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Sanidad ve injustificada la alarma por el consumo de panga

Pescado panga.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha afirmado este viernes que no está justificada “en absoluto” la alarma creada por el consumo de panga, cuya entrada en Canarias, precisa, cumple con los controles sanitarios.

La polémica por el consumo de panga surgió tras la intervención del catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Luis Serra, quién se preguntó por qué los escolares canarios en lugar de consumir otras especies como sardinas, viejas, samas o chernes, comen panga, “que es un pez de piscifactoría del río Mekong en Vietman, uno de los más contaminados del mundo”.

Sanidad indica que el panga o pez gato del Mekong es un pez de acuicultura de agua dulce y el que se comercializa en España procede fundamentalmente de Vietnam y presenta una composición nutricional similar a la de otras especies de pescado blanco marinas o de agua dulce.

Agrega que este alimento destaca por su baja proporción en grasa y colesterol, posee escasa cantidad de ácidos grasos poliinsaturados, poco omega 3, así como su suave textura y ausencia de espinas, lo que lo hace especialmente atractivo para los niños.

Sanidad indica que la entrada de productos de origen animal en la Unión Europea procedentes de países terceros dentro del territorio comunitario conlleva el cumplimiento de varios requisitos como que el país figure en una lista de países autorizados previamente por la UE, que los productos provengan de un establecimiento autorizado por la UE en el país tercero y que se haya expedido un certificado sanitario.

En el caso concreto del panga, la Consejería indica que el certificado sanitario que acompaña cada partida está firmado, además de por un funcionario, por un veterinario expresamente autorizado y con firma reconocida, y dicho certificado incluye una serie de garantías adicionales sobre el producto.

Las partidas que entran en la UE por los puntos de inspección fronteriza (PIF) son sometidas a controles sanitarios, y si durante los mismos se detecta una partida que no cumple la legislación comunitaria, la partida se destruye o se devuelve.

Sanidad recuerda que en el año 2010, debido a la alarma social que se creó sobre una posible contaminación de este producto se llevó a cabo en los PIF de toda España un control reforzado sobre todas las partidas que se importaban y se comprobó que la contaminación de la que se hablaba no era cierta.

Según datos facilitados por la Subdirección General de Sanidad Exterior de Canarias, durante el año 2016 se han presentado en los PIF un total de 53 partidas de panga, que representan un total de 788.000 kilogramos a las se han realizado controles documentales y analíticos.

Solo una partida ha sido rechazada y lo fue por motivos documentales y las analíticas realizadas fueron en todos los casos conformes, agrega Sanidad.

Agrega que además de los controles realizados por Sanidad Exterior y dentro de los programas de control analíticos diseñados por la Dirección General de Salud Púbica, los inspectores de Salud Pública toman muestras aleatorias en los distintos establecimientos de destino, independientemente de los muestreos que los propios operadores económicos, como propietarios de las mercancías que comercializan, realizan dentro de su sistema de autocontrol, como forma de garantizar que los productos que importan y comercializa son seguros, contando para ello con asesores técnicos.

Explica que la presencia de arsénico en el panga no supone riesgo para la salud dado que la forma tóxica de dicho producto es la inorgánica y su presencia en peces es básicamente en forma orgánica y por tanto no existe riesgo de toxicidad por su consumo.

Al respecto señala que el arsénico, presente en el pescado en general, se encuentra de forma natural en el medio ambiente y no supone un riesgo al no ser la forma tóxica del mismo y recuerda que la UE evaluó ya en 2004 el riesgo de exposición al arsénico a través de la dieta confirmando que el arsénico que se encontraba en el pescado es la forma orgánica del mismo.

Sanidad aclara que corresponde a los centros educativos y a la Consejería de Educación el control de la mejor oferta de alimentos de calidad en los comedores escolares, siguiendo las recomendaciones de este departamento.

En este sentido recuerda que en 2013 se puso en marcha el Programa de Comedores Escolares, que incluía un diagnóstico de la situación con una consulta a través de la Consejería de Educación, en la que participaron el 96 por ciento de los centros públicos con comedores escolares de Canarias.

Al analizar el resultado se pudo observar que la oferta de fruta en los menús era baja, y se detectó un exceso de oferta de lácteos como postre y en relación al pescado, la oferta máxima recomendada según el documento de indicadores de la estrategia NAOS de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) se cumplía en un 97%.

Además precisa que en la estrategia NAOS, desarrollada junto a las comunidades autónomas, se ha elaborado un documento de consenso sobre la alimentación en los centros educativos, en el que se hacen recomendaciones en la frecuencia de consumo, tamaño de las raciones en los comedores escolares según cada grupo de edad, entre otros muchos aspectos.

Concluye que en 2015 Sanidad participó con Educación en recomendar los criterios a seguir en los pliegos de contratación de los menús escolares y el consumo de pescado, se recomendó su oferta de 1 a 3 veces a la semana, intercalando pescado blanco y pescado azul, limpio, sin espinas y sin piel.

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