Cuando la lucha por la escuela pública se anticipa a las instituciones
Hay veces que la 'pelea' vecinal se anticipa al discurrir de las instituciones. Que corre más. O antes. Los movimientos sociales buscan así resultados para la comunidad. Es el caso del Centro de Sevilla y un reclamo histórico: ampliar la nónima de colegios públicos. Una lucha que dura diez años y ya logró en ese tiempo que el distrito pasara de tres a cinco escuelas. Pero hacen falta más pupitres, dicen. Y por esto los vecinos quieren marcar el camino para que “todos” tengan acceso a una escuela en el centro.
Para el curso 2015-2016 hay 629 solicitudes de matriculación en Educación Infantil y 600 plazas disponibles. Es decir, 29 familias enfrentadas a la posibilidad de escolarizar a sus hijos en otras zonas de la ciudad. Con ese escenario, la red de AMPA ha rescatado las movilizaciones. Entienden la eventualidad como un problema comunitario, global. Los centros educativos del Casco Antiguo no dan abasto y la presión a las administraciones llega por el desfase entre oferta y demanda.
El último colegio que se puso en marcha en el centro histórico fue el CEIP Jardines del Valle después de otro proceso de protestas. La serie casi no había terminado con la reivindicación que derivó, tiempo antes, en la apertura del Huerta de Santa Marina. El quinteto de edificios escolares públicos del distrito lo cierran los más antiguos: San Isidoro, Altos Colegios Macarena y Sor Ángela de la Cruz. Insuficientes, subrayan, con actos como una concentración frente a la sede del Parlamento de Andalucía durante la primera sesión de investidura. Como lo fue la experiencia desde 2010 con el 'parche' del Virgen de la Esperanza en lo que hasta el curso anterior había sido una escuela de Educación Especial.
No “hacinar” colegios públicos
La Red de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (RAMPA) parte de una premisa innegociable: “no vamos a hacinar ningún colegio público”. No quieren soluciones intermedias, sostiene su representante, Rafael Ibáñez. Ni aumento de ratio ni más aulas en colegios ya completos. Lo que piden son más pupitres y que las administraciones atiendan la demanda vecinal. La solución propuesta es una escuela de nueva construcción que cubra las carencias o bien la adaptación de algún edificio sin uso que cumpla las condiciones necesarias.
Ocupar una de estas instalaciones sería “un mal menor”. Y tienen candidatas, caso del Centro Andaluz de Teatro (CAT) en la calle San Luis, el antiguo conservatorio de música de la calle Becas o el edificio que ocupa el Liceo Francés –se traslada a la Isla de la Cartuja– en calle Torneo. Quien por ahora no aporta remedios, dice Karmele Zoilo, del AMPA del CEIP Huerta Santa Marina, es la administración. “Las soluciones que se nos dan es una subida constante de la ratio en colegios que son antiguos y los niños acaban apretados”, señala.
La propuesta vecinal traza el camino opuesto. “Luchamos por una escuela pública de calidad, en la que todas las familias del Casco Antiguo que lo deseen puedan acceder a un colegio público”, sostiene Melania Rivers, del AMPA Mesón del Moro del CEIP San Isidoro. Un nuevo centro es “imprescindible” para permitir “ratios cualificadas que favorezcan la labor docente”.
Una de las cuestiones que han incrementado el número de solicitudes de escolarización es el desembarco en la zona norte del casco histórico de “nuevas familias” que eligen esa zona de la ciudad como lugar de residencia. “Estamos con el agua al cuello”, simbolizan desde la RAMPA. De ahí la “voz única” que clama desde cinco colegios por “una educación pública de calidad donde la escolarización es una parte más”.
Alumnos excluidos con “nombre y apellidos”
“La ciudadanía”, apura Zoilo, “se anticipa a las instituciones porque esto es un problema que viene desde años atrás”. Una dificultad con fecha marcada en rojo: el próximo 15 de mayo. Ese día el sorteo público de plazas puso “nombre y apellidos” a los alumnos excluidos de la escolarización en colegios del centro.
Los representantes de las cinco AMPA se han reunido estos días con el servicio de Planificación de la Delegación territorial de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. Pero el cónclave no ha propiciado resultados concluyentes. Según las asociaciones, y ante la demanda de creación de un nuevo colegio público “que absorba la demanda de escolarización”, el responsable de la administración andaluza defendió que las familias con hijos sin escolarizar en centros del Casco Antiguo cuenten con la “alternativa” de entrar en un colegio concertado que tenga plazas vacantes en el mismo distrito. O bien, como última opción, en otro ajeno al Centro histórico. Ante la “falta de acuerdo”, por ahora, continuarán con las “protestas”.