El Gobierno vasco confirma su apuesta por un salario mínimo más alto en Euskadi, aunque no como “imposición”

Aunque se había desmentido desde el Gobierno vasco que el estudio sobre un salario mínimo interprofesional diferenciado para Euskadi por tener un mayor nivel de vida iba a apuntar a una cifra de 1.390 euros, como adelantó CCOO tras una reunión con el equipo del vicelehendakari y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, el socialista Mikel Torres, finalmente se ha propuesto una referencia de hasta 1.385 euros (en 14 pagas) para la negociación colectiva. Supera a los 1.184 euros del SMI oficial estatal (también en 14 pagas). Torres, en una rueda de prensa, ha insistido en no es una “imposición” porque Euskadi no tiene competencias para ello, pero sí una “propuesta orientativa” para los acuerdos entre patronal y sindicatos en un contexto en que el 87% de la población empleada está cubierta con convenios.
El Gobierno concede que “la cobertura del SMI” en Euskadi es más corta por el mayor coste de la vida. El Ejecutivo destaca que, según el estudio elaborado 'ad hoc' para esta materia con medios propios pero tras la contratación externa de la empresa privada Ikertalde, “el rango estimado para el salario mínimo de convenio en Euskadi oscilaría entre 1.268 y 1.385 euros brutos en 14 pagas, lo que supone un incremento de entre el 7 y el 17% respecto al SMI estatal”. “Esta horquilla guarda coherencia con el mayor coste de vida en Euskadi, estimado entre un 7 y un 11% superior al conjunto del Estado”, se ha dicho.
Como ha remarcado Torres, presentar este documento era un compromiso del Gobierno y una exigencia del Parlamento, que incorporó expresamente en los presupuestos una enmienda para ello. No es el SMI propio vasco demandado por EH Bildu o los sindicatos ELA y LAB, sino una referencia para que en la negociación colectiva haya un compromiso de las partes con un mínimo más alto que el legal por las diferentes circunstancias económicas. Sin embargo, la patronal Confebask ha rehuido por sistema la mesa en las que se ha tocado este asunto y que, como novedad, es de los pocos foros que reúne a todos los sindicatos, ELA, LAB, CCOO y UGT.
“Fuera de la cobertura de la negociación colectiva se encuentran 48.300 personas trabajadoras, de las cuales, más de la mitad se corresponden con personas empleadas del hogar (algo más de 27.000 personas), en su mayoría mujeres. Además, se estima que solo un 3,1% de las personas trabajadoras a tiempo completo se verían beneficiadas de una subida del SMI. Por ello, el documento subraya que el verdadero reto está en extender la cobertura de los convenios colectivos a quienes hoy quedan fuera: personas con contratos a tiempo parcial, temporales o externalizados, en su mayoría mujeres”, ha puntualizado también el Gobierno. Se ha dado el dato de que aún 23.000 personas cobran por debajo del SMI tal y como está configurado ahora.
Torres ha querido dar tal realce a la iniciativa que se ha hecho acompañar en la presentación del estudio sobre el SMI en Bilbao de tres viceconsejeros, Elena Pérez Barredo (Trabajo), Iñaki Ruiz (Economía) y Alfonso Gurpegui (Empleo). Desde su equipo han indicado que, para obtener la cifra, ha aplicado como metodología o el 50% salario bruto o el 60% salario neto para dar la cifra máxima de 1.385 euros. Es “razonable”, “prudente” y “compatible” con la capacidad económica de Euskadi, se ha dicho. Eso sí, se ha apuntado que la “regionalización” del SMI en España puede acarrear “posibles efectos negativos”, como el “desplazamiento de trabajadores” entre territorios o “competencencia desleal”.
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