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El papel clave de Izquierda Anticapitalista en Podemos Andalucía, en juego con el veto de Pablo Iglesias

Jesús Rodríguez, de Izquierda Anticapitalista en Andalucía.

Olga Granado

Si hay un lugar en el que el partido Izquierda Anticapitalista (IA) ha jugado un papel clave en la construcción de Podemos ha sido en Andalucía. Esta organización ha participado desde el inicio en el proyecto de Pablo Iglesias. El peso de IA en Podemos se refleja en prácticamente la mayoría de los círculos andaluces. En las capitales de provincia es clave en la mayoría menos en Almería, Córdoba y Jaén, donde hay más reparto de fuerzas o dominio claro de los pablistas. Esto ha servido por ejemplo para que la portavoz en Almería, Lucía Ayala, haya sido una de las 25 personas seleccionadas por Pablo Iglesias para formar parte del nuevo equipo de trabajo destinado a organizar el proceso que configure a Podemos “como una fuerza política emanada del pueblo” y que culmina en la convocatoria de los días 18 y 19 de octubre en Madrid, donde se celebrará un momento clave de la asamblea constituyente de la formación.

En vísperas de este evento en Madrid, y cuando este viernes se inaugura en Sevilla la primera oficina con la que contará Podemos en Andalucía (calle León XIII) con la presencia de la eurodiputada y militante de IA Teresa Rodríguez, van a tener que tomar muchas decisiones. Entre otras, la de si aceptan el documento sobre principios éticos para la constitución de Podemos que ha propuesto Pablo Iglesias y que cerraría la puerta a los cargos orgánicos a personas que sean miembros de otros partidos, como es el caso de IA. Eso significaría, por ejemplo, que Teresa Rodríguez, -la cara más conocida de Podemos en Andalucía- no podría ocupar un cargo orgánico dentro de la nueva formación. Con esta propuesta se pretende evitar que Podemos termine como un partido en el que se sumen “arribistas” de otras formaciones, según explica el entorno de Pablo Iglesias. En la práctica, la medida podría traducirse en un modo de evitar que IA se haga con el control de Podemos especialmente en federaciones donde tiene una presencia destacada, como es el caso de Andalucía. No en vano, desde el equipo de Pablo Iglesias reconocen que es una propuesta que ha partido de los andaluces.

En IA no han encajado nada bien esta medida, sobre todo después de haber trabajado desde el principio en la construcción de Podemos. No son muchos -medio millar de militantes- pero sí tienen cierta trayectoria para contribuir a la puesta en marcha de Podemos: dos décadas de existencia si se suman sus orígenes en 1995 como Espacio Alternativo. IA ha visto cómo participando en la construcción de Podemos han logrado lo que no pudieron hacer en 2009, cuando concurrió por primera vez a las elecciones europeas y recibió 19.880 votos (0,13% y con un 0,26% en Barcelona como mejor resultado) en su primera cita con las urnas y, por tanto, no consiguió ningún escaño. En 2014 decidió no presentarse como IA y pedir el voto para Podemos.

“Hay mucha gente que quiere una dirección con contrapesos”

El profesor Jesús Rodríguez, miembro de la dirección de IA en Andalucía y militante de Podemos, explica que no comparten el veto porque “rompe con el principio de pluralismo del que debe hacer gala un proyecto como éste”. Entiende que no se puede frenar la presencia de “otras sensibilidades” con propuestas como la lanzada por el líder de Podemos, pero está convencido de que finalmente “se recapacitará”. En este sentido, es claro: “Tenemos el apoyo de mucha gente que quiere mantener la pluralidad del proyecto. Y hay mucha gente que quiere una dirección con contrapesos muy diversos y plurales”.

Descarta, sin embargo, que haya un interés de IA por hacerse con el control de Podemos en Andalucía. Reconoce que su presencia es muy destacada dentro de esta organización en la comunidad autónoma, pero insiste en que “ni IA ni el grupo de La Tuerka suman tanto como la gran mayoría del resto de la gente, proveniente de otros muchos colectivos y formaciones, que integra Podemos”.

Tampoco está de acuerdo IA con la decisión de no concurrir a las elecciones municipales con la marca, sino integrarse en otras formaciones de izquierda con el argumento del daño a la imagen que les pueda ocasionar el no tener margen suficiente para controlar las candidaturas y garantizar su pureza. IA cree que hay cierta estructura para, por lo menos, presentarse en las grandes ciudades “y así evitar que los partidos tradicionales puedan aprovechar el tiempo para armarse”. De hecho, Jesús Rodríguez opina que buscan “reaccionar pero sobre todo recomponerse” dado que “tienen una crisis de legitimidad importante”. Cree que las municipales son una buena ocasión de echar la maquinaria a rodar para estar preparados de cara a las autonómicas. “Podemos tiene que estar en las plazas importantes de cara a las municipales o nos quedamos fuera de juego”, apunta, convencido de que el problema del control de las candidaturas “tiene solución y se pueden montar equipos para verificarlas”.

Hay gente “con perfil” para encabezar una candidatura

Sobre el hecho de que Podemos no cuente todavía en Andalucía con una cara para encabezar una posible candidatura a las autonómicas, recalca que hay gente “con perfil para hacerlo” por no duda de que será posible. Sí matiza que “hay que hacer un esfuerzo todavía para incluir a determinados perfiles que encajarían perfectamente con este proyecto”. Y cita por ejemplo el caso de Diego Cañamero, líder del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) como uno de esos nombres que Podemos debería enrolar.

También en relación a las autonómicas, incide en que “Podemos tiene que mantenerse independiente” de posibles alianzas con IU, como la que está cerrando Ganemos para las municipales. En términos parecidos se expresa Teresa Rodríguez, quien no descarta el diálogo, pero insiste en las importantes diferencias que ve entre las dos formaciones “tanto en el método como en la coherencia”. De todas maneras, en declaraciones a Canal Sur Radio matizaba hace unos días: “Hacer un discurso fuerte contra el bipartidismo supone no apoyar y no poner pilares en ninguno de sus elementos. Y en Andalucía no hemos visto eso”. No es casual, IU gobierna en Andalucía con el PSOE-A y los miembros de Podemos entienden que ha entrado a formar parte de un modelo que precisamente están combatiendo. Una circunstancia que también hace diferente la manera de encarar Podemos en Andalucía a la del resto del país.

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