La red de distribución de hidrógeno movilizará en Euskadi hasta 400 millones de inversión y afectará a 50 municipios
La red troncal de distribución de hidrógeno verde movilizará en Euskadi entre 350 millones y 400 millones de inversión en su primera fase, y afectará a 50 municipios vascos, uno de cada cinco. En total, serán 163 kilómetros repartidos en dos tramos conectados con el resto del eje de la cornisa cantábrica: el Reocín-Arrigoriaga, con alrededor de 38 km en territorio vasco; y el Arrigoriaga-Haro, con aproximadamente 125 km, que convertirá a Euskadi en un centro neurálgico del mercado del hidrógeno, con un potencial nodo de agregación en la proximidad de Bilbao y Vitoria, donde se agrupan futuros proyectos de producción y consumo, relacionados con el ámbito industrial. En esta primera fase está previsto que arranquen las obras en 2028 y que esté ultimada en 2030, para arrancar después las redes de hidroductos que conectarán con el valle de Ayala y sus industrias, y la conexión de Bergara-Irún y después con Francia.
Representantes de los Gobiernos central, vasco y Enagás han escenificado este lunes la apuesta por la generación de hidrógeno verde como fuente de energía renovable en el objetivo de dar pasos hacia la descarbonización de cara al año 2050 y de Euskadi como uno de los centros neurálgicos del desarrollo de esta energía, arropando al más alto nivel institucional la apertura del proceso de partipación pública de la Red Troncal de Hidrógeno en Euskadi, es decir, de un periodo en el que organizaciones, entidades, personas físicas o municipios afectados por el paso de la red, en total 50, podrán realizar las aportaciones o alegaciones que consideren oportunas. En principio, el 80% de la red de hidroaductos en Euskadi discurrirá por el subsuelo de forma paralela a la de los conductos del gas, lo que minimiza el impacto ambiental.
Aún así, dentro del Plan de Participación Pública (PCPP), que estará abierto hasta el mes de diciembre se han organizado una serie de encuentros en los diferentes municipios afectados para explicar el proyecto: 30 en Bizkaia, 7 en Gipuzkoa y 13 Álava. En Bizkaia los municipios afectados por la red son Muskiz, Zierbena, Santurtzi, Abanto Zierbena, Ortuella, Valle de Trápaga, Galdames, Barakaldo, Güeñes, Alonsotegi, Bilbao, Arrankudiaga, Arrigorriaga, Ugao-Miraballes, Zaratamo, Zeberio, Usansolo, Bedia, Lemoa, Igorre, Amorebieta- Etxano, Dima, Durango, Iurreta, Garai, Izurtza, Abadiño, Berriz, Elorrio y Atxondo. En Gipuzkoa Elgeta, Bergara, Oñati, Arrasate-Mondragón, Aretxabaleta, Eskoriatza y Leintz-Gatzaga; y en Álava, Okondo, San Millán, Barrundia, Elburgo, Arrazua-Ubarrundia, Legutio, Zigoitia, Vitoria, Iruña de Oca, Armiñón, Berantevilla, Zambrana y Labastida.
El acto institucional ha tenido lugar en el Puerto de Bilbao, una elección que no es casual, ya que en esas instalaciones se está construyendo la planta de Petronor, la electrolizadora, con una potencia de 10 MW, destinada a la fabricación de hidrógeno verde. La presentación ha contado con la participación del lehendakari, Imanol Pradales, el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, Mikel Jauregi, y el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo. Además, han participado alcaldes y concejales de las localidades por las que transcurrirá la red, además de representantes de los principales actores industriales y empresas de la cadena de valor del hidrógeno de Euskadi.
El lehendakari ha defendido la necesidad de descarbonizar lo más rápidamente posible el modelo económico y de desarrollo vasco sin perder competitividad. “Nos jugamos nuestro empleo, la cohesión social, el progreso tecnológico y el equilibrio ambiental” y “nuestra autonomía estratégica”, ha dicho. Pradales ha señalado que Euskadi está dando pasos para situarse en la vanguardia de la transformación energética y ha apuntado que “el desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno es una de las apuestas estratégicas de Euskadi”. Ha ratificado la voluntad decidida del Gobierno vasco por participar activamente en el desarrollo de esta red a través del Ente Vasco de la Energía (EVE).
Ha recordado, además, que el desarrollo de la economía del hidrógeno además de la descarbonización supone una oportunidad de poder generar nueva industria en torno a los combustibles renovables y de transformar algunas infraestructuras energéticas que favorezcan la descarbonización como la que afecta a la planta de BBE (Bahía de Bizkaia Electricidad) ubicada en el puerto de Bilbao, que actualmente genera electricidad partiendo del gas como combustible. La nueva infraestructura de hidrógeno abre la puerta a que el gas sea sustituido por el hidrogeno verde lo cual reduciría las emisiones de Euskadi y le acercaría a los objetivos de cero emisiones a 2050.
El secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, ha apuntado que “el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del IDAE, ha movilizado ya más de 3.000 millones de euros en ayudas para el desarrollo del hidrógeno renovable”. “Es una apuesta materializada ya en más de 100 proyectos, nueve de ellos en Euskadi, que están movilizando unos 6.000 millones en inversión. Pero el potencial de estos proyectos, grandes y pequeños, se desplegará cuando estén interconectados entre sí con la red troncal de hidrógeno, que actuará como el eje vertebrador del sistema. Este proceso no sería posible sin la coordinación entre la Administración General del Estado, las comunidades autónomas y Enagás, designada por el Consejo de Ministros como operador de la red troncal. Y el proceso de participación pública que iniciamos hoy es una parte esencial de este camino”, ha señalado.
Por su parte, el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, ha destacado que “Euskadi ya es hoy un hub energético e industrial clave en Europa y reforzará este posicionamiento gracias a su rol crucial en la Red Troncal de Hidrógeno”. “A través del Plan de Participación Pública, los municipios, administraciones y la ciudadanía vasca contribuirán al desarrollo de esta infraestructura y a la descarbonización. El hidrógeno verde tendrá un impacto económico y social muy relevante en Euskadi”, ha dicho.
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