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En cuatro años se ha perdido el 13% del empleo público, frente al 6% del privado

Limpia ventanas

Fernando Vicente

Una de las medidas estrella del programa ecónomico de Podemos, presentado la semana pasada, consiste en responder a la incapacidad del mercado de trabajo español para crear empleo incrementando el número de empleados públicos. Precisamente lo contrario a la política realizada hasta ahora por el Gobierno Rajoy, de cuya reforma laboral el empleo público es, precismamente, el principal damnificado.

¿Cuáles eran los objetivos de la reforma laboral del Gobierno Rajoy? La propia página web del Ministerio de Empleo dirigido por Fátima Báñez responde que los tres primeros son:

Uno, “poner las bases para la creación de empleo estable de forma que el crecimiento económico se traduzca rápidamente en creación de empleo”. Dos, “frenar en el corto plazo la sangría de destrucción de empleo ofreciendo alternativas para que el despido sea el último recurso”. Y tres, “apostar por el empleo de calidad que rompa la dualidad del mercado de trabajo”, que se divide entre trabajadores estables y trabajadores precarios.

Pues bien, la historia que cuentan las cifras de la evolución del mercado laboral durante los últimos cuatro años demuestra que sólo uno de esos objetivos se ha cumplido. El de acabar por fin con un mercado de trabajo dual, dividido entre unos que disfrutan de trabajo bien remunerado, fijo y a jornada completa, es decir estable, y otros que malviven con contratos temporales mal pagados y a jornada parcial, es decir precario. El problema es que “la equiparación de la contratación laboral no se ha hecho hacia arriba, sino por abajo”, sustituyendo contratos fijos a jornada completa por contratos temporales a jornada parcial, resume Nuria López, secretaria de Empleo de CC.OO Andalucía.

Creación de empleo estable

El empleo, lejos de crearse, se ha destruido. Si con la primera reforma laboral del Psoe de Zapatero se destruyeron más de 330.000 empleos, con la de Rajoy ya son casi un millón los empleos que se han perdido. En total, hay hoy un 7% menos empleos que los que había en septiembre de 2010.

Aunque en términos absolutos la destrucción de empleo privado es mayor que la del empleo público, en términos porcentuales se comprueba que son los trabajadores del sector público los que han sufrido un mayor castigo. En especial en Andalucía, donde en cuatro años se ha perdido, nada menos, que el 14% de todo el empleo público. Hoy hay 83.300 trabajadores menos en el sector público que los que había en el trecrer trimestre de 2010, según reflejan los datos de la EPA.

Reducción del paro

El imparable ascenso de las tasas de paro parece haberse mitigado en los últimos trimestres. Si hace un año era del 25,6%, hoy es del 23,7%. En Andalucía, el descenso es sólo de un punto, pero también es significativo: del 36,2 al 35,2%.

Ahora bien, lo aterrador es el tipo de desempleo que se ha creado. En estos cuatro años El número de trabajadores que llevan más de un año en paro ha crecido en España un 70%, y el número de hogares con todos sus miembros en paro otro 35,5% (en el caso andaluz, las cifras son, incluso, significativamente más altas).

Eso significa que, según las últimas cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), en España hay 3.350.000 personas que llevan más de un año en paro, y casi 1.800.000 familias con todos sus miembros parados (866.000 y 514.000 respectivamente en el caso de Andalucía).

En ambos casos, además, la tasa de cobertura, es decir el número de parados con prestación por desempleo, ha caído veinte puntos desde septiembre de 2010 y, hoy, sólo uno de cada dos parados recibe prestación.

Empleo de calidad

Si en 2010 había en España 11.724.100 trabajadores con un contrato de trabajo indefinido, hoy hay 863.000 menos. Supone una caída acumulada en estos cuatro años del 7,4%. También se ha destruido empleo temporal, incluso más en términos relativos. Hoy hay 3.552.100 asalariados temporales, 429.000 menos que en 2010, lo que equivale a una caída del 10,8%.

Donde más claramente se observa este proceso de precarización del empleo tras la reforma laboral del Gobierno Rajoy, es en el análisis de la jornada laboral. El número de trabajadores con jornadas laborales completas se ha reducido desde 2010 un 11,5%, con 1.564.725 empleos menos. Pues de ellos, sólo uno de cada seis, 280.000, desaparecieron entre 2010 y 2011, época del Gobierno Zapatero.

Y viceversa. El empleo a tiempo parcial ha crecido un 10.3% desde 2011 y sólo creció un 2,6% en la época de Zapatero. Hoy, hay ya 2.337.100 trabajadores a tiempo parcial en España, frente a los 2.064,400 que había en 2010.

Peor aún, no sabemos cómo se distribuyen esos contratos, de cuántas horas semanales son. Si no se sabe no es por razón técnica alguna, sino simplemente porque desde el Ministerio no se da la información, lo que hace pensar que no será muy halagüeña.

Flexibilidad

EL Gobierno añade otros dos objetivos a su reforma laboral: “poner en marcha mecanismos efectivos de flexibilidad interna en las empresas para promover el mantenimiento del empleo”, y “modernizar la negociación colectiva para acercarla a las necesidades de empresas y trabajadores”.

Sólo es necesaria una rápida ojeada a la tabla de evolución de los expedientes de regulación de empleo (Ere) durante los últimos años para comprobar que en estos objetivos la reforma también ha fracasado. En los cuatro ejercicios que van de 2010 a 2013 (último con datos disponibles), más de un millón y medio de trabajadores se han visto afectados por un Ere España, 107.000 de ellos en Andalucía.

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