La sombra de Arenas es alargada…

La puesta en escena del PP andaluz, con tanta cita electoral a las puertas, se les está haciendo cuesta arriba. Ya les costó encontrar actor principal para la obra. Dos años con un suplente sin ganas de ir de gira, Zoido. Y llegó Juan Manuel Moreno Bonilla. Cara nueva para el relevo generacional, el secretario de Estado de Ana Mato llegó como contrapropuesta a la de la ¿poderosa? Cospedal y del PP sevillano, lo que asentó la idea, nada más llegar, de un hombre de Arenas para sustituir a Arenas. Pero llegó la hora de cerrar las listas electorales, es decir, de repartir juego, y puede que, quizás, Moreno Bonilla no sea tan “de Arenas” como parece, Y puede que el título de ‘sucesor’ tampoco sea tan firme como se creía.

Muchos en el partido daban por terminada la era Arenas tras la victoria frustrante y sin gobierno de 2011, tras su escasa actividad y presencia en el Parlamento andaluz los últimos años (sí más en los pasillos); pero el que fuera el Presidente de los populares en Andalucía no parece haber terminado sus andanzas en la región. Con la convocatoria anticipada de elecciones no fueron pocos los que pensaron que Madrid era el destino de Javier, donde ha tenido una suerte de cuarteles de invierno tras algunas de sus derrotas en Andalucía.

Pero la inclusión de Javier Arenas en las listas de Almería ha generado cuando menos desconcierto. Para unos se explica como un favor personal del ex líder a su incondicional Amat. Para otros, lo que pasa es que no ha vuelto porque nunca se ha ido. De hecho, recuerdan, “prácticamente todos los altos cargos del PP andaluz los ha nombrado él”. Y oficialmente, la explicación es que hay que contar con los “mejores”, así que él no puede faltar.

Y entre bolo y bolo de 'Juanma', Antonio Sanz (jefe de campaña de Moreno y referente de la era Arenas) maniobra con las miras puestas en la Delegación del Gobierno al límite del cierre de listas. Y los hay que creen que el de Olvera se posiciona, no vaya a ser que Moreno Bonilla no cumpla las expectativas, sobre todo en las municipales, y haya que tirar de banquillo (y bancada parlamentaria). Aunque no se sabe bien si esto es la expresión de una intención del ex presidente o un deseo de sus partidarios más acérrimos.

Así que la duda está en el aire: aquí ¿quién dirige la obra?