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El curso empieza en Andalucía con más escuelas y profesores, y con menos alumnos por primera vez desde 2008

¿Dónde empieza antes la vuelta al cole?

Olga Granado

Más profesores, más escuelas y menos estudiantes. Es el mapa de comienzo del curso en Andalucía, que con el 20% del total de estudiantes del país pone en marcha los días 10 (para infantil y primaria) y el 15 (secundaria y resto de enseñanzas no universitarias) una maquinaria como la que puede requerir un país del tamaño de Austria.

La consejera de Educación, Adelaida de la Calle, ha ofrecido este martes la habitual rueda de prensa de inicio de curso con los compromisos de Andalucía (igualdad de oportunidades, gratuidad de libros de texto, incrementos en becas, promoción de idiomas...) y las cifras. Las principales son: 1.857.256 escolarizados en todas las etapas menos las enseñanzas universitarias, o sea 22.890 menos que el curso 2014-15; 6.996 centros escolares, es decir, 179 más; y 118.367 docentes (+682), con lo que ya se han corregido las peores cifras a las que habían llevado los recortes de la crisis.

Pese a que la consejera ha dicho que el dato de escolarizados se mantiene como en años previos, “salvo un descenso en las primeras etapas que se compensa con la subida en las posteriores”, lo cierto es que tirando de los cuadernillos que la Junta de Andalucía reparte cada primera quincena de septiembre, vemos que por primera vez desde 2008, ha descendido el total, cuestión que obedece a variables demográficas pero también a otras que ha reconocido Adelaida de la Calle. Basta con observar la evolución del gráfico para ver cómo se ha roto la tendencia:

La titular de Educación ha remarcado que la reducción en población infantil matriculada “es consecuencia de que hay menos niños, pero también, que hay padres que toman la decisión de no llevarlos porque ya no trabajan por ejemplo los dos progenitores”, teniendo en cuenta que no es obligatorio en la infantil. De este modo, se ha pasado de 365.139 a 355.991, casi 10.000 pequeños menos escolarizados que el curso pasado, bajada que se nota especialmente de 3 a 6 años. En primaria, el descenso ha sido menor: de 580.638 a 578.608.

Mientras, se han incrementado los matriculados en educación secundaria obligatoria (ESO), con un total de 375.986, frente a 372.031 el curso pasado, lo que consolida la tendencia creciente de los últimos cinco años, igual que gozan de buena salud los ciclos formativos (con un incremento del 6,5%), mientras que la FP básica, el nuevo modelo introducido por la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), ha sido calificado de “fracaso” por la consejera.

Calcula que hay 1.500 menos matriculados para empezarla que el pasado curso. “Estamos haciendo un esfuerzo con la FP básica que entra en su segundo curso. Se han añadido nuevas plazas porque estamos obligados, y sigue fracasando. No es sostenible. No conduce a ningún título y produce segregación clasista”, ha criticado, una queja que ha trasladado al Gobierno de la Nación, igual que otras comunidades autónomas. “Para Andalucía supone una pérdida de 360 millones de euros. (...) No puede haber 12 autonomías equivocadas”, ha continuado. Pero de momento, ahí está: con 504 centros escolares en los que se impartirá para 15.737 estudiantes.

En cuanto a las cifras de profesorado, son significativas porque esos 118.367 profesionales son ya más de los que había en 2009 (118.254) poco antes de que la crisis fuera obligando a reducir su número llegando al extremo de tener que inaugurar el entonces presidente de Andalucía José Antonio Griñán el curso 2012-13 con 4.500 docentes menos.

La Lomce y los compromisos

Cifras aparte, la consejera se ha referido a otros asuntos como son la implantación de la Lomce, que ha sido recurrida por la Junta de Andalucía; las siempre polémicas aulas prefabricadas; el compromiso con las lenguas extranjeras; e incluso la previsible llegada de refugiados a las aulas.

Sobre lo primero, ha hecho un llamamiento “a la tranquilidad de los padres”, para dejar claro que, pese a la oposición del Gobierno de Andalucía a buena parte de sus mandatos, “se aplicará en la comunidad autónoma como debe ser”. Pero sobre todo ha transmitido “orgullo de pertenecer a una comunidad autónoma que apuesta por la educación en igualdad de oportunidades” y que tiene el ánimo de estar a la cabeza en resultados, pese a que no le gustan “los rankings”.

De las clases de religión, que la Lomce permite reducir de 90 minutos semanales a 45, cosa que quería la Junta de Andalucía, ha recordado que la responsabilidad ha recaído en los centros escolares “como medida de descentralización”. Es decir, que cada uno decida. En todo caso, la disminución en horas no se diferencia mucho de las demás comunidades autónomas, “incluidas las del PP”, ha precisado en función de un primer sondeo que ha hecho la Junta de Andalucía pero que no ha podido concretar con más datos.

Sobre el bilingüismo, ha subrayado que ya se ha cumplido el compromiso de superar los 1.200 centros de enseñanza, y este curso serán 1.211. En cuanto a la implantación de la segunda lengua extranjera en la enseñanza en Andalucía, en este caso el francés, tendrá que esperar al próximo curso. “Es un compromiso real pero para el curso 2016-2017. (...) No hay que confundir años con cursos”. O sea, empezará en 2016, pero no este curso, sino el próximo, “y sin pilotajes, sino con todos a la vez”.

De las aulas prefabricadas -para las que ha descartado el “peyorativo” término de caracolas- ha dicho que este curso no hay “ninguna nueva” y que se siguen eliminando. Pero ha proseguido: “No nos asustemos, son aulas de construcción rápida, con su aire acondicionado y todo. (...) Y aquí no tenemos ni terremotos ni huracanes”. Se ha referido a la falta de costumbre del uso de prefabricados más extendido en otros países. “Pero desaparecerán”, ha prometido.

Por último, ha hablado del servicio que se ofrece para la integración de los estudiantes que no conocen bien el idioma, y que llega a más de 90.000. ¿Será suficiente si llegan nuevos alumnos refugiados a Andalucía? “Estamos preparados, porque esto no es extraño para Andalucía. (...) Por tanto, 92.000 o 93.000... seremos capaces de integrarlos de la misma manera”, ha concluido.

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