Once familias sin recursos ocupan un edificio vacío en Córdoba
Once familias, que suman alrededor de una veintena de personas, han ocupado un edificio de viviendas vacío en el barrio de Ciudad Jardín de Córdoba. Las familias, que proceden de distintas zonas de la ciudad – Huerta de la Reina, Moreras y Margaritas, entre otros- y entre las que se incluyen varios niños y algunas mujeres embarazadas, sostienen que no tienen otra alternativa de vivienda y han ocupado este inmueble ante la falta de un techo.
Las once familias sin recursos ocupan el edificio desde el pasado lunes, día en el que todos los miembros se trasladaron hasta allí con mantas y algunas pertenencias “para sobrevivir”, relata uno de ellos, Francisco Cortés, en representación del resto. “No tenemos trabajo, se nos han acabado las prestaciones, algunos llevamos varios años solicitando una vivienda y no podemos irnos a la calle a vivir”.
Explican, además, que cada una de estas familias proviene de una situación similar en la que no cuentan con una vivienda propia: “A varios nos han desahuciado por no poder pagar un alquiler, otros nos habíamos metido a vivir con los padres pero no cabemos todos en la misma casa, otros han vivido durante un tiempo en un coche, en un trastero o donde han podido”.
Las viviendas en las que se han metido no tienen suministro de agua ni luz, ni muebles en las cocinas. Algunas de las familias han puesto sus propias cerraduras en las puertas y muestran las mantas y esterillas sobre las que han pasado estas noches, con velas para iluminarse. Relatan que, ante la falta de un techo propio, tuvieron conocimiento de que este inmueble se encontraba “vacío desde años porque la inmobiliaria que lo construía quebró” y ahora, según algunas fuentes, es propiedad de un banco.
Desde que el lunes se metieron en el edificio, nunca lo dejan vacío. Tienen “miedo de que vengan a echarnos y cambien las cerraduras” y candados que han puesto ellos mismos. Así que mientras a lo largo del día unos van a por provisiones, a asearse a casas de familiares o a alguna cita médica, siempre hay varios de ellos que se quedan vigilantes en el inmueble.
Identificación policial y contacto con Stop Desahucios
Cuentan que las primeras noches han recibido la visita de la Policía Local –el lunes incluso los desalojaron pero después volvieron a ocupar el edificio- y denuncian que los agentes actuaron “con amenazas, patadas e insultos para echarnos de aquí”. A algunos de ellos los identificaron “porque les dimos el DNI por debajo de la puerta para no abrirles”, cuenta Cortés. La última noche, sin embargo, ha sido más tranquila y la Policía no se ha presentado en el edificio.
En los próximos días, las once familias esperan poder instalarse mejor en las viviendas. “No nos negamos a pagar un alquiler social, pero no vamos a irnos a vivir a la calle”, argumentan. Ninguno de ellos piensa en marcharse. De momento, además, algunas de las familias se han puesto en contacto con la plataforma Stop Desahucios, para ver cómo pueden encauzar su situación dentro del colectivo y contar con la ayuda de quienes organizadamente luchan para que no haya familias sin vivienda.
