Podemos continúa sin cerrar las candidatura de Jaén
Podemos ha confirmado este miércoles, cuando se abría el plazo para registrar las candidaturas en la junta electoral, sus cabezas de lista para el Congreso de los Diputados en todas las provincias de Andalucía, salvo Jaén. Hasta el momento apenas se habían confirmado algunos número 1, entre ellos el de Sergio Pascual, secretario de Organización, liderando la de Sevilla para el Congreso de los Diputados. Igual que había trascendido que el catedrático de la Universidad de Málaga (UMA) Alberto Montero encabezaría la candidatura para el Congreso de los Diputados por esta provincia. Fue precisamente el profesor que contrató al secretario político de Podemos, Íñigo Errejón, para un proyecto de investigación, lo que le valió un expediente a ambos porque compatibilizaba el estudio con la política y había dudas sobre el tiempo que dedicaba a lo primero.
El fichaje de este amigo de Íñigo Errejón, también director de la campaña, y el hecho de que Sergio Pascual vaya de cabeza de lista en otra provincia clave para el partido, como es Sevilla, muestra el control de la dirección nacional en las candidaturas de Andalucía, la comunidad autónoma que con 61 escaños es la que más aporta para el Congreso de los Diputados. De hecho, Íñigo Errejón, llamado a ser el sucesor de Pablo Iglesias, representa con Sergio Pascual el contrapeso con ese liderazgo. Y especialmente con el de la dirección del partido en Andalucía, comandada por la parlamentaria Teresa Rodríguez, con quien las diferencias no son ningún secreto.
Por su parte, el número 1 por Almería será David Bravo, abogado natural de Sevilla, un conocido activista y especializado en propiedad intelectual. Mientras, cuatro mujeres liderarán las listas para el Congreso de los Diputados por Cádiz, Noelia Vera; Córdoba, Marta Domínguez; Granada, Ana Terrón; y Huelva, Isabel Franco. En cambio, en Jaén continúan sin definir a su cabeza de lista para el Congreso de los Diputados.
Cabe recordar que la candidatura de Sevilla se ha adobado con uno de los considerados fichajes estrella del partido, el del catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo, como número 3. Con estas incorporaciones, igual que con la de Alberto Montero o David Bravo, Podemos intenta marcar distancias con la imagen de ellos como herederos del SOC de Juan Manuel Sánchez Gordillo o Diego Cañamero que se ha querido dar especialmente desde el PP-A y el PSOE-A, reforzando la idea no sólo de pluralidad en sus listas, sino también de que juegan en otra división.
En este contexto, Podemos ha tenido que hacer frente también a cierta contestación interna por la manera en que se han configurado las listas, como es el caso de las manifestadas por corrientes como Andalucía desde Abajo o la propia dirección regional. Y también a las críticas que le han llegado desde otros partidos, porque Podemos ha presumido de usar las primarias para las candidaturas y no se ha entendido que luego incorpore a gente que no concurrió a las mismas. Frente a ello, los de Pablo Iglesias han insistido en recordar que cuando se aprobó el mecanismo para las listas también se ratificó un documento en el que se dejaba abierta esta posibilidad para enriquecer sus candidaturas.