo un invernadero todo está más controlado, pero a la intemperie dependes del cielo”, explica el producto Viñegra desde Navaridas.

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