El fuego obliga a soltar trece linces del centro de cría de Doñana
El fuego no había llegado aún pero el humo comenzaba a ser asfixiante en el centro de cría de lince ibérico de El Acebuche (Almonte, Huelva). La veintena de animales comenzaban este domingo por la tarde a sentir que la amenaza del fuego que comenzó en Moguer se cernía sobre ellos.
Cuando la situación se volvió insostenible, los responsables del centro de Doñana pusieron en marcha el plan de evacuación de personas, animales y vehículos. Según fuentes del Gobierno central, sólo tuvieron 15 minutos para rescatar el máximo número de ejemplares. Las parejas reproductoras y las crías de este animal en peligro de extinción (los cinco cachorros y nueve adultos) comenzaron a reubicarse en otros centros cercanos. En total, 14 de 27 animales, según fuentes oficiales.
Según el comunicado emitido a medianoche por el Centro de Cría de El Acebuche, uno de los adultos rescatados, la hembra Homer, ha fallecido durante la operación “debido al estrés sufrido durante la captura y el transporte del ejemplar”. El resto (13), criados en jaulas en un estado de semilibertad, los linces enfermos, viejos y sin capacidad reproductora, han corrido una suerte incierta: sus cuidadores se han visto obligados a abrir las puertas del recinto y dejarlos en libertad.
Según el comunicado emitido a medianoche por el Centro de Cría de El Acebuche, en la tarde de este domingo “se ha procedido a cumplir con el protocolo de evacuación establecido en caso de incendio”, después de que se recibiera la orden de desalojar las instalaciones.
Tras capturar a los 14 ejemplares, “se han abierto las puertas de los recintos en los que se encuentran los animales, para que en el caso que el incendio afecte a las instalaciones, ya sea debido al fuego directo o por el humo generado, los (otros 13) animales puedan salir por sí mismos”. Fuentes cercanas al centro consideran que, a no ser que se vean en peligro por el fuego o el humo, estos linces criados en cautividad no huirán de las instalaciones. En cualquier caso, cuando el personal pueda acceder de nuevo al centro, establecerán “una estrategia de captura” para aquellos felinos que hayan huido.
El lince ibérico es una especie en peligro de extinción, que en la actualidad cuenta con 483 ejemplares repartidos por Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura y Portugal, según el último censo. La mayoría de ellos, casi 400 individuos, campan por las tierras andaluzas de Sierra Morena y Doñana. El lince ibérico, el felino más amenazado del planeta, se encontraba al borde de la extinción hace apenas 15 años, pero su población se ha quintuplicado, gracias a los programas de recuperación financiados con fondos europeos Life.
El centro más antiguo
Ese éxito se debe, en gran medida a los centros de cría en cautividad gestionados por la Junta de Andalucía, Portugal y, como en este caso, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA). El Centro de Cría de El Acebuche ha sido un centro pionero, donde sus veterinarios, cuidadores y videovigilantes han sido capaces de traer al mundo 128 linces, de los cuales 33 han podido liberarse al medio natural.
La primera camada de linces ibéricos criados en cautividad tuvo lugar el 28 de marzo de 2005. Saliega se llamaba la hembra que protagonizó “uno de los hitos más relevantes en el ámbito de la conservación natural de los últimos tiempos: dar a luz a la primera camada de lince ibérico del programa de cría en cautividad de esta especie críticamente amenazada”. Tuvieron que pasar seis años para que se liberaran los dos primeros ejemplares criados en cautividad: Grazalema y Granadilla, dos hembras nacidas el año anterior en el centro de cría de La Olivilla (Jaén).
Desde entonces, a El Acebuche se han unido los centros de la Granadilla (Cáceres), La Olivilla (Jaén), el Centro Nacional de Reproduçao de Lince Ibérico (Portugal) y el Zoo de Jerez. Todos ellos conforman el programa de conservación Ex-situ del Lince Ibérico, que han liberado hasta la fecha cerca de 200 ejemplares. Para 2017, estaba previsto que se liberaran 40 ejemplares, pero el desastre de Doñana obligará a revisar dicha cifra.