El sindicato Acaip tacha de “gran farsa” la inspección que descartó trato de favor a Pantoja en prisión
Una investigación “opaca, subjetiva, parcial y forzada”, “una gran farsa”. Las conclusiones de los Servicios de Inspección de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que, a comienzos de este mes, descartaron trato de favor hacia la cantante Isabel Pantoja en la prisión de mujeres Alcalá de Guadaíra (Sevilla) “son tajante y rigurosamente absurdas, hilarantes y la mayoría falsas”.
De este rotundo modo se expresa la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), sindicato mayoritario de funcionarios de prisiones, tras darse por concluido a efectos de la investigación los presuntos privilegios de la tonadillera dentro de prisión. Un “caso excepcional en la praxis administrativa penitenciaria”, impulsado “a iniciativa de un grupo de trabajadores” como presume Acaip, a la hora de denunciar un trato diferente a Pantoja desde antes incluso de su ingreso en la cárcel para cumplir la pena de dos años por blanqueo.
En una detallada contestación publicada en su página web, el sindicato lamenta que la actitud de la directora de la prisión, Isabel Cabello, consiste en “una absurda caza de brujas para intentar esconder lo obvio, su absoluta falta de profesionalidad”, denunciando “el amiguismo” mostrado hacia los inspectores durante los días en que estos tomaban declaración (“paseos, charlas, risas y desayunos conjuntos”), calificándo la situación de “inmoral y falto de ética”.
Pese a que el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, tras conocerse las conclusions de la investigación, saldara el asunto con un “queda todo claro” en una entrevista en RNE, el sindicato muestra su “rotunda oposición al modo de proceder de los servicios de inspección”. En ese sentido destaca que “el único fin perseguido” ha sido el de “cumplir con el guión preestablecido por el ministro del Interior”, Jorge Fernández, cuya actitud tildan de “reprobable”.
Colchones nuevos y un microondas
En ese sentido dice el documento que “echamos de menos un tercio de su interés en defensa de los millares de funcionarios públicos que bajo su responsabilidad trabajamos en condiciones laborales cada vez más penosas y precarias”. Critican “la utilización de la figura de la información reservada” para llevar a cabo la inspección con el fin de la “opacidad de la investigación” y califican de “arbitraria y tendenciosa” la selección de “aspectos parciales e inconexos” en la investigación para “construir una argumentación diseñada”.
Acaip lamenta que no se haya tomado declaración a todos los firmantes del escrito “para evitar” sus aportaciones y resume que fueron 56 los funcionarios apoyados por el sindicato mayoritario en instituciones penitenciarias los que pusieron en conocimiento del Ministerio la actitud profesional de la directora en relación a la cantante. “Que se publiquen íntegramente las declaraciones efectuadas por los funcionarios en Alcalá de Guadaíra”, solicitan, al tiempo que denuncian la “filtración interesada” de “contenidos parciales e incompletos”.
Entre los detalles que resalta Acaip está el hecho de que la Inspección “mezcla intencionadamente” las obras de mejora en el módulo A que estaban previstas con “las mejoras en la celda que se hicieron expresamente para acondicionarla para Doña Isabel Pantoja”. El documento relata que, antes de su ingreso en noviembre de 2014, se pintó el somier y las paredes, se pusieron colchones nuevos, se cambiaron los apliques de los interruptores y se le puso un microondas, que “venía reclamándose para la unidad de madres” para calentar los biberones. “Nunca antes ninguna presa 'estrenó' celda”, insisten.
Otra de las cuestiones denunciadas es que los libros de incidencias del módulo donde se encuentra Pantoja reflejan la “constante y diaria” presencia de la directora de la prisión, llegando a estar, según Acaip, más de una hora dentro de la celda de Pantoja “mientras la puerta permanecía encajada, provocando en más de una ocasión la lógica preocupación de los funcionarios”. Mientras, recuerda el documento, “en el módulo de madres con hijos se pasan las semanas sin ver a la señora directora” y “son muchas las internas que se hartan de echar instancias para poder hablar con ella y no lo consiguen”.