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La sequía castiga a más de medio millón de hectáreas de cultivos y pastos en Andalucía

Mapa del Indice de Precipitaciones Estandarizado de la Agencia Estatal de Meteorología.

Concha Araújo

Jaén —

Las organizaciones agrarias claman por medidas urgentes para las zonas azotadas por la sequía. La situación es más acuciante en Murcia y la Comunidad Valencia, pero el extremo oriental de Andalucía también se está viendo afectado seriamente. Un informa de UPA señala que afecta a 570.000 hectáreas de cultivos y pastos de los casi 5 millones de hectáreas que Andalucía dedica a la agricultura y la ganadería. Esta organización señala que en Granada y Almería han contabilizado la pérdida de la cosecha completa de cereal en 30.000 hectáreas localizadas en los términos de sólo cuatro municipios.

Además, contabilizan en 60.000 las hectáreas de almendros que verán reducida a la mitad su producción y en las que creen que será necesario arrancar el 30% de los árboles. Pero el daño más grave alcanza a los pastos, con 480.000 hectáreas afectadas. Esto coloca en una grave situación a los ganaderos. Especialmente a los sectores del ovino y caprino, que suponen la décima parte de la cabaña ganadera andaluza. Al incremento de los costes de producción, derivados de la escasez de pastizales, se suma el que pueda derivarse de demanda de agua dado que la ausencia de lluvias ha rebajado notablemente acuíferos naturales de los que venía abasteciéndose el ganado.

COAG estima que la sequía es una situación “generalizada”, aunque Granada y Almería son las provincias que más la están acusando. El secretario general de la organización en Andalucía, Miguel López, advierte que están en jaque sectores que representan alrededor del 40% de la producción agraria andaluza. López señala que la ausencia de precipitaciones ligada al brusco ascenso de las temperaturas durante los meses de abril y mayo ha provocado la caída del cereal “en unos valores altísimos. Hay mucho cereal que se está segando para convertirlo en heno y que lo aproveche el ganado”, porque el fruto no ha cuajado. Este cultivo ocupa la cuarta parte de la superficie cultivada en Andalucía.

También el olivar –casi la mitad de la superficie agraria andaluza - se ha visto afectado por las lluvias tardías del invierno y las intensas temperaturas de la primavera, lo que pronostica una cosecha media, lejos del récord de producción de la que acaba de finalizar.

Comarcas afectadas

La Consejería de Agricultura está analizando datos que señalan que de las 44 comarcas donde hay localizados pastizales, casi la cuarta parte, 10, ya estaban afectadas por sequía extrema a finales de abril. La mayoría están localizadas en Almería y Granada, aunque también hay algunas en Málaga. Los datos contrastan con la situación de los embalses andaluces que rondan el 90 por ciento de sus posibilidades de almacenamiento –esta es la media autonómica, pero en Almería apenas rebasan el 13%- .

Ese dato señala que no existe déficit hídrico. Sin embargo, la medida de precipitaciones, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología señala que, desde que comenzó el año hidrológico (el 1 de septiembre), sólo las provincias de Córdoba y Jaén han contabilizado unos índices de lluvia medios en prácticamente todo su territorio. El resto tiene algunas comarcas con precipitaciones por debajo de la media y en algunos casos la situación comienza a ser extrema. Almería, algunas zonas de Málaga –la comarca del Guadalhorce, que hace apenas 2 años ya vivió intensas restricciones- y Granada, son las provincias más afectadas.

El regadío, de momento, tiene garantizado el abastecimiento. En la cuenca del Guadalquivir, el organismo regulador ya ha autorizado el desembalses de 1.200 hectómetros cúbicos de agua para el periodo comprendido entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre, en la línea de lo pedido por organizaciones como UPA y AREDA.

Adelanto de subvenciones

La preocupación se centra en los cultivos de secano. Las demandas de las organizaciones agrarias han llegado al Ministerio de Agricultura. La ministra, Isabel García Tejerina, ha escuchado sus peticiones y, a una interpelación parlamentaria del PSOE ha respondido que ya se están adoptando medidas al respecto. Ha asegurado que se adelantará el pago de las subvenciones de la Política Agraria Común (PAC) a octubre y que reforzará los equipos de peritación de los seguros agrarios para que los agricultores puedan acogerse a las indemnizaciones por los daños de la sequía.

Sin embargo, los datos que aporta el Ministerio, aunque coinciden con los sectores afectados. Sus estimaciones de superficie afectada, en general no llegan a las 40.000 hectáreas, en el territorio nacional, aunque reconocen que los datos siguen actualizándose. Esa superficie supone, sólo en Andalucía, poco más de los cultivos leñosos dañados.

José Castillo, investigador del Instituto del Agua, con sede en la Universidad de Granada explica que los periodos de sequía son tan habituales como impredecibles en el clima mediterráneo. “No hay una fórmula matemática reproducible” para calcular las alternancias de lluvias y sequía. En su entorno inmediato de trabajo, la provincia de Granada, se constata algo evidente: que las precipitaciones han sido inferiores a la media y que, además, han sido irregulares. Aunque nada comparable con la situación del levante para la que, según el investigador, no hay registros comparables en los últimos 100 años.

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