Valle de Abdalajís: las administraciones ignoran la prohibición de vuelos en parapente pese al riesgo para los aviones
En Valle de Abdalajís se sigue volando en parapente, a pesar de la prohibiciónes reiteradas de la Subdelegación del Gobierno, de la Agencia Española de Seguridad Aérea, y de un Decreto de Fiscalía del 5 de septiembre, en el que se da cuenta de que es “una actividad prohibida en el lugar”. Sin embargo, la actividad está tolerada hasta el punto de que el pasado domingo se formuló una nueva denuncia y de que el 19 de septiembre Turismo Andaluz y el Patronato de Turismo de la Costa del Sol (dependientes, respectivamente, de la Junta y la Diputación Provincial) programaron una actividad de vuelo en la zona. En abril de 2016, AESA solicitó a la Guardia Civil que impidiera el vuelo en la zona por el riesgo para las maniobras de aproximación al aeropuerto de Málaga, a raíz de que el piloto de un avión de pasajeros tuviese que virar para evitar a un parapentista.
El Decreto del fiscal jefe Juan Carlos López Caballero, al que este medio ha tenido acceso, explica que la actividad se viene desarrollando desde hace 20 años “al parecer de forma consentida” por las autoridades, “al tratarse de una actividad prohibida en dicho lugar”. La zona entra de lleno en el CTR del aeropuerto de Málaga, donde no se puede realizar ningún tipo de actividad aérea. Según el informe de ENAIRE citado por la propia Fiscalía, está calificado de espacio aéreo de clase D “desde el nivel del suelo (aproximadamente 2.500 metros) hasta el suelo/mar”. AESA respondió así a una pregunta formulada por este medio en junio: “No se puede realizar parapente en esa zona que nos indica”.
Por eso, continúa el fiscal, “la actividad de parapente no está permitida, a tenor de lo establecido en el RD 2.876/1982”, a no ser que se emita una exención, que “no consta”. Más aún, en abril de 2016, a raíz de que se registrara un incidente grave de seguridad entre un parapentista y un avión comercial, AESA solicitó a la Guardia Civil que tomase “las medidas necesarias para evitar la realización de esas actividades que pueden suponer un riesgo a la operación aeronáutica” y se impidiera la práctica del parapente en la zona.
La Comandancia de la Guardia Civil habría dado instrucciones para que “dentro de sus prioridades de servicios y posibilidades de personal y medios, se impidan tales hechos”, según hace constar el Fiscal, que archiva las diligencias penales y da traslado a AESA para un posible expediente sancionador, al no apreciar delito de prevaricación omisiva. El fiscal archiva la causa penal porque entiende que “la autoridad administrativa competente (…) ha instado a las fuerzas de seguridad para que controlen la práctica del parapente”.
Y sin embargo, se vuela
Y sin embargo, se vuelaEse control no se está realizando. Pese a la prohibición y el riesgo los vuelos se producen con regularidad casi diaria. Este periódico ha tenido acceso a una denuncia formulada el pasado domingo. Ese día, al que corresponden las fotos que acompañan, había una veintena de vehículos en la zona. Sus ocupantes estaban practicando parapente y la Guardia Civil acudió cuando recibió la llamada de unos vecinos. Según el testimonio de un particular, los parapentistas cambiaron de ruta sobre la marcha.
A tal punto llega la tolerancia con una actividad prohibida que dos administraciones públicas programaron una actividad con periodistas (uno de ellos, un colaborador de eldiario.es/Andalucía) que incluía el parapente en Valle de Abdalajís. La actividad fue organizada el pasado 19 de septiembre por Turismo Andaluz, dependiente de la Junta de Andalucía, y Turismo y Planificación Costa del Sol, una empresa pública de la Diputación de Málaga. Participaron también técnicos de ambas administraciones.
Turismo Andaluz alega un “error”. “Desconocíamos que esa prohibición estuviera activa y la empresa no nos informó. Hemos contactado y nos han dicho que tenían los permisos en regla, y que el Ayuntamiento la había validado”, explican fuentes del ente autonómico. De haberlo sabido, insisten, nunca habrían participado.
La actividad la propuso el Turismo y Planificación Costa del Sol, empresa pública dependiente de la Diputación Provincial de Málaga, que hasta el año pasado promocionaba activamente el parapente en Valle de Abdalajís. Tanto la Diputación como el ayuntamiento están gobernados por el PP. Una fuente explica que la empresa informó de que por debajo de 1.500 metros era posible volar y adujo que tenía licencia municipal. Eldiario.es/Andalucía está a la espera de conocer la versión oficial de Turismo y Planificación Costa del Sol de Diputación.
Cinco días antes, el pasado 14 de septiembre, el diario provincial Málaga Hoy había publicado en primera página el siguiente titular: “La Guardia Civil impedirá el parapente en Valle de Abdalajís”. El propio Miguel Ángel Heredia, diputado socialista en el Congreso por Málaga, registró una batería de iniciativas parlamentarias el pasado 18 de septiembre instando al Gobierno a encontrar una solución para el parapente en el Valle de Abdalajís.
Años de vuelo libre en la zona
Años de vuelo libre en la zonaValle de Abdalajís figura en una guía de estaciones de vuelo libre editada por Turismo Andaluz. Según un técnico, la entidad se limita en este caso a difundir y promocionar la actividad, sin dirimir su legalidad y cómo se ejercita esa actividad. “Nosotros somos una empresa pública que damos promoción de actividades deportivas o turísticas. El uso o no uso se tiene que hacer dentro del marco de la ley. No podemos dirimir si es legal o no. Lo único que hacemos es definir espacios territoriales donde existen cosas”, explica respecto al contenido de la guía. Turismo Andaluz borró un enlace sobre la posibilidad de realizar “vuelos a poca altura”, con el “acuerdo tácito de la torre de control”, después de que eldiario.es/Andalucía publicara un reportaje sobre la cuestión, el pasado 28 de junio.
El parapente ha sido durante años uno de los principales atractivos del municipio. Durante todo este tiempo existía un acuerdo tácito con el aeropuerto de Málaga, que quedó definitivamente roto con un incidente en el que un avión de pasajeros pasó a 100 metros de un parapente. El piloto recogió el incidente en el informe para la Comisión de Investigación: “Probablemente estaríamos de acuerdo con la persona del parapente en que fue nuestro día de suerte”.
El Ayuntamiento retiró de la web la promoción de la actividad, pero los indicadores para llegar a las zonas de vuelo siguen en las calles del pueblo. El alcalde de Valle de Abdalajís, Víctor Castillo, lleva meses asegurando que está negociando para flexibilizar la prohibición, sin detallar el contenido de esa negociación. El alcalde dijo en junio que “se vuela con normalidad”.
“Es una prohibición que un poco se la salta todo el mundo, respetando unas normas mínimas”, explicaba para aquel reportaje un instructor. “Los problemas son de gente que viene de fuera y vuelan como les sale del alma”, completaba Carmelo Garrido, presidente de la Federación Andaluza de Deportes Aéreos. Un concejal de Valle de Abdalajís dijo en un Pleno que “de vez en cuando” hay “algún zumbaíllo que le gusta echarle fotos a los aviones por alto”. Así que la explicación que dan los parapentistas viene a ser que yendo con cuidado no pasa nada. De lo que no parece haber duda es de que la prohibición existe y de que se vulnera con sorprendente frecuencia e impunidad.