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Ciudadanos 'juega' a distanciarse del PSOE en Andalucía

Susana Díaz fue investida presidenta de Andalucía gracias al apoyo de Ciudadanos

Olga Granado

La sintonía que ha mostrado Ciudadanos con el PSOE-A desde que facilitó la investidura de Susana Díaz, permitiéndole a la presidenta controlar en su minoría situaciones clave (las más claras son la ralentización de la comisión de investigación sobre el fraude de la formación, la aprobación de los presupuestos autonómicos de 2016 y el bloqueo de iniciativas legislativas en la Mesa de la Cámara) no pasa por sus mejores momentos. El partido liderado por Juan Marín en Andalucía ha endurecido un poco su postura y se ha unido a los demás partidos de la oposición (PP-A, Podemos e IU), tanto en la propia comisión de investigación como en dos asuntos que se le han atragantado al Gobierno del PSOE-A y en los que el resto de la oposición ha encontrado una grieta para minar su imagen: las escuelas de hostelería de Málaga y el servicio de atención temprana para menores de 6 años con riesgo de sufrir trastornos en su desarrollo.

Desde Ciudadanos insisten en que ellos continúan con su agenda y cumpliendo los compromisos que adquirieron con los ciudadanos en las urnas, y que no han dejado de hacerlo. Pero lo cierto es que parecen querer desprenderse de la imagen de “muleta” del PSOE-A, máxime cuando se está negociando la investidura del futuro presidente del Gobierno de la Nación, donde Ciudadanos aspira a tener un papel clave. De hecho, pese a que tanto el PSOE-A como Ciudadanos han negado siempre que tuvieran un pacto que no fuera el de la investidura, han trasladado que la relación iba más allá y hasta el momento se lo habían puesto cómodo a Susana Díaz. Pero las elecciones generales han cambiado el escenario. Basta con ver el cambio de actitud de los de Juan Marín en apenas unas semanas y especialmente con tres gestos.

Comisión de investigación

El primero de ellos, en la comisión de investigación. Pasadas las elecciones generales del 20 de diciembre, Ciudadanos, cuyo diputado Julio Díaz la preside, ha decidido imprimir un nuevo ritmo a la misma y ha propuesto que las primeras comparecencias -las del interventor general de la Junta de Andalucía y los ocho provinciales- empiecen ya. Esto ha indignado mucho en el PSOE-A, que incluso pretende impugnar el acuerdo adoptado por los otros cuatro grupos.

Pero ha ido a más: Ciudadanos ha confirmado que pedirá la comparecencia de Susana Díaz, lo que también harán el PP-A y Podemos, por lo que no le quedará más remedio a la presidenta que comparecer. Desde el PSOE-A insisten en que no ha lugar esta comparecencia porque Díaz no formaba parte del Gobierno de Andalucía en el periodo investigado (2002-2011). Pero el PP-A recuerda que sí era secretaria de Organización de su partido (primero en el provincial y luego en el regional) y debe aclarar “si se pagaron sedes del PSOE-A con fondos de formación”, como acusa el PP, mientras que Podemos se centra en que explique su responsabilidad en que no haya convocatorias para estas subvenciones desde 2011, cuando fue la última.

Cabe recordar que Juan Marín empezó con timidez en este asunto. El pasado mes de septiembre, cuando se aprobaba la creación de la comisión de investigación, decía que no iban a vetar esta comparecencia si la pedía otro grupo. Pero días después daba un paso más y confirmaba que la iban a pedir ellos, cosa que ya habían confesado a los medios de comunicación en los pasillos del Parlamento de Andalucía, pero que hacía oficial después de que lo dijera el presidente de su partido, Albert Rivera, por lo que dejó la sensación de que no era idea suya. En todo caso, este martes se pondrá por escrito cuando su grupo registre el listado de comparecientes que propone.

Escuelas de hostelería

El segundo ejemplo está con la integración de los consorcios escuela en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) promovida por el Gobierno de Andalucía para solucionar la crisis en estos centros de formación sobre los que pesaban meses de impagos a sus plantillas y/o falta de programación. Cuando todavía no se ha resuelto la situación en tres de ellos, las escuelas de hostelería de Málaga, se ha iniciado una campaña a su favor, como la liderada en Twitter por los principales cocineros del país, lo que ha puesto todos los focos en Susana Díaz, mientras intenta llegar a finales de enero con una solución definitiva.

En este contexto, Ciudadanos se ha unido a la petición de un pleno extraordinario para que el consejero de Empleo, Empresa y Comercio, José Sánchez Maldonado, dé explicaciones sobre el tema. Lo piden también el PP-A, Podemos e IU, mientras que para el PSOE-A sería suficiente con esa comparecencia en comisión parlamentaria. Este martes, la Diputación Permanente del Parlamento de Andalucía tomará una decisión sobre las dos propuestas.

Atención Temprana

La tercera fisura con Ciudadanos puede salirle a Susana Díaz con la atención temprana, un asunto especialmente sensible dentro de las defensa de las políticas sociales y su pensamiento volcado “en las personas” que ha convertido en su bandera. La Consejería de Salud presentaba esta última semana un decreto con el que intenta convencer a su socio de que no respalde la proposición de ley registrada por Podemos y que ya cuenta con el beneplácito del PP-A e IU. Los votos de Ciudadanos podrían convertirla en la primera ley de la legislatura emanada de las filas de la oposición. De momento, Ciudadanos está a la espera de conocer a fondo el decreto y también la proposición de ley, pero no descarta votarla con las enmiendas que puedan elevar cuando sea debatida en pleno, lo que podría producirse en febrero.

No es un cambio de rumbo homogéneo, porque Ciudadanos no apoya la petición del PP-A de un pleno extraordinario orientado a que comparezca Susana Díaz -que también se verá este martes- y de hecho los populares lo han usado para insistir en que son un “apéndice” del PSOE-A. Pero se está produciendo. Ya lo avisaba Juan Marín en el último pleno, justo después de las elecciones generales, donde le pedía a Díaz “la misma responsabilidad” que había mostrado él para su investidura de manera que hiciera valer su influencia en el PSOE para que ocurriera lo mismo en el caso de La Moncloa y no tener que ir a una repetición de comicios. Con el incierto panorama, Ciudadanos también juegas sus bazas desde Andalucía.

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