A la secretaria general de Podemos en Huelva le cambian la cerradura de la sede
La secretaria general de Podemos en Huelva capital, Pepa Gallardo, no tiene libertad para entrar cuando quiera en la sede de su partido en la onubense plaza de Santa Fe. Al menos en lo referente a usar un juego de llaves que el pasado junio se quedó obsoleto. Gallardo, que prefiere no valorar la situación públicamente, acudió a la sede de su partido en junio como cualquier día, y cuando quiso entrar se dio cuenta de que le habían cambiado la cerradura sin avisarla. Así, hasta hoy.
El asunto de la cerradura, desde Podemos se le da una importancia relativa. Parece un capítulo más en la tensa relación que Gallardo mantiene con la dirección de su partido. Fuentes cercanas a la todavía secretaria general aseguran que el parlamentario por Huelva, Jesús Romero, es el responsable de este asunto, y que la secretaria general andaluza, Teresa Rodríguez, es consciente de lo que pasa y no ha tomado cartas en el asunto.
Pepa Gallardo fue elegida secretaria general en Huelva capital con el 59 por ciento de los votos. Le queda año y medio de mandato, y los estatutos de su partido la avalan para seguir en el cargo, ya que no la pueden cesar, al ser un cargo electo. Tanto en su ambiente más cercano como en el entorno de Jesús Romero se quiere quitar hierro públicamente al asunto, pero la división parece evidente en la sección de Huelva capital del partido de Pablo Iglesias.
La situación está provocando algunas escenas al menos llamativas, como la vivida en septiembre pasado cuando convocó el circulo de cultura de Podemos, y ante la falta de sede donde celebrarse se reunió a los participantes a las puertas del Ayuntamiento de Huelva. En la acera de enfrente, en las escalinatas del antiguo edificio de Hacienda se llevó a cabo la reunión, en plena calle.
Eso en lo referente a ese círculo en concreto. Algunas actividades, como el cinefórum que se hacía en la sede de Podemos hasta junio se ha suspendido por no haber lugar para poder celebrarlo. “La decisión la toma el parlamentario Jesús Romero con el consentimiento de Teresa Rodríguez”, se reafirman las mismas fuentes, que consideran que el trato que recibe la secretaria general no es el lógico.
De hecho, sin valorar si Gallardo es más cercana a Teresa Rodríguez o Errejón, sí se entiende que “se están haciendo cosas en el partido en Andalucía que bien se podrían aparcar, porque la gente, los ciudadanos, están pendientes de otras cosas”, sin especificarlas.
“Se cambiaron las llaves por seguridad”
Desde Podemos se asegura que la situación de Pepa Gallardo con respecto a las llaves de la sede es la misma que la de cualquier militante, “sobre todo porque lo que tenemos en las capitales de provincia son oficinas parlamentarias, no sedes de partidos, y el responsable de la oficina es el diputado por la provincia, no el secretario general de la capital”.
De esta forma “las sedes parlamentarias lo son para toda la provincia, con lo que, en Huelva, los miembros de los 14 círculos de la provincia, los ocho secretarios generales y colectivos que quieran acceder a la sede tienen acceso por un sistema de reserva. No hay llaves repartidas para todo aquel que quiera entrar”.
Por ello, aseguran que el polémico cambio de cerradura “fue más por un tema de seguridad que por problemas con Pepa Gallardo, ya que se cambió por una distinta, más segura, además de que había quejas de otros secretarios que querían tener la llave y se limitó al sistema de reserva”.
Preguntados por la razón de que Gallardo no fuese avisada del cambio de cerradura, y lo supiese cuando quiso entrar en la sede y no pudo, las mismas fuentes indican que “el trato a Pepa es el mismo que a cualquier militante en este sentido”.
“De la sede tienes llaves el diputado Jesús Romero y un responsable de reservas, Carlos Quintero, que es el encargado de administrar su uso con las peticiones que le llegan, y si Pepa Gallardo la quiere usar, tiene que hacer lo mismo que cualquier militante, pedir cita y esperar que se le conceda”.
Desde Podemos no se aclara por qué, si se hace este uso por reservas, la secretaria general tenía anteriormente unas llaves de su sede. En todo momento se sostiene que es un tema de logística más que de malas relaciones, pero las fuentes cercanas a Gallardo sentencian que “si creen que se va a ir, están equivocados, porque de su cargo no la van a echar”. Las mismas fuentes sentencian: “si esto no ha trascendido desde junio, es que ella no tiene intención de hacer el más mínimo daño al partido, sino de trabajar por la gente, que para eso fue elegida”.