Los cinco mayores ejemplos del fracaso del diálogo en el Parlamento de Andalucía (I)
Todos los asuntos que tienen que ver con reformas de peso y que exigirían un máximo consenso se han atascado en el Parlamento de Andalucía. Es más, hay cuestiones que han entrado nuevos esta legislatura, pero otras vienen de la pasada y van camino de seguir para la próxima. Forman parte, eso sí, del debate de manera permanente, ya sea como elemento de propaganda o de confrontación, pero sobre todo, escenifican el fracaso de la apuesta por el diálogo de la que todos presumen desde que para los políticos se convirtió en centro de su preocupación la desafección de la ciudadanía escenificada como nunca el 15M.
Renovación de órganos
Es el mejor ejemplo de la incapacidad en esta materia. Hay órganos cuya composición depende del Parlamento de Andalucía que tienen el mandato caducado y bajas sin cubrir, como son el consejo de administración de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA) desde hace más de tres años y el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) desde hace casi año y medio; con problema de vacantes, como el Defensor del Pueblo; o que les quedan meses para entrar en esta situación, como la Cámara de Cuentas de Andalucía el último trimestre de 2017.
Tanto en el caso de la RTVA como el CAA, donde la renovación se quiere hacer coincidir con una reducción de sus estructuras y por tanto exige un cambio en sus respectivas leyes, la situación supone que los dos partidos de nueva incorporación en el arco parlamentario -Podemos y C's- sigan sin haber participado nunca en su composición, donde los miembros son elegidos a propuesta de los diferentes grupos. Por ello es un caso que refleja perfectamente que la gestión de la pluralidad se enreda por intereses que ninguno confiesa pero a nadie se le escapan. [En este artículo ya ahondábamos las cinco cuestiones que todos los partidos esquivan en relación a la RTVA y el CAA].
En la reunión a la que instó Podemos hace unas semanas, y a la que sorpresivamente fueron todos los grupos pese a que el PSOE y el PP mostraron recelos desde el principio, quedó en evidencia que efectivamente el interés por desbloquear la RTVA (y por extensión el CAA) sólo lo tienen algunos.
Ley de la Cámara de Cuentas de Andalucía
Más allá de que a finales de año haya que afrontar la renovación de tres de los consejeros que conforman la Cámara de Cuentas, objeto en vísperas de las últimas elecciones autonómicas de una burda maniobra del PSOE y el PP para garantizarse su hegemonía, el órgano tiene pendiente desde la pasada legislatura el compromiso de reforma de la ley que lo rige.
Eso sí, es un compromiso que está en todos los pactos y discursos que se precien. De hecho, en el pacto de gobierno del PSOE e IU estaba el compromiso de “reforzar las medidas de control y supervisión sobre la gestión de lo público de la Cámara de Cuentas”. En el pacto de investidura de PSOE y C's figura la reforma de esta ley como una de las 70 medidas que firmaron. Y en la relación de 135 compromisos de Susana Díaz con su toma de posesión, también.
El caso es que el último capítulo en esta cuestión fue el debate en el pleno el pasado mes de abril de una proposición de ley de IU para reformar la ley de la Cámara de Cuentas, en el que era el tercer intento de la coalición de izquierdas esta legislatura por desbloquear la situación. Fue abortado por PSOE, PP y C's, que tumbaron la tramitación de la propuesta.
Eliminación de los aforamientos
Ésta es también una cuestión exigida por C's con el pacto de investidura, dado que considera que los diputados del Parlamento de Andalucía deben perder el derecho a por ejemplo ser juzgados por un tribunal y no por un juez como el resto. Después de haber transcurrido dos años sin ninguna señal que permita vislumbrar que se camina hacia ello, en la reunión del pasado mes de mayo entre Susana Díaz y el líder de C's Juan Marín acordaron incluirla entre las cuestiones que iban a “priorizar”.
Paradójicamente, mientras C's -con la llave de gobierno en los dos casos- no dudó en garantizar la eliminación de la inviolabilidad de los diputados en Murcia porque se veía acorralado por los escándalos del PP, en Andalucía se ha resignado a relegar este tema por la desgana de sus socios.
Reforma de la Ley Electoral de Andalucía
Este cambio, que garantizaba para las próximas elecciones autonómicas la posibilidad de introducir novedades como un reparto más representativo de la relación voto-escaño o la obligación de listas abiertas, se mueve también en aguas pantanosas. El grupo de trabajo constituido para ello, y que por cierto era el segundo en dos años que se creaba para lo mismo tras fracasar el primero, ha decidido posponer sus conclusiones.
De hecho, hay quien en C's está convencido de la imposibilidad de llevarlo a efecto esta legislatura y aceptan que puede ser uno de los puntos del pacto de investidura que no se cumpla, pese a estar en el llamativo bloques de medidas relacionadas con la regeneración democrática.
Reforma del reglamento del Parlamento de Andalucía
Sometido a seis reformas la última década, el reglamento no termina de responder a contradicciones que han llegado a convertir en una guerra su interpretación. La más grave terminó en el Tribunal Constitucional, que obligó a modificar la composición de la Mesa de la Cámara tras un recurso del PP. Y la historia puede que no haya terminado porque IU, víctima de la ejecución que se hizo de esa sentencia, ha acudido a su vez en el mismo TC, que lo ha desestimado, si bien la coalición de izquierdas no descarta recurrir esta decisión.
Siendo éste el caso más grave, y de nuevo consecuencia de las tensiones para dar respuesta a un nuevo arco parlamentario mucho más fragmentado, no es el único porque precisamente por enfrentarse el partido que gobierna a que no tiene mayoría absoluta en la cámara, previamente se tuvo que retorcer el reglamento, de la mano del socialista Juan Pablo Durán (presidente de la institución) para poder evitar que la oposición tomara las riendas de las iniciativas legislativas, incluyendo más exigencias.
Si se mira hacia el Gobierno de Andalucía, ninguna de las dos reformas legislativas importantes, la de Ley Electoral de Andalucía y la de la Cámara de Cuentas, están incluidas en el calendario legislativo del Gobierno de Andalucía para 2017, es decir, no tiene compromiso de presentar ni anteproyecto ni proyecto de ley este año. Como tampoco lo están las reformas en las leyes que rigen la RTVA y el CAA, cuya renovación se quiere hacer coincidiendo con ello para disminuir sus miembros.
Sus aliados, por su parte, han encontrado mucho más rentable que sus propuestas de regeneración de la democracia el poder apuntarse medidas de rebajas fiscales o sumarse a la bandera de iniciativas legislativas como la Ley del Emprendimiento, recién iniciada su tramitación parlamentaria, y que en realidad es un compendio de lo que había con la etiqueta de que “en Andalucía se convierte en derecho emprender”.