El PSOE-A será “generoso” en el reparto de cargos en el Parlamento pero “no a cambio de nada”
Los socialistas negocian contrarreloj un gran “acuerdo institucional” con el resto de partidos para que el próximo jueves se constituya un Parlamento que represente fielmente la proporcionalidad que salió de las urnas el 22 de marzo. Las conversaciones se centran ahora en la conformación de la Mesa de la Cámara, el órgano de gobierno de la institución que organiza el trabajo interno y decide sobre las iniciativas políticas que se tramitan. La Mesa la forman siete miembros: el presidente o presidenta, que será socialista, tres vicepresidencias y tres secretarías. El Reglamento del Parlamento asegura que todos los grupos cuenten con un miembro en la Mesa e incluye la posibilidad, cambiando una Disposición Adicional, de ampliar a un vocal más que tenga voz pero no voto, una opción a la que todos los partidos están abiertos excepto Podemos. A partir de ahí empieza la negociación. El PSOE defiende que la aritmética les otorga tres puestos en la Mesa, porque la votación es nominal (cada partido propone a una persona para cada cargo) y, al ser la fuerza mayoritaria, los candidatos socialistas acapararían la presidencia, la primera vicepresidencia y la primera secretaría.
El PP, con 33 diputados, ha dejado claro que aspira a dos miembros en la Mesa. Ciudadanos asegura que la pelea por el reparto de puestos en la Cámara no es su “caballo de batalla” y Podemos, en principio, se niega a ampliar el número de representantes. El partido de Teresa Rodríguez es el único que no se sentó la semana pasada con el PSOE. Lo harán este martes por la mañana. Los socialistas han vuelto a reunirse este lunes con la delegación del PP. Un poco antes, el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, garantizaba que su partido será, “como siempre, generoso” en la negociación de la Mesa del Parlamento pero, preguntado por si estaría dispuesto a ceder algún cargo, fue tajante: “No a cambio de nada”. Aunque el PSOE insiste en separar las conversaciones para configurar el Parlamento de la negociación de la investidura de Susana Díaz, todo está íntimamente relacionado. En este terreno, de momento, el diálogo está muy enconado. La dimisión de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que exigen Podemos y Ciudadanos como condición sine qua non, bloquea la negociación.
Los socialistas van a intensificar el diálogo con todas las fuerzas políticas, pero si consiguieran amarrar la abstención del PP en la segunda vuelta del debate de la investidura (todos los partidos votarán en contra en la primera vuelta), la elección de Susana Díaz no encontraría ya ningún obstáculo. La primera votación se celebrará previsiblemente el 29 de abril pero, si el PSOE no logra los apoyos suficientes, la investidura podría alargarse hasta después de las municipales, algo que beneficiaría a todas las formaciones excepto al PSOE. Si este escenario se produjera, sería una “gran irresponsabilidad”, ha advertido Cornejo. El número dos de los socialistas ha vuelto a apelar a la “responsabilidad” de todos los partidos para cumplir con el mandato de las urnas y les ha pedido que “no obstruyan” la decisión de los andaluces. “Que dejen gobernar a la lista más votada o que presenten una alternativa”, ha reiterado. Los socialistas recuerdan continuamente que la única alternativa posible a la investidura de Díaz es que se unan el PP y Podemos. “No pueden estar sumidos en una negación sin plantear alternativa”, critican.
En otro orden de cosas, Cornejo ha querido dejar claro que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tiene “todo el apoyo” del PSOE andaluz y que no se sienten “aludidos” de los dardos que, en una entrevista televisiva, lanzó el expresidente del Gobierno Felipe González sobre la necesidad de respaldar y ser leales al actual líder socialista. Por otra parte, Cornejo no ha entrado a valorar las declaraciones de Griñán sobre que en Andalucía no hubo “un gran plan pero sí un gran fraude” en torno a los ERE.