Biografías históricas del Ejército del Aire: entre el franquismo y la equidistancia
¿Imagina a Alemania contando relatos épicos de militares nazis? En España, el Ejército del Aire mantiene en su web biografías históricas que ensalzan la actuación de aviadores golpistas en la guerra civil española. Un relato oficial que elogia a “ambos bandos”, según el Ministerio de Defensa, y vacila entre la crónica equidistante del golpe de Estado, a la historia aséptica y el franquismo sociológico.
¿Debe respaldar un país democrático la acción de militares rebeldes? ¿Es equiparable luchar con Franco que contra él? ¿Recibir apoyo de la Legión Cóndor de Hitler o permanecer leal al Gobierno elegido en las urnas? ¿Un error mantener el barniz épico de la dictadura en el relato oficial de la historia? ¿Por qué nunca aparece el término “dictadura”? ¿Es correcto hablar de “dos bandos”?
En la categoría 'Aeronautas' de la web del Ejército del Aire hay 49 publicaciones: 34 sublevados y 15 gubernamentales. En los textos aparecen “calificativos elogiosos para combatientes de ambos bandos”, precisan fuentes del ministerio que dirige María Dolores de Cospedal (PP) a eldiario.es Andalucía. Y “siempre”, puntualizan, contado “en función de sus méritos como pilotos y no ideológicos”.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) afea el caso: “Desde la perspectiva de la democracia no se puede practicar esa equidistancia”, señala su presidente, Emilio Silva. “Esas semblanzas, supuestamente asépticas, son franquistas hasta la médula”, distingue el historiador Francisco Espinosa Maestre. Una muestra de franquismo sociológico. Sitúan en el mismo lugar a fascistas y demócratas, dice.
“Las biografías no son muy buenas y el conocimiento del que las redactó, muy elemental”, resume el comandante del Ejército del Aire, profesor de Historia Contemporánea y anterior director del Museo de Aeronáutica y Astronáutica, Juan Manuel Riesgo. En su “larga etapa” al frente del museo se “equilibró la historia” con semblanzas “redactadas de forma aséptica” y retirando “toda expresión despectiva: rojo, fascista, avión rata...”. Esto, dice, “fue luego desvirtuado”.
El “valor extrahumano” de los golpistas
La literatura épica de los relatos ofrece el retrato robot de un aviador de “valor extrahumano” y “actuación heroica” que lucha junto a Franco con ayuda de Hitler. Un soldado experto en “bombardeos nocturnos a gran distancia” y capaz de lucirse “de nuevo” combatiendo al “enemigo”. Si cae, lo hace en “gloriosa muerte”. Para la alusión al golpe de Estado contra la II República española usa también términos como “alzamiento”, “levantamiento” o “Movimiento Nacional”.
Según Defensa, la inclusión de los textos a la página web “data del año 2009”, bajo el Gobierno socialista de Zapatero. La recuperación de los relatos de tinte franquista, en cambio, sucede con el Ministerio en manos de Federico Trillo y la presidencia de Aznar, apunta el experto en aviación militar.
Las biografías se nutren “del Archivo Histórico y Cultural del Ejército del Aire” y es “la primera vez que alguien emite un comentario negativo de las mismas”, indican las fuentes de Defensa. El “propósito” es “dar a conocer la historia de la aviación española”, responden. Pero, según Riesgo, hubo una “orden” para “suprimir la guerra civil en España, que no gobernó nunca un tal Franco ni hubo guerra civil”.
Y esto se traduce, entiende, en biografías oficiales desvirtuadas. Un “problema largo” del que no responsabiliza a los actuales mandos del Ejército del Aire.
El escrutinio de los textos surge a raíz de la polémica por la visita de la ministra Cospedal a la cofradía donde está enterrado Joaquín García-Morato. Este medio desvelaba la definición de “héroe induscutible” que la Fuerza Aérea conserva del piloto que bombardeó Andalucía.
“Se puede revisar el asunto”, según Defensa
“Se puede estudiar el asunto”, dice el Ejército del Aire sobre la posibilidad de revisar los textos. Y rectificarlos, llegado el caso. “Pero hasta ahora no había surgido ninguna controversia”, subrayan las fuentes consultadas. “Si se bucea en las diferentes biografías que aparecen en la web, se puede observar que hay aviadores de los diferentes bandos”, insisten, con ejemplos como el “piloto de gran habilidad y escalofriante valor”, Manuel Zarauza.
O Leocadio Mendiola. Cita la Fuerza Aérea el Diario Oficial que refrenda la concesión en 1938 de la Placa Laureada de Madrid al aviador leal al Gobierno de la República de España: “la actuación (…) ha sido no solamente ejemplar, sino única entre los pilotos de la República”. Todo un modelo “de constancia en el servicio”, queda escrito.
“La clave radica en que simulan poner a todos, defensores del fascismo y demócratas, al mismo nivel”, critica el historiador Espinosa Maestre. Y ahí destaca “el caso de Leocadio Mendiola”, reconocido “por la derecha por haberse negado a bombardear la ciudad de Badajoz, de donde era natural”.
La “equidistancia” como rémora democrática, incide Emilio Silva: “si un terrorista secuestrara un avión del ejército y tumbara varios aviones que intentan detenerlo, ¿entenderíamos que la ministra de Defensa llevara a cabo un homenaje a ese piloto como algo normal?”, pregunta, aludiendo a la visita de Cospedal a la capilla donde reposan los restos del golpista García-Morato. “En la visita oficial no estaba programado visitar la tumba de este militar”, desmiente Defensa.
Con Franco, Hitler y la Legión Cóndor
“Hay casos, como el de Vara del Rey, que rayan en la apología”, sintetiza Espinosa Maestre. “Imagino que en varios casos se ocultan las distinciones recibidas por el nazismo”, apunta. Hitler ayudó a Franco y el gesto fue devuelto en la II Guerra Mundial.
Caso de Ignacio Jiménez Martín-Plaza: “participa en la guerra con la Escuadrilla de Heinkel 111 de la Legión Cóndor”. Y aviadores franquistas como Vicente Aldecoa demuestran en Rusia, junto a los nazis, “extraordinarias dotes de cazador y gran valor”. O el militar de “valor extrahumano” José Muñoz Jiménez, la “gloriosa muerte” de Narciso Bermúdez y las “escalofriantes pasadas de ametrallamiento” de José María Ugarte Ruiz de Colunga.