Sergio Pascual: “Somos conscientes de que es más complicado enfrentarnos al PSOE que al PP”
El secretario de Organización de Podemos estaba inmerso en la conformación de la candidatura para el consejo ciudadano del partido en Andalucía cuando ha saltado el aviso de adelanto electoral. Desde entonces, este estrecho colaborador de Pablo Iglesias está a caballo entre Madrid y Andalucía. Una tierra que conoce de sobra por su familia y porque es funcionario de la Junta de Andalucía, en la que ha sido delegado del SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores). Ingeniero de telecomunicaciones y antropólogo, para un rato en su apretada agenda para atendernos en una cafetería en Sevilla.
¿Cómo valora las razones de la crisis en el Gobierno de Andalucía?
Es el PSOE-A teatralizando una ruptura porque le interesa. No hay nada de fondo. Susana Díaz quiere el adelanto electoral en su lucha por el poder y acorralada por los intereses del bipartidismo. Esas cosas ya las hablaría en su reunión con Mariano Rajoy sobre los intereses del estado y de la casta política y económica. Se han alineado los astros de la casta política y económica para apuntalar el bipartidismo. Y eso requería que Susana Díaz intentara frenar a Podemos en Andalucía. Se le une la circunstancia de las declaraciones por el caso ERE. Los andaluces han sido los últimos en su cabeza para esta estrategia.
¿Y el papel de IU?
Tendrán que valorarlo y ver lo que significa pactar con el PSOE-A.
Desde el PSOE-A han acusado a Alberto Garzón de intentar dinamitar el pacto, empeñado en las negociaciones por la convergencia precisamente con Podemos. ¿Lo ve así?
No voy a entrar en disquisiciones sobre cuestiones internas de los partidos.
¿Cómo van las negociaciones para esta convergencia por cierto?
Hemos aprobado que a las elecciones generales vamos a ir solos. Igual en las elecciones autonómicas.
¿Ven un escenario catastrófico si hay adelanto electoral?
Creo que la democracia nunca apunta al caos, sino a darle la palabra a los ciudadanos. Y eso siempre es positivo. Sobre todo, para que haya un presidente avalado por las urnas y no por el dedo de su antecesor.
¿Les pilla, como se está diciendo, con el pie cambiado un previsible adelanto electoral?
Para nada. Ya hacía tiempo que se presuponía. En nuestra opinión, la presidenta ha jugado con los intereses de los andaluces, poniendo por delante los propios y los de su partido, con cábalas incluso del calendario jurídico respecto a la declaración el Tribunal Supremo por el caso ERE de su padrino José Antonio Griñán y del padrino de éste, Manuel Chaves. Entendemos que es una buena noticia que los andaluces puedan pronunciarse en las urnas. Llevamos tiempo trabajando con los múltiples actores de la sociedad civil de Andalucía. Estamos en el mejor momento si cabe para presentar unas listas plurales y que respondan a lo que necesita Andalucía para abrir puertas y ventanas y hacer entrar aire nuevo tras un anquilosado gobierno de 35 años del PSOE-A.
¿Qué plazo manejan para la candidatura?
En principio el plazo para la secretaría general, como en el resto de comunidades autónomas, acababa el 14 de febrero. Es posible que esto haga que tengamos que acelerar los plazos y designar un comité de campaña, plural, para afrontar las primarias de la candidatura antes que determinar la dirección regional. Es posible que esto lo hagamos.
O sea, ¿van a adelantar la elección de la candidatura a la Junta de Andalucía?
Claro. Tenemos 15 días como mucho desde la convocatoria. Pero estamos preparados para poder hacerlo con total celeridad. El comité de campaña se encargará de ello. Lógicamente esto lo designará el consejo ciudadano estatal.
La candidatura de Teresa Rodríguez para la secretaría general tiene un rival conocido por el momento: la de los que se presentan como militantes de base frente a “un pacto de despacho” entre ésta y Pablo Iglesias. No hay muy buen ambiente, ¿no?
Nosotros planteamos que siempre haya primarias. Estábamos seguros de que iba a haber muchos andaluces de los inscritos en Podemos que iban a plantear estar en el consejo ciudadano. Como secretario de Organización, no puedo otra cosa que invitar a la participación en el proceso y que sean los inscritos los que decidan.
Pero, ¿ha venido usted a tutelar la candidatura de Teresa Rodríguez, que como sabemos no se ha demostrado afín a Pablo Iglesias?
Para nada. Tengo una relación estrecha con ella. No ha habido ningún tipo de tutela, sino un intento de que dos partes de la organización, que en el pasado habían podido tener algún tipo de fricción porque habían puesto sobre la mesa ideas diferentes para dirimirlas con el voto, pudieran conformar una candidatura más unida y más fuerte para prepararnos para momentos como éste, el del adelanto electoral.
¿Y ve la posibilidad de que Teresa Rodríguez sea candidata a la presidencia aparte de a la secretaría general?
Hasta donde sé, ella no ha dejado clara su intención de ser candidata a la presidencia. Es una decisión personal que tendrá que hacer pública ella. En cualquier caso, si lo hiciera, me parecería correcto y bien. Hay muchos compañeros en esta organización que están preparados para aspirar a sacar al PSOE-A del poder en Andalucía. Y Teresa Rodríguez es una de ellos, claro.
¿Tienen personas con todas las garantías en todas las provincias?
Sí porque esto nos llega justo cuando estábamos trabajando con muchos nombres para la candidatura del consejo ciudadano. Y en esas múltiples conversaciones han emergido muchos afectos, y gente que se ha puesto a disposición del partido para lo que sea necesario.
El proceso de integración de la CUT en esa candidatura para el consejo ciudadano ¿cómo va?
Somos un partido que ni se coaliga ni se federa. No tenemos intención de hacerlo. La CUT es un partido y nosotros otro. Es cierto que no le pedimos el carné a nadie, y siempre que se cumpla con nuestro código ético, si hay compañeros de la CUT que quisieran aspirar a nuestras primarias, pues bienvenido sean. Serán los ciudadanos los que les votarán o no.
Podemos ha demostrado ser eficaz a la hora de recorrer distancias cortas, como los apenas cuatro meses que necesitó para sacar cinco diputados en las elecciones europeas. ¿Vale esa capacidad para este adelanto electoral en Andalucía o les convendría más que fuera dentro de un año?
Quien piensa que no vamos a poder se equivoca, igual que pensaron con las elecciones europeas. Somos primera fuerza en intención de voto en Andalucía y eso significa que todos lo que tienden a menospreciarnos se estrellan. Me parece genial que sigan haciéndolo.
Los resultados en Andalucía son determinantes para unos comicios. ¿Saben que si pinchan en Andalucía puede tener un efecto? ¿En una responsabilidad extra?
Los inscritos en Andalucía apostamos a la mayor: ganar. Estoy convencido de que los compañeros del resto del país nos van a ayudar para ello.
En Andalucía de todas maneras las encuestas están dando un PSOE-A ganador. ¿Son conscientes de las dificultades de esta plaza?
Sí. Enfrentarnos al PSOE es más complicado que al PP. Pero con las encuestas somos muy prudentes. Podemos ha calado. Somos la segunda comunidad autónoma en número de inscritos. Con más de 55.000. Con consejos ciudadanos en más de 140 municipios de Andalucía. Sin tener un recuerdo de voto es imposible hacer cocina de encuestas con cierta solvencia. Miramos las tendencias: entramos con mucha fuerza y lo hacemos in crecendo. No sabemos si el adelanto electoral nos va a coger en la cresta de la ola o en un punto intermedio. Es parte de las cuentas que hace también el PSOE-A.
En el día después de unas elecciones autonómicas sin mayoría absoluta, ¿con quién pactarían? ¿Respaldarían por ejemplo una investidura del PSOE-A?
Nosotros primero vamos a ganar. Entendemos que el PSOE-A es el que tiene el problema y por eso va a reclamar en Andalucía el apoyo del PP-A y luego se lo devolverá a escala estatal en un intento de reeditar el bipartidismo. Creemos que eso es lo que está en la cabeza de los dos. Nosotros tenemos unas líneas rojas. Entendemos que cualquier pacto, que por otro lado lo decidirán los ciudadanos con su voto en nuestras plataformas telemáticas, se basará en esas líneas rojas. Como por ejemplo que no se puede seguir adelante en Andalucía sin auditar las cuentas públicas y sin poner una lupa sobre lo que ha sucedido: las adjudicaciones que se han hecho, las relaciones de familia en las empresas que se hayan beneficiado, si lo del caso ERE no es más que una punta del iceberg...
O sea, no descartan un pacto con el PSOE-A...
Si da un giro de 180 grados en sus políticas y decide que ahora le parecen bien las comisiones de investigación, las auditorías o que va a dejar de despedir a trabajadores del sector público -en una comunidad autónoma que está en el vagón de cola en el gasto sanitario o por alumno- pues podremos a lo mejor sentarnos a hablar. Pero serán nuestras líneas rojas las que lo marcarán.
El mitin de Sevilla hace una semana, ¿ha sido una exhibición de fuerza?
Pues sí. Creo que el PSOE-A se ha asustado cuando ha visto que sin tener que poner autobuses llenábamos Fibes en cuatro horas y que teníamos gente en Andalucía con capacidad para ilusionar y empujar hacia el reto que se nos viene encima. Que nuestro músculo, sin tener siquiera todavía dirección regional conformada, sea tal como para hacer este despliegue ha debido de asustar mucho en San Telmo.
Se les criticó que no lanzaran propuestas para Andalucía. ¿Las tienen?
Hay muchas. Llevamos tiempo trabajando en ello. Por ejemplo, hace falta una reforma productiva seria en Andalucía, para desacoplarnos de un modelo primario exportador que hace que ante los shocks externos de la economía nuestra posibilidad de creación de empleo sea tan débil. Hay que aprovechar las ventajas competitivas. Dos fundamentales. Una de ellas es que somos la puerta europea de África y la otra que somos la puerta del Mediterráneo hacia América.
¿Y eso cómo se hace? Concrete, por favor.
Hay que explotar esta ventaja y que las infraestructuras portuarias y de abastecimientos o de vía de paso de todo el comercio internacional no se ha hecho en absoluto. Mientras que nos gastamos el dinero en cuestiones inútiles, como la Torre Pelli en Sevilla, habría que mejorar la conexión del Puerto de Algeciras o invertir en infraestructuras ferroviarias que saquen la mercancía hacia otros puntos. Y ¿por qué no? Incluso presionar para que el Gobierno de España invierta en infraestructuras que nos comuniquen mejor con África. Otra vía es que seguimos produciendo en el fértil campo de Andalucía sin incorporar valor añadido. Nos parece insensato. Hay que industrializar para transformar los productos de esta tierra. El aceite, el cítrico, el algodón... Andalucía tiene todos los mimbres para estar a la cabecera de las regiones de Europa.
También se les acusa de indefinición en los temas de calado y que pueden generar controversia, ¿qué piensa?
Hemos planteado desde el principio que hacía falta una propuesta que respondiera a los consensos construidos durante estos últimos años de desmantelamiento del estado de bienestar. Esto significa que hay mucha gente de acuerdo, mucha más de la que se puede adscribir a una ideología concreta de izquierda o derecha, en que no se puede permitir la ciudadanía que haya desahuciados, gente sin cobertura sanitaria, colegios con alumnos hacinados… Ese consenso es lo suficientemente extenso como para generar un programa de gobierno de rescate ciudadano que reciba el respaldo de la mayoría.
Sí, pero ¿el resto de asuntos?
Sobre otras cuestiones colaterales, que puedan interesar a determinados sectores de la población, y en los que no hay consenso social, hay un método y es el del voto. Solución democrática de los conflictos. Por ejemplo, el caso de monarquía o república. Pero sí hay consenso social en el resto con resoluciones ya aprobadas en nuestra asamblea en tema de sanidad, educación, auditoría de la deuda, freno de los desahucios, leyes anticorrupción de extrema dureza...
Entonces, ¿cree que no están logrando que esto se conozca?
El resultado en intención de voto muestra que sí ha calado entre la ciudadanía. Lo que pasa es que nuestros adversarios tratan de decir que no tenemos proyecto. Pero nuestro proyecto está clarísimo: es el del rescate ciudadano, que pasa por educación, sanidad, vivienda, freno a la corrupción y auditoría y reestructuración de la deuda, lo que da para varios gobiernos.