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La pequeña asesinada en Valladolid estaba herida el día en que los Servicios Sociales debían visitarla en su domicilio

Rosana, tía de la niña muerta, en la rueda de prensa del sábado.

Laura Cornejo

La niña de cuatro años asesinada a golpes en Valladolid, presuntamente a manos de su madre y la pareja de esta, ya estaba herida el 28 de julio, el mismo día que los Servicios Sociales debían visitar el domicilio familiar. La cita fue anulada por la madre “por motivos laborales”, según la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León. 

Ese mismo día, según la versión que han dado de los tíos de la niña en una rueda de prensa el sábado, tras comprobar que la menor tenía un hematoma en el ojo, y después de que la madre les echase de casa, llamaron a la Policía Municipal, a la Policía Nacional e intentaron, sin éxito, contactar con Servicios Sociales, que no contestaron. 

Así, la tía de la niña ha recordado que el 11 de julio se produjo una denuncia por parte de una pediatra de un hospital privado que observó posibles signos de maltrato en la niña, lo que provocó que la madre tuviese que declarar en comisaría.

Tres días después, los dos hermanos de la madre conocieron a su nueva pareja, con quien la menor evitaba el contacto. El tío se dio cuenta de que la niña tenía un dedo hinchado, por lo que la llevó al centro de salud de Íscar (Valladolid), desde donde se la derivó al Hospital Clínico. Allí informó de que sobre la madre pesaba una denuncia pero, siempre según su versión, en el hospital le dijeron que era “una cuestión que no afectaba” al motivo por el que estaban atendiendo a la pequeña.

El hombre volvió a ver a la niña y a su hermana el 21 de julio, cuando las llevó al cine, y notó a la pequeña “apagada, triste y retraída”. Siete días después, el 28, tras intentar contactar telefónicamente con la madre de la niña, se acercó a la vivienda sobre las 15.30 horas. Se encontraron en el portal y subieron juntos al piso. Allí estaba el novio de su hermana, semidesnudo, y aplicando hielo en el ojo a la niña. La explicación que dio al hematoma e inflamación que presentaba fue que se había dado un golpe. Cuando quiso llevarse a la niña al hospital, su hermana se negó, por la denuncia que tenía pendiente, por la que podían quitarle la custodia, y acabó echándole de casa.

A partir de ese momento, y hasta las 19.00 horas empezaron a realizar llamadas a Policía Local, Nacional, y Servicios Sociales, si bien con estos últimos no pudieron contactar porque nadie cogió el teléfono. La versión de los tíos es que Policía Local y Nacional “se pasaron la pelota”, si bien eldiario.es ha tenido acceso a un informe fechado el 7 de agosto, que contradice gran parte de su versión. Fue realizado por el agente de la Policía Local que atendió una única llamada a las 18.30 horas.

En esa comunicación, “una mujer que no se identifica requiere información de lo que puede hacer por un problema que tiene con su hermana”, de la que facilita dirección, y que “no quiere dejarles entrar en casa ni a ella ni a su hermano”. Cuando se le preguntó de quién era la vivienda, contestó que de su hermana, con la que querían estar porque “la asistente social” les había indicado que estuvieran un poco a su cuidado porque estaba “un poco depresiva”.

En ningún momento, según el informe, se menciona al novio de la madre, una de las claves del caso, ya que la madre nunca habló de él cuando la Policía la interrogó por el presunto maltrato que sufría su hija menor, sino que apuntó al padre, al que acusó de maltrato psicológico y no descartó que hubiese pegado a la niña.

La Policía explica que la tía contó que querían ver a su sobrina, que tenía un hematoma en la cara porque, según les había explicado la madre, se había caído de una silla “días antes” (los Servicios Sociales habían visto a la madre y a las dos menores el día 26, sin que reflejasen que la pequeña tenía un golpe en la cara).

No la llevaron al médico

Al teléfono se puso también el tío, que explicó al agente que había estado con su hermana en la casa y que había visto a la niña con un cardenal en la cara, que le había dicho que la llevase al médico pero que la hermana no había querido porque ya se lo había curado ella y acabó echándole del piso.

El agente le preguntó si consideraba que podía tratarse de un delito de violencia sobre su sobrina y dijo que no, pero que la hermana no quería llevarla al médico para “evitar pasar por lo que sucedió hace meses, que la llevó al médico y que quisieron acusarla de malos tratos, no se pudo demostrar pero no quería que volviese a pasar”.

En el escrito se refleja además que se insiste al tío de la niña si considera necesario llevarla a un centro médico,  y que éste había manifestado que no, pero que quería pasar más tiempo con ellas. También se les informó de la posibilidad de que acudiese un servicio de Policía, o que acudiesen al Juzgado de Guardia, para que el juez tomase las medidas oportunas, ante lo que contestó que si hacían algo, sería en el juzgado. “No se envió servicio, porque las personas que solicitan información de lo que pueden hacer, restaron importancia a la situación, sólo querían estar un poco pendientes de su hermana, por la situación que atravesaba”, finaliza el informe. 

El 2 de agosto, el novio de la madre dio aviso al 112 porque la pequeña estaba “muy mal”. Ingresó en el Hospital Clínico Universitario en parada cardiorrespiratoria. Los médicos consiguieron reanimarla, pero estaba clínicamente muerta y se la desconectó al día siguiente. La niña tenía signos de maltrato y abuso sexual. Desde entonces, tanto la madre como su novio están en prisión.

La niña asesinada tenía una hermana de 12 años que está bajo la tutela de la Junta. Sus tíos pretenden ahora pedir su custodia además de personarse en el caso para ir contra la madre.

Aseguraron además que tenían una cita el 2 de agosto con los servicios sociales, y que estos la anularon horas antes sin dar explicaciones. No supieron que la niña agonizaba en el hospital hasta las 19.00 horas. Además de la supuesta falta de respuesta policial, destacaron las deficiencias en la atención al caso, que se ralentizó también en los juzgados.

Este diario intentó recabar las versiones de la Gerencia de Servicios Sociales y de la Policía Nacional, con los que no se pudo contactar.

La consejera de Familia, Alicia García, dará explicaciones este lunes en una Comisión Extraordinaria en las Cortes. Además, el portavoz de Justicia de En Comú Podem, Jaume Moya i Matas, ha registrado una pregunta en el Congreso para que el ministro de Justicia Rafael Catalá, explique si el fallo de LexNet tuvo algo que ver en la lenta tramitación judicial del caso, que estuvo diez días paralizado en el Decanato y no llegó hasta el juzgado de Instrucción correspondiente hasta el mismo día en que la niña murió.

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