Las muertes de inmigrantes en la Frontera Sur española aumentaron un 48% en 2015
Fuera máscaras. Según la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), el discurso institucional europeo y español ha decidido en los últimos meses “abandonar el teórico respeto de los derechos fundamentales” de las personas inmigrantes y ha llevado a la práctica lo que ya se venía advirtiendo con la puesta en marcha de la regularización de las 'devoluciones en caliente', la potenciación de las vallas, la implementación del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), el incremento de fuerzas operativas, etc, para el “control y represión de las migraciones”. “El 'éxito español' en la gestión de la Frontera Sur ha sido aplaudido y presentado como modelo a nivel europeo, y en gran medida el mismo esquema se ha reproducido en el bochornoso acuerdo suscrito entre la UE y Turquía”, considera Carlos Arce, coordinador del Área de Inmigración de APDHA.
“En esto, tristemente a España se le puede asignar el papel de pionera”, expresa lacónicamente Arce en el informe 'Derechos Humanos en la Frontera Sur 2016', que anualmente presenta la APDHA acerca del control de fronteras y la gestión de los flujos migratorios por parte de la UE y España. Este año, el enfoque de los análisis se ha centrado en lo que ocurre en el Este europeo, si bien los datos reflejan, a falta de cifras oficiales por parte del Ministerio del Interior, el número de inmigrantes que llegaron a España en 2015 por Andalucía, Ceuta, Melilla, el Levante, Baleares o Canarias (16.111) es el más alto desde 2008, con un incremento del 28% respecto a 2014.
“Como hemos afirmado mil veces, no se pueden poner puertas al campo. Por más que Europa lo intente, los muros se muestran incapaces de contener la falta de futuro y esperanza”, apunta Rafael Lara, coordinador del Área de Solidaridad de APDHA. Según el seguimiento efectuado por la asociación, en 2015 perdieron la vida intentando llegar a España no menos de 195 personas (de ellas se localizaron 64 cadáveres y el resto -131- quedaron desaparecidas), un aumento del 48% respecto al año pasado (131).
“Los 'resultados' de la represión de los flujos es considera un 'modelo' para Frontex y la propia UE”, ha comentado Lara, quien lamenta “la consecuencia de las políticas inmorales de la Europa-fortaleza, de la
que España es profesora aventajada“, y ”moralmente intolerable para un país democrático y respetuoso de los derechos humanos“.
Durante la presentación del informe en Sevilla, el coordinador apunta que varios ministros europeos, entre ellos David Cameron, citaron a España como un ejemplo a seguir en la lucha contra la inmigración en el Consejo Europeo de abril del pasado año. Una apreciación que se confirma en el reciente 'Informe Conjunto de la Comunidad África-Frontex correspondiente a 2015'Informe Conjunto de la Comunidad África-Frontex correspondiente a 2015' en el que se afirma que la ruta del oeste africano a las Canarias está bloqueada gracias a los esfuerzos conjuntos de España, Senegal, Marruecos y Mauritania. En dicho informe, según Lara, también se destaca la importancia de los acuerdos de readmisión entre Marruecos y España, el aumento de las unidades de las fuerzas marroquíes destinadas a controlar la migración y, en el caso de Ceuta y Melilla, los efectivos destinados a proteger las vallas y el desmantelamiento de los campamentos de migrantes en la cercanía de dichas ciudades.
“Creciente ritmo represivo”
Desde se viene produciendo un incremento continuado de llegada de inmigrantes por la Frontera Sur que discurre paralelo a “un paulatinamente creciente ritmo represivo que ahonda en la falta de respeto de los derechos fundamentales de las personas migrantes que tratan de acceder a territorio español o europeo”, apunta APDHA, que destaca que las cifras proporcionadas por diferentes fuentes ofrecen muchas dificultades para la evaluación precisa del fenómeno migratorio en España. El principal límite se refiere a la dificultad para evaluar con precisión el
alcance de la intervención de Marruecos, Argelia, Senegal o Mauritania, advierten.
Según el informe de Amnistía Internacional hecho público el pasado noviembre 'Miedo y Vallas: los planteamientos de Europa para contener a los refugiados', España ha gastado 22.000 euros diarios entre 2005 y 2013 para la instalación y mantenimiento de las vallas en las fronteras de Ceuta y Melilla, ha incidido APDHA.
El informe de este año pone el foco, además de en las personas inmigrantes en las fronteras de Ceuta y Melilla, y la “institucionalización de las vulneraciones de derechos humanos” en la gestión de los flujos migratorios, en la situación que sufren las mujeres porteadoras en la frontera y el fin del derecho de asilo en Europa. En lo que se refiere a Andalucía, Salvamento Marítimo atendió a 3.369 personas habiendo derivado a Marruecos 2.691. En total
intervino en la asistencia a 6.060 personas en 457 pateras.
Por otro lado, los menores llegados a Andalucía (magrebíes no acompañados y subsaharianos de corta edad que venían con sus familias) han supuesto el 23% del total, en mayor medida magrebíes que subsaharianos. Los primeros son en general de mayor edad, entre 15 y 18 años, que viene no acompañados
y con un proyecto migratorio propio. En cambio los menores subsaharianos son pequeños, incluso bebés (de hecho 16 eran lactantes), y normalmente acompañados por sus madres. El 9% de los llegados eran mujeres, en su mayoría procedentes del África Subsahariana.
Otra de las cuestiones abordadas en el informe es la reactivación de la ruta de Canarias. Desde la punta de 31.678 llegadas/detenciones registradas en 2006, la ruta desde el África Occidental había dejado de ser utilizada, desviándose las rutas migratorias a los entornos de Ceuta y Melilla y en mayor medida a Italia, vía Libia. Sin embargo, en 2015 se ha producido un notable incremento de interceptaciones hasta llegar a las 844, prácticamente iguales a las 874 del seguimiento de Frontex, que casi triplican las producidas
en 2014.