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Juan Manuel Moreno (PP), en Sevilla: “Todo el que me he encontrado sabe quién soy”

Juan Miguel Baquero

Un paseo por el centro de Sevilla, en plena campaña electoral y unas horas antes del debate a tres en la televisión pública andaluza, puede dar para mucho de sí. Es la idea con la que el candidato del PP a presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, encaró la cita. Y en la calle encontró de todo. Desde un lugar donde pedir “explicaciones” a la actual presidenta andaluza, a votantes confesos o quien asimilaba su rostro, tras un vistazo, “a la tele”. Hubo espacio, también, para demandas por “lo que ha robado su partido” e incluso para algún despiste: “¿Qué está ahí, el de la coleta?”.

Durante el recorrido, Moreno Bonilla ha acusado a la candidata andaluza del PSOE, Susana Díaz (PSOE) de hacer “campaña sucia” y de “vulnerar la Ley de Protección de Datos y los derechos de los menores” en relación a un expediente de la consejería de Educación relativo a sus hijos. El popular pedirá “explicaciones políticas y jurídicas” a Díaz, a quien responsabiliza de una infracción que forma parte, dice, “del barro al que se ha bajado la presidenta” de la Junta.

Una actitud que augura “va a ir a más” porque, en su opinión, Susana Díaz “se juega su carrera política en estas elecciones y esos nervios le van a llevar a hacer cosas y a precipitarse”. “Meter a los niños en campaña me parece lo más vil y sucio que he visto en muchos años” y es fruto, dice, de “la gran presión” que pesa sobre la candidata socialista.

Del “dales caña” al “no entres en el 'y tú más'”

En cuanto al propio debate electoral, en su periplo por la céntrica calle Sierpes encontró consejos dispares. “Dales caña”, pedían unos, por “no entres en el 'y tú más'”, que aconsejaban otros. El candidato popular espera un encuentro a tres “sereno” con los números uno de PSOE, la propia Díaz, e IU, Antonio Maíllo. Y en el que se hablen “de Andalucía y de los problemas y soluciones para los andaluces” para convertir el debate en una “oportunidad” para orientar “hacia el PP” al “alto grado de indecisos” que apuntan los diferentes sondeos electorales.

En todo caso, Moreno Bonilla cree que estas citas televisivas “nunca son determinantes”. “Moviliza, pero no se gana unas elecciones en un debate”, asegura. Y hubiera preferido, sostiene, un debate “cara a cara”. “No hemos podido porque la señora Díaz no ha querido, como siempre se ha escondido”. El PSOE, precisa, ha trasladado al PP “que en ningún caso habrá debate cara a cara”.

Sobre el “paseo” por zona centro sevillana, desde la espalda del Ayuntamiento a la conocida como La Campana, el candidato popular muestra satisfacción por el grado de conocimiento ciudadano percibido. “Todo el mundo que he encontrado sabe quién soy”, refiere. “Eso me da la sensación de que soy bastante conocido”, apunta, “lo veo en la calle”. “Estoy en un gran momento político”, subraya.

“Que el de arriba nos oriente un poquito”

“Ese quién es… ¿Juanma Moreno?”, preguntaba un jubilado acercándose al revuelo de periodistas y dirigentes del PP. Un ejemplo del espectro de edad que curioseaba o se acercaba a saludar. “Soy Juanma Moreno”. El candidato a presidente recibía elogios. “Eres más guapo de cerca”. “Te conozco de televisión y quiero que salgas, que cambies estos 32 años”. “Qué guapo eres”. “Da más caña”. Y respondía: “Parezco más joven verdad… voy a salir de este paseo con 10 kilos más”.

Las frases más repetidas de la mañana fueron “vamos a dar la sorpresa” y “vamos a cambiar esto”. Confía Moreno Bonilla en doblegar las encuestas. De lo contrario, comentaba a una mujer, “que el de arriba nos oriente un poquito”. El mundo 'currante' también salió a su paso. Un autónomo: “no podemos ponernos ni malos”. Luego, cuando el candidato alejó sus pasos: “soy votante descontento del PP, a ver qué sale pero con que los socialistas se vayan de la Junta tengo bastante”.

El popular encara a varios obreros, que lo reclaman: “Por debajo de la escalera no, que tengo que ganar unas elecciones”, les dice con la mano tendida. Conversación con una madre: “Colócame a mi hijo, que tiene aprobadas las oposiciones”. ¿Dónde?, pregunta. “En el SAS”. “Ojú”, dice Juanma Moreno. Peticiones variopintas.

Y críticas, que también recibió. Nada más arrancar la ruta callejera, un jubilado pedía “dación en pago, dejarse de rollos y dación en pago”. Otro hombre de mediana edad, con pañuelo palestino al cuello: “Ya no tenemos ni posibilidades de trabajar, contratan a gente más joven y por menos dinero”. Estudiante: “¿de compras? A ver si podemos comprar algo”. Otro se acerca con una revista en la mano: “Caballero, contra los recortes del Gobierno”. Un par de cuerpos se interponen en el camino, un par de codos… y cada cual a su rincón de la calle.

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