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El Gobierno desoye a sindicatos y técnicos y prevé aumentar la exposición laboral al polvo que provoca silicosis

Trabajadores del silestone protestan por la distinción a Martínez-Cosentino

Javier Ramajo / Néstor Cenizo

El Gobierno quiere modificar al alza los límites de exposición en el trabajo a tres agentes cancerígenos, entre otros al sílice cristalina, una de cuyas variedades (sílice de cuarzo) es componente esencial de las encimeras de Silestone. Las partículas de este material son las causantes del aumento de trabajadores enfermos y fallecidos por silicosis, que en los últimos años se ha convertido en la principal enfermedad profesional de Andalucía.

Pese a la evidencia científica de que una mayor exposición al polvo de sílice de cuarzo (o sílice cristalina) provoca silicosis y aumenta la prevalencia del cáncer de pulmón, el último borrador del Real Decreto que modifica el Real Decreto 665/1997 duplica los valores máximos de exposición, en contra del criterio del Instituto Nacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, el órgano científico técnico de la Administración para la prevención de riesgos laborales. También duplica los límites de exposición al bromoetileno y triplica el de la acrilamida.

El aumento de este límite es un bandazo en la tramitación del Real Decreto. El borrador anterior mantenía el límite actual, fijado desde 2015 en el 0,05 mg/m3/jornada de trabajo, siguiendo el criterio del INSST. En cambio, el nuevo borrador, al que ha tenido acceso eldiario.es Andalucía, prevé duplicar la concentración máxima de polvo de sílice cristalina a la que puede exponerse un trabajador, hasta el 0,1 mg/m3/jornada laboral.

“Una decisión política ha desechado el trabajo técnico y riguroso del instituto”, lamenta Óscar Bayona, técnico superior en prevención de riesgos laborales de la Secretaría Confederal de Salud Laboral de CCOO. La Confederación Europea de Sindicatos (ETUC) también ha dado ya la voz de alarma a través de un contundente comunicado difundido este pasado martes, donde pide al Gobierno español “que no sacrifique la salud de los trabajadores”.

Fuentes del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social indican a este periódico que “no existe una redacción definitiva” del Real Decreto y que “el asunto todavía no se ha trasladado al Consejo de Estado”, por lo tanto “todavía” no tienen “nada que comentar” al respecto.

UGT y CCOO reclaman la revisión de los valores antes de la aprobación del Real Decreto en el Consejo de Ministros. El Ministerio esgrime que el proyecto “ya no impone normas más restrictivas en España que en otros estados miembros”, por lo que se corrigen “desigualdades competitivas”, según trasladan a este medio los sindicatos, que cuestionan que para competir mejor se aumente el riesgo de que los trabajadores sufran silicosis y cáncer de pulmón.

Cambio de criterio tras las alegaciones de la patronal

La modificación que prevé el Gobierno es para trasponer una directiva europea (la Directiva 2017/2398) que tiene que estar antes de enero y que amplía a 14 las sustancias cancerígenas. En las tres citadas, ya reconocidas en España, el Gobierno amplía la exposición permitida. La Directiva 2017/2398 fija el valor máximo en 0,1 mg/m3/jornada laboral, pero permite a los estados reducir o mantener los límites si ya eran inferiores, como es el caso de España. De hecho, el informe aportado por el INSST durante la tramitación de la norma estatal explica que las empresas españolas “ya deben de haber aplicado medidas de control para reducir los niveles de exposición a valores por debajo de 0,05 mg/m3”, por lo que recomendaba mantener este tope.

El documento del INSST alertaba de que existe un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón “al aumentar la exposición y la duración de la exposición” al sílice de cuarzo. El organismo señalaba que la prevalencia del cáncer se vincula a la silicosis y aumenta cuanto más grave es esta enfermedad. La OMS establece en 0,04 el valor umbral sugerido para evitar la silicosis, por lo que los técnicos pedían que se mantuviera el límite del 0,05.

Sin embargo, el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ha decidido ignorar este criterio, según denuncian los sindicatos CCOO y UGT, que indican que el Gobierno ha aceptado las alegaciones de las mutuas y la patronal, integradas por un total de 42 empresas, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT).

Óscar Bayona informa a este medio que la sede del INSST acogerá precisamente este jueves 24 la jornada 'Un paso adelante frente a sustancias peligrosas' en el marco de la Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo promovida por la Agencia Europea (EU-OSHA), con la participación de los interlocutores sociales (UGT, CCOO, CEPYME y CEOE), y a la que se prevé la asistencia de asociaciones de afectados por silicosis de Andalucía, Extremadura, Euskadi y Galicia, con quienes los sindicatos tratarán de reunirse para “articular una protesta” por la situación comentada en esta información.

Sorpresa en los sindicatos

“Se trata de un cambio de criterio que el Gobierno en funciones ha introducido en el último momento y de espaldas a los sindicatos”, señalan fuentes sindicales. Está previsto que el nuevo Real Decreto entre en vigor en enero de 2020. El aumento del valor máximo de exposición al sílice cristalina ha sorprendido a los sindicatos que, en el marco de una consulta pública, habían propuesto que se mantuvieran los topes de las sustancias cuyo límite de exposición profesional fuera inferior al de Directiva.

Este era el criterio del borrador de Real Decreto de 8 de enero, que recogía la propuesta sindical y una Memoria Abreviada de Análisis Normativo en la que se justificaba la propuesta de mantener los valores más protectores. Aquel borrador mencionaba explícitamente la necesidad de atender al criterio más protector. Ahora, esas alusiones han desaparecido, “reduciéndolas a una mera recomendación que no tendrá ninguna virtualidad en la práctica”, según los sindicatos.

El actual límite de exposición al sílice está vigente desde 2015; el del bromoetileno, causante de cáncer de hígado, desde 2000; y el de la acrilamida, vinculada a tumores de páncreas, desde 1999, según CCOO. “La propuesta supone un retroceso de al menos dos décadas en el nivel de protección frente a estas sustancias”, insisten CCOO y UGT, que prevén “un grave deterioro del nivel de protección de la población laboral expuesta”.

Especialmente preocupante, según las fuentes, es el caso del polvo sílice, debido al gran volumen de población trabajadora expuesta y al repunte de casos de trabajadores enfermos por silicosis, del que ha venido informando eldiario.es Andalucía. Según el INSST, la silicosis incrementa el riesgo de padecer cáncer de pulmón.

Silicosis, principal enfermedad profesional de Andalucía

La prevalencia de la silicosis, tradicionalmente vinculada a la minería, ha aumentado en Andalucía hasta convertirse en la principal enfermedad profesional. Supone el 18,55% de las enfermedades profesionales declaradas, según la monografía 'Comunicaciones de sospecha de enfermedades profesionales 2009-2016', elaborada por el servicio de Vigilancia y de Salud Laboral de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, que relaciona el aumento de la enfermedad con los aglomerados de cuarzo.

Las partículas de sílice se expulsan al ambiente en forma de polvo durante los procesos de corte, tallado y pulido de las encimeras de aglomerado de cuarzo, que en España fabrica exclusivamente el gigante empresarial Cosentino bajo la marca Silestone.

El Silestone es un compactado que contiene en torno al 80% de sílice y cristobalita. Sólo para pulir 5 milímetros cada tablero se generan unos 500 kilos de polvo, según explicó a este medio una fuente que conoce al detalle el proceso. La exposición prolongada a la inhalación de este polvo provoca una silicosis especialmente virulenta, según relató a eldiario.es Andalucía el doctor Andrés Rabadán, que ha liderado un equipo de detección en la provincia de Cádiz.

Los 279 casos de silicosis comunicados entre 2009 y 2016 afectan especialmente a trabajadores de marmolerías que cortaban ese producto sin las medidas de seguridad adecuadas. Cosentino, que emplea a unos 1.900 trabajadores en su fábrica de Cantoria (Almería), explicó a este periódico que ha registrado “menos de 25 casos de silicosis”. La empresa ha reubicado y suscrito contratos de confidencialidad con empleados afectados por la enfermedad. Este medio ha contado los casos de dos extrabajadores de Cosentino fallecidos por esta enfermedad.

Francisco Torrico, portavoz de Marea Sindicalista, que representa a trabajadores de Cosentino afectados por silicosis, denuncia que para elaborar el nuevo Real Decreto “no se ha tenido en cuenta a los afectados”. “Si con el límite del 0,05 se enferma con ocho años de exposición, al pasar a 1 las contaminaciones pueden producirse en cuatro años”, advierte.

Actualmente Cosentino está reduciendo el peso de su producción de Silestone y potenciando otro producto, el Dekton.

Una incidencia de 8.680 muertos en Europa

Según la evaluación de impacto que publicó la Comisión Europea en 2016, el polvo de sílice es un cancerígeno al que están expuestos 5.300.000 trabajadores en Europa, de los cuales un 26,8% en España, el país de Europa con mayor población laboral expuesta. El mismo informe señala que adoptar un límite de 0,05 mg/m3 frente al de 0,1 mg/m3 reduciría en 8.680 las muertes atribuibles al polvo de sílice en Europa durante los próximos 60 años.

La directiva pide que “en la medida que sea técnicamente posible” se sustituyan los elementos carcinógenos o mutágenos, y admite que no se puede establecer un nivel mínimo de riesgo cero. Torrico señala que, al adoptar el máximo común de 0,1 mg/m3 para el polvo de sílice, la norma europea está tomando como referencia la minería. “Pero para el aglomerado de cuarzo se necesita otra cosa”, señala, puesto que llega a los pulmones inhalado en pequeñísimas partículas.

De hecho, los otros dos países europeos productores de aglomerados de cuarzo, Portugal e Italia, han fijado un límite del 0,025, incluso inferior al hasta ahora vigente en España. Este es también el valor máximo recomendado por la entidad de higiene laboral referencia en Estados Unidos (Conferencia Americana de Higienistas Industriales Gubernamentales, ACGIH por sus siglas en inglés), que ha indicado que ese valor “intenta prevenir la fibrosis pulmonar, que constituye un factor de riesgo para el cáncer de pulmón”. Fijar un valor superior supone un “incremento significativo en el riesgo de mortalidad por cáncer de pulmón en el trabajo con arenas de sílice”, según un trabajo del INSS, que cita varios estudios científicos de referencia.

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