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Omertà Real

Azahara Alonso/DK

Un duque, un ducado, un testamento ¿falsificado?, una herencia –discutida– y una importante colección de arte. Si a esta cancioncilla le agregamos el protagonismo, a la par estelar y velado, de la Casa Real, tendremos una trama de más de tres décadas y a la que parece que hay que referirse con la boca pequeña.

Manfredo de Borbón y Bernaldo de Quirós, “tío Manfredo” para la familia y Duque de Hernani para el resto, contaba en su pinacoteca con casi 700 cuadros no precisamente de mercadillo, ya que algunos de ellos llevaban la firma de Tiziano, Rembrandt, Goya o Carpaccio. Un segundo Museo del Prado, según dicen.

A día de hoy, semejante joya de colección está en disperso y casi desconocido paradero: a pesar de ser inexportables, algunos de los cuadros están expuestos en el Metropolitano de Nueva York, en el Meadows Museum de Dallas o en el Museo de Chicago. Y otros..., pues ni se sabe.

Lo primero que uno tiende a preguntarse al leer esto es cómo esta “dejadez” es posible, más aún cuando en su momento el Instituto de Patrimonio Histórico certificaba la existencia de las 681 obras pertenecientes al Duque de Hernani.

Si movido por la curiosidad uno indaga, la cosa se complica.

“Tío Manfredo” no tenía más familia que los Méndez de Vigo, rama nacida de los hijos de su padrastro, a la cual se mantenía muy allegado. Especialmente estrecha era la relación con su sobrino Francisco Javier Méndez de Vigo y del Arco, al que todas las evidencias apuntaban como sucesor en el ducado y heredero del patrimonio. Sin embargo –y aquí está el nudo– a la muerte del duque apareció un testamento en el que dejaba el patrimonio en herencia a su viuda Teresa Mariátegui, y el ducado (oh sorpresa), a Margarita de Borbón, hermana del Rey.

Aquí las malas (y/o veraces) lenguas hablan de la falsificación de la firma del testamento, de la no publicación en el BOE del Real Decreto por el que se cedía el título nobiliario a la infanta Margarita y de la manipulación, por parte de la Casa Real, de la viuda del duque, probablemente indiferente a la colección de arte de su marido. Desde entonces la despechada familia Méndez de Vigo ha tratado de llevar a los tribunales a la Familia Real en repetidas ocasiones en un intento vano por recuperar lo que, afirman, les pertenece. Otras veces han sido ellos los querellados (por injurias al Rey, dimes y diretes).

Y con estas cosas de la Casa Real ya se sabe, quien quiera entender, que entienda. Al interesado no le va a faltar la literatura on-line que rellene los huecos de una manera verídica (y tal vez con tino).

Pero por si acaso se nos olvida con todo este entramado que lo importante aquí, más allá de las enemistades entre la aristocracia y la realeza, es la Colección Duque de Hernani, Ascensión de las Heras Ladera, diputada de Izquierda Unida, formuló el pasado día 14 de marzo en el Congreso una serie de preguntas: “¿Tiene conocimiento el Gobierno acerca del paradero de los cuadros que pertenecieron al Duque de Hernani?” (…) “En su caso, y por su indudable valor e interés, ¿tiene previsto el Gobierno realizar alguna investigación y, si ello fuera necesario, adoptar las medidas oportunas para recuperar los cuadros que pertenecieron a la colección de arte del Duque de Hernani, y que en la actualidad se encuentran expuestos en prestigiosos museos de fuera de España, unos, y otros posiblemente en manos de coleccionistas privados?”.

¿No creen que podemos conocer de antemano la respuesta? Omertà.

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