Una performance contra la insensibilidad: decenas de 'cadáveres' aparecen en una playa de Cádiz
Contra la insensibilidad, acción. Dos periodistas gaditanos han reaccionado contra la pasividad con la que Occidente asiste a la tragedia de los refugiados que mueren en nuestras costas haciendo una performance que ha dado mucho que hablar. La playa Santa María del Mar de Cádiz amanecía este fin de semana como si de la costa de Libia se tratara. No eran las playas de Zuara y, por suerte, las personas que yacían sobre la arena no corrieron la misma suerte que los 117 migrantes que perdieron la vida en el naufragio.
El objetivo era recrear estas muertes para ver cómo reaccionaban los viandantes, si lo hacían con la indiferencia o mostraban preocupación. Los autores de este experimento son Sara Cantos y José Luis Sánchez Hachero, que ya tocaron este tema en la exposición 'Entre fronteras. El drama de los refugiados', que ha estado abierta hasta hace pocos días en el Castillo de Santa Catalina de Cádiz.
Cantos y Hachero convocaron a las personas que quisieran participar como extras para reproducir la catástrofe del Mediterráneo a través de 117 personas. En la convocatoria decían que el objetivo era “reflexionar sobre lo que están pasando los refugiados” y podían acudir personas entre 1 y 100 años de edad. La llamada fue un éxito y la performance se llevó a cabo como estaba previsto.
“Como periodista, cuando esta semana vi la noticia de los 117 cadáveres de refugiados aparecidos en la costa de Libia y asumí que posiblemente se quedaría reducido a un titular del periódico, un tema de tertulia de radio para dos o tres días y la cuarta noticia en un informativo de televisión pensé ¿Cómo hubiéramos reaccionado ante esa foto de los cuerpos tendidos en la playa libia si hubieran ido vestidos con corbata, con una camiseta del Cádiz, o como tú y yo? ¿Y si alguno hubiera sido una vecina tuya, el padre de algún amiguito del colegio de tu hijo o tu propio hermano?”, se pregunta Sara Cantos.
La idea, pues, es evitar que la gente se inmunice ante esta realidad y recrear en la playa de Cádiz lo que ha pasado esta semana en la costa libia y observar la reacción de la gente. “Ha habido gente que pasaba y preguntaba qué era eso, algunos se han unido y también ha habido gente que paseaba por allí y que al saber de qué trataba le ha parecido duro y ha preferido darse media vuelta”, explica Cantos.
“Se trata de sentir”
El periodista gaditano explica la vivencia en el blog Los mundos de Hachero: “Una cincuentena de gaditanos se ha prestado a sentirlo. Hace unos años asistí atónito a un evento muy perturbador, en cierto modo similar: familiares de desaparecidos a manos del ejército colombiano se introducían en bolsas de cadáveres como protesta por la inacción de su gobierno. Ahora la protesta no va dirigida a nadie. Al mundo si acaso. Se trata de sentir. De sentirse. De sentir empatía con gente que huye, empatía con gente que sufre. Empatía con gente que muere”.
Es un debate que está sobre la mesa. Son duras las imágenes que llegan casi a diario procedentes del desastre que padecen los refugiados. La pregunta que está en el aire es si se puede hacer algo más que ser un observador, pero es una obviedad que las decisiones importantes pasan por los gobiernos. “Mirar hacia otro lado ante los problemas que nos atañen a todos puede ser peligroso para cualquier sociedad como también lo es perder la empatía y la capacidad de reflexión. Desde la famosa foto del niño sirio, Aylan, ya han muerto más de 800 niños como él. Lamentablemente las soluciones políticas se fueron alejando y, tras el acuerdo con Turquía, lo que deben hacer los gobiernos europeos es habilitar más y más rápidas vías legales para que lleguen a Europa, porque en lo que va de año se han reubicado a unos 1.800 refugiados pero han muerto ahogados más de 2.500”, relata Sara Cantos.
Cuando en las redes sociales algún gaditano leyera el sábado que habían aparecido 117 muertos en la playa Santa María del Mar saltaría la alarma. Al final todo quedó en un simulacro, pero la tragedia está ahí y gracias a estos dos periodistas no pasa desapercibido.
“No importa que huyeras de una terrible guerra que ha destruido tu país. O del hambre, que ha destruido a tu familia (...) Estás muerto y lo demás no importa (...) Por eso es importante sentirlo sin estar muerto. Para no alegrarse, para no permanecer indiferente, para sangrar por esas heridas sin sangre. Para ser humano”, subraya Hachero en su blog.