Desempleados, no parados. Una entrevista de trabajo. Una tesitura a la que todos nos hemos enfrentado alguna vez. Carlos, precisamente profesional de recursos humanos, recibe a Ana, que quiere un puesto en la empresa. La situación es ficticia pero con ella practican y a ello aspiran los 17 integrantes de la lanzadera de empleo de Dos Hermanas (Sevilla). Enfrentándose a casos reales, aprenden a abordarlos con mejor disposición. Llevan entre tres y cuatro meses poniendo todo su empeño en aumentar sus capacidades y en aprender cómo acceder a un cada vez más difícil y competitivo mercado laboral, ese que un día les invitaron a abandonar o que aún no han llegado a tener la oportunidad de conocer.
La primera impresión al llegar al Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) de Andalucía Emprende es el buen rollo entre sus participantes. Están viendo un vídeo, el que acompaña esta información. Lo acaba de elaborar Andrés, un licenciado en Comunicación Audiovisual todo ilusión por dejar atrás las becas y las prácticas y dar el salto. Andrés sale del aula y los compañeros evalúan oralmente su obra. Una crítica constructiva siempre bajo la complicidad de José Ángel, coordinador de la lanzadera. Entre todos comentan que Andrés está cualificado para desempeñar este tipo de trabajos (proyectado este mismo jueves en un Foro de Empleo organizado por el Ayuntamiento) y que está superando unas barreras propias que, a veces, limitan a las personas la posibilidad de ver más allá de un, a priori, inalcanzable puesto de trabajo.
Una suerte de terapia de grupo, en positivo, “una llamada a la acción” como dice Esther, “un empuje” para sentirse más fuerte en la búsqueda de empleo, “multiplicando oportunidades” como reza su lema. Es lo que buscan básicamente aquí, aumentar sus posibilidades de encontrar trabajo, aprender a conocerse mejor y poder implementar una especie de autoanálisis DAFO (debilidades, fortalezas, oportunidades y amenazas). Carlos, mientras, pasa por las mesas enseñando el logo que ha creado para su inminente empresa, “¿os gusta?”. Ilusión y esperanza entre todos.
Con edades entre 24 y 55 años, de sus bocas no paran de salir consejos que se dan continuamente los unos a los otros. Cada cual tiene su particular historia. Recién licenciados, desempleados desde hace más de dos años (“vengo para hablar con gente del trabajo sin echarme a llorar”, señala sincero Juan Carlos) o pasando por primera vez por el desagradable trance del paro. “Ponerse las pilas”, “no quedarse estancada”, “otra forma de buscar empleo”, “no sentirme sola en esto”, “una oportunidad para moverme”, “desarrollas mis habilidades”, etc. Coletillas que, no por ser tópicos, dejan de ser motivaciones cotidianas para personas paradas, perdón, desempleadas.
Siguen una estructura de funcionamiento similar al de una cooperativa de trabajo. Los participantes se constituyen en departamentos y reparten las tareas, enfocadas a un mismo objetivo: acceder al mercado laboral o crear empresas. La manera de trabajar se basa en las técnicas de coaching, con José Ángel, en este caso, como entrenador o dinamizador del grupo. Él deja hablar. Ellos hablan y suman. El proyecto, como bien se aprecia, se basa en la cooperación mutua.
“Sonriendo más en la entrevista ya tienes mucho ganado”, le apuntan a Ana. Expresar ilusión por conseguir un trabajo, un consejo que tienen y venden a cada frase. Las personas desempleadas interactúan en un contexto de confianza donde comparten experiencias, formación e información que mejora sus posibilidades a la hora de la búsqueda de empleo y el desarrollo de proyectos propios de autoempleo. “Vales una barbaridad pero tienes que aprender a venderte”. Ahí queda.
Los participantes mantienen sesiones individuales y grupales de coaching, trabajan la inteligencia emocional, la comunicación y la creatividad. También conocen nuevas técnicas de elaboración y presentación de currículos, analizan cómo afrontar las entrevistas de trabajo, desarrollan mapas de empleabilidad y aprenden a trabajar la marca personal, a diferenciarse y posicionarse mejor en el mercado laboral. Abordan la búsqueda de oportunidades de negocio, la creatividad y los pasos a seguir para crear empresas. Los pasos los están dando.
Más información:
MAPA: ¿Dónde están las lanzaderas de empleo de Andalucía?
Sobre este blog
En Andalucía, en la última década, se ha producido un incremento sin precedentes en la tasa de creación de empresas, que ha sido apoyado por las iniciativas adoptadas por los distintos poderes públicos y privados. Y detrás de cada empresa creada, hay una historia, esfuerzo, ilusión y mucho sacrificio. Lo que nosotros llamamos ADN emprendedor.
