La primera corrala de Málaga ya tiene fecha de desalojo: el 3 de octubre
La de este viernes ha sido una mañana movida en el Ayuntamiento de Málaga. Una decena de personas, entre ocupantes de la corrala La Buena Ventura y simpatizantes, había pasado la noche en la acera del Paseo del Parque, frente al consistorio, reclamando el cumplimiento de un compromiso traicionado por el corte de suministro del agua que se había producido sin aviso durante la madrugada anterior. Pasado el mediodía, han obtenido la palabra del alcalde, Francisco de la Torre: el agua volvería por la tarde. Pero apenas minutos después, recibían la confirmación de que, el 3 de octubre, las 13 familias deberán abandonar el edificio: es la fecha de lanzamiento fijada por el Juzgado de Primera Instancia 19 de Málaga.
La Buena Ventura es la primera de las autodenominadas corralas de Málaga. Desde febrero, varias familias, la mayoría jóvenes, con hijos y sin apenas ingresos, habitan este edificio propiedad de Bankinter. El pasado 15 de julio se celebró una vista en la que comparecieron algunos de estos ocupantes, y este viernes un auto ha confirmado lo que casi todos esperaban: si no se marchan antes, su lanzamiento será el 3 de octubre. Contra esta resolución no cabe recurso alguno.
El edificio, además, ha sido vendido por la entidad financiera. Sin embargo, José Cosín, abogado de los ocupantes, interpreta que el auto “insta a las administraciones al auxilio de las familias”. La resolución no les reconoce nada respecto a este inmueble, pero les abre la puerta a ejercitar “el derecho a una vivienda digna y a una protección de una situación de desamparo ante los poderes públicos competentes”.
Los afectados habían decidido acampar frente al consistorio invocando una moción aprobada por unanimidad durante el pleno del pasado 3 de junio: “El Ayuntamiento de Málaga pondrá a disposición de las familias que se han realojado en las llamadas Corrala Las Luchadoras, Corrala La Buena Ventura y la Comunidad La Esperanza todos los recursos sociales y de vivienda disponibles, al mismo tiempo que se ofrece a asesorar, mediar y acompañar a estas familias en la búsqueda de la mejor solución a su situación (…)”.
Isidro tiene 24 años y vive en la corrala con su mujer y dos hijos. “Yo no voy a la calle con mis dos niños. Y tú me ves, que no paro de luchar. Y si me echan, tendré que buscar otra”, comentaba durante la concentración, donde ha habido momentos de tensión porque inicialmente ha llegado información de que los trabajadores de la empresa municipal de agua, EMASA, estaban sellando el hueco de la toma de agua. “La orden es que esté resuelto esta tarde. ¿Que están sellando? Eso es contradictorio con la orden de devolver el agua”, les ha reconocido el alcalde ante sus protestas. El regidor también les ha pedido que sean “educados y correctos” en su trato con los vecinos porque, según asegura, han recibido quejas.
Poco después, quien media con los concentrados es Francisco Pomares, delegado de Derechos Sociales. Explica que los equipos sociales han estado en contacto con los vecinos, pero que en el caso de esta corrala la mediación es “imposible”, porque no existe una cédula de habitabilidad para el edificio. “Eso es, todavía, una obra”, recalca. “Podemos ayudarte a entrar en un piso, pero no pagarte un piso de por vida”, le dice a Isidro en el transcurso de un largo diálogo. Entonces Isidro cuenta su historia entre lágrimas, y explica por qué no puede pedir ayuda familiar: “Con 15 años me escapé con mi mujer, y nuestras familias están enfrentadas, con muertos, desde hace 30 años. Es el amor, ¿qué le hago?”.
“Vosotros tenéis que planificar, porque os quedan dos meses. Empieza a moverte, porque tienes energía de sobra para sobrevivir, habiendo pasado lo que has pasado”, le anima el concejal. “Yo me voy todos los días con la bici a preguntar. Soy jardinero pero le meto mano a todo… Y me ven con los tatuajes, y no me cogen”, se lamenta Isidor, que no solo lleva el nombre de José y Ester, sus hijos, uno en cada brazo. También a su familia, en el pecho: “Los Isidro”.
Sobre las cuatro de la tarde, los dos operarios que estaban sellando el hueco de la toma de agua han sido sustituidos por una nueva cuadrilla, que procede a devolver la conexión. Ya hay agua en Ventura Rodríguez, 17. Las familias tienen agua, pero la solución de hoy caduca el 3 de octubre, cuando si nada cambia serán desalojadas de la Corrala La Buena Ventura.