Aplauden a la organización de la clásica ciclista de Donostia por no haber invitado en 2025 al equipo de Israel

El movimiento BDS de boicot y sanciones a Israel se ha congratulado de que este año no participe el equipo Israel-Premier Tech en la 44ª edición de la Clásica de ciclismo de Donostia. Según informa Efe, el colectivo ha considerado que las movilizaciones del pasado año, cuando sí acudió el equipo israelí, “han influido” en ello.
“Israel-Premier Tech entendió perfectamente que no es bienvenido en Euskal Herria y este año ha decidido no acudir”, destaca el movimiento propalestino BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones). La agrupación afirma que un responsable de la organización de la carrera con el que se han reunido les ha comunicado la ausencia del equipo de aquel país.
Este colectivo pide a los organizadores, equipos, afición deportiva vasca, “y en esta ocasión especialmente al mundillo ciclista”, que atiendan “a la llamada del boicot deportivo” de BDS y rechacen “a los equipos y deportistas que actúan en nombre de Israel o bajo su bandera”. “Israel debe sentir en su piel que no aceptamos su trayectoria criminal y que no es bienvenido en Euskal Herria”, añade BDS. Además, también anima al público “a expresar su solidaridad con el pueblo palestino el día de la carrera y durante el recorrido, con banderas y otros símbolos, especialmente en el último kilómetro”.
La subida de Murgil, el punto decisivo del recorrido
Por otro lado, la organización de la Clásica de Donostia ha revelado ya el recorrido de la edición 2025. Constará de 211 kilómetros con seis puertos puntuables y un trazado apropiado para escaladores al situar la última cima a diez kilómetros de meta. El vencedor del año pasado fue el suizo Marc Hirschi. En las pruebas de 2022 y 2023 fue Remco Evenepoel quien se posicionó en lo más alto del podio. Todavía se desconoce la lista de participantes de este año, pero se espera que ciclistas de perfiles similares a los de los vencedores de las ediciones pasadas sean los favoritos para vencer en la Clásica de este año.
La prueba de 2025 tendrá la habitual salida y llegada desde el Boulevard donostiarra. A su vez, el recorrido combina la dureza de puertos recurrentes como Jaizkibel, la verdadera criba con el anterior trazado, o la exigente cota de Erlaitz, aunque ahora sobresale la subida a Murgil, que será probablemente donde se decida esta carrera. Murgil, de segunda categoría, presenta rampas del 20 % y se integra en un perfil de carrera que suma más de 4.150 metros de desnivel- Según la organización, “es uno de los recorridos más exigentes de todo el calendario World Tour”.
Esta clásica está incluida en el UCI World Tour como una de las pruebas de un día de mayor renombre, sólo por detrás de los denominados “monumentos del ciclismo” que conforman la Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y el Giro de Lombardía.
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