La Junta verifica que no habrá que depurar el río Agrio antes de reabrir la mina de Aznalcóllar

La Junta de Andalucía ha querido verificar in situ “la inexistencia de incidentes” en el río Agrio después de que la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) de la Policía Nacional y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil alertaran de “un vertido directo de aguas altamente contaminadas al río Agrio” tras una inspección ocular en las instalaciones de la antigua mina de Aznalcóllar.

Aquel informe se elevó al Juzgado de Instrucción número 3 de Sevilla, que investiga la adjudicación de los derechos de explotación del yacimiento minero a la agrupación empresarial México Minorbis. Fuentes del Ejecutivo andaluz apuntan que se ha realizado por parte de técnicos de Medio Ambiente una toma de muestras del agua del río Agrio, aguas arriba y aguas abajo del punto de vertido autorizado.

Los resultados de esta analítica no aprecian diferencias significativas en los parámetros medidos antes y después del punto de vertido, ajustados a los recogidos en la autorización de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), “lo que confirma que no se está produciendo ningún aporte de agua altamente contaminada al río Agrio”.

Las mismas fuentes aseguran que el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) evaluó un informe en el que elevaba esta cota de seguridad de la corta de Aznalcóllar hasta la cota +20 y la CHG autorizó la elevación de los vertidos hasta esa cota. En este momento, el agua de la corta está muy alejada de ese nivel (+2), “por lo que no ha sido necesario depurar agua desde la recepción de este informe del IGME ni se prevé la necesidad de depurar agua antes de la reapertura de la mina, que llevará consigo una revisión y adecuación de todo el pasivo ambiental”.

Ni denuncia del Seprona ni a Medio Ambiente

Respecto al uso de la depuradora, añaden las fuentes, dado que no hay actividad minera ni de ningún tipo que genere agua, sólo se depuraban las procedentes del sistema de recogida de agua de lluvia y drenado de la antigua balsa que no pudiesen ser depositadas en la corta de Aznalcóllar, cuando el nivel de esta se aproximara al nivel de seguridad establecido por la CHG. La última depuración con este fin se realizó en marzo 2014 y no se preveía la necesidad de volver a depurar hasta el año 2018, momento en el que la entidad titular del derecho minero ya tendría operativo su sistema de gestión del agua para la actividad minera, concluyen las fuentes.

El consejero de Empleo, Empresa y Comercio, José Sánchez Maldonado, ya negó en el primer pleno parlamentario de esta legislatura, el pasado 23 de julio, que se produjera vertido contaminante alguno en la mina de Aznalcóllar. El consejero señaló, como ahora confirma esta información procedente de la Junta tras la inspección in situ, que “ni existe vertido ni existe ninguna denuncia presentada ante el organismo encargado de velar por los vertidos contaminantes: la Consejería de Medio Ambiente”.

Las fuentes añaden en ese sentido que la Delegación de Medio Ambiente no tenía constancia de ningún vertido en la zona ni tampoco conocimiento de la presentación de denuncia alguna. Sobre ello ya dijo el consejero que “tampoco existe en estos momentos denuncia alguna efectuada por el organismo de control, que es el Seprona, que estuvo en la mina y no ha alertado hasta la fecha de vertido contaminante alguno sobre el río Agrio”, recalcó.