'Todos los nombres': el “armazón de estantes” para 80.000 víctimas del franquismo
“Estas armazones de estantes son las que soportan el peso de los vivos”, escribe José Saramago en la considerada historia de amor más intensa de la literatura portuguesa: la novela Todos los nombres. El Premio Nobel crea un protagonista aficionado a coleccionar noticias sobre personajes famosos, una inclinación que completa con los datos obtenidos en el Registro Civil donde trabaja como escribiente. Heredero de algunas trazas de ese aliento, y con la intención de duplicar algo más allá del título, surge hace ocho años un proyecto andaluz que busca registrar historias de vida de víctimas del franquismo: “Todos (…) los nombres_”, un estante virtual de la memoria que aloja más de 80.000 entradas.
Son casos de mujeres rapadas o vejadas, de asesinados por bando o consejo de guerra, o por aplicación de la ley de fugas, de condenados a trabajos forzados, deportados en campos de concentración nazis o centros franceses instalados en Argelia, expoliados de su patrimonio, 'depurados' profesionales, exiliados… De Andalucía, Extremadura y norte de África. El fruto atesorado en años de trabajo (la base de datos –en www.todoslosnombres.org– arrancó el 14 de abril de 2006), 80.127 nombres de víctimas del alzamiento militar y la represión franquista, 74.863 hombres y 4.915 mujeres. Con una dificultad: la “escasez de recursos económicos”. Un motor: el trabajo voluntario. Y un objetivo: colmar de contenido el término 'Verdad'.
Los paradigmas del terrorismo de Estado
Los diferentes paradigmas de la violencia ejercida por el terrorismo de Estado detallan 38.058 fusilados o asesinados, muertos en prisión, por hambre o enfermedad, desaparecidos… Otras 28.473 personas sometidas a Consejo de Guerra, 24.095 a algún tipo de reclusión, 8.588 a trabajos forzados, 5.008 con expedientes de responsabilidades políticas, 2.839 exiliados, 2.122 con expedientes de incautación de bienes y 654 despedidos de sus puestos de trabajo. Entre las cifras de Todos los nombres hay lugar para 1.127 más que tuvieron alguna relación con la guerrilla y 349 identificados a secas por sus apodos. También para 111 mujeres que sufrieron vejación pública (rapado, aceite de ricino, violación).
Para atesorar esta recopilación resulta esencial, según la Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia (AMHyJA) y el grupo de trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía (RMHSA de CGT-A), entidades fundadoras, la labor ejercida por 406 colaboradores. Ahí se cuentan profesionales –historiadores, investigadores y archiveros–, familiares de víctimas, colectivos sociales e instituciones como la Junta de Andalucía, que apoya el proyecto (con una subvención de 6.080 euros) a través de la dirección general de Memoria Democrática de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales.
El propósito de Todos los nombres, fabricar un registro acaso contagiado del hambre por extender la información del personaje principal de la novela de Saramago, permite el acceso a una biblioteca con 230 investigaciones sobre la Segunda República, la guerra civil y la dictadura franquista. En el apartado de documentos, hay 639 disponibles, subdivididos en categorías como fosas y exhumaciones, legislación (normativa autonómica, estatal, europea e internacional), documentos históricos, relatos… Y 586 'microbiografías' que constituyen “una de nuestras satisfacciones pues muchas corresponden a héroes anónimos más allá de su localidad, profesión u organización concreta, algunas escritas desde el ámbito familiar y que sirven para reivindicar y homenajear su memoria”, afirma el coordinador de RMHSA, Cecilio Gordillo.
“La actitud del Gobierno de España nos hace el camino más difícil”
Quien se vea sumergido en el vasto mundo virtual del proyecto puede navegar además entre 5.560 noticias relacionadas con la recuperación de la memoria histórica y más de 500 eventos difundidos. Como complemento a la página web “apostamos –relata Gordillo– por construir una exposición que nos sirviera como herramienta de difusión de los contenidos pero también de captación de información y colaboradores”. La muestra, inaugurada en Víznar (Granada) en enero de 2010, está compuesta por 24 paneles temáticos de ámbito local, profesional e ideológico instalados en 42 ocasiones en diferentes emplazamientos de Extremadura y Andalucía, más Cornellá de Llobregat (Barcelona), Mota del Cuervo (Cuenca) y Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
En el octavo aniversario de la “iniciativa social”, los promotores de la idea dejan patente asimismo las dificultades encontradas en este periodo. “Sobre todo su mantenimiento si tenemos en cuenta las 'titubeantes' posiciones de los ejecutivos provinciales más la vergonzosa, pero nada sorprendente, actitud del Gobierno de España, que nos están haciendo el camino más difícil”. Durante los últimos años, informan, el apoyo público del Gobierno andaluz o del Ministerio de la Presidencia osciló entre 6.000 euros anuales y 50.000, “incluso más de un año con cero euros”. “Altibajos económicos” para una base de datos nacida de la sociedad civil “y que se mantiene 'en la red' gracias a ella”.
La “escasez de recursos económicos” se suple con “militancia o trabajo voluntario” que permite añadir una media de 10.000 nombres cada año. Aunque el último el “contador” se redujo a la mitad. En todo caso, el objetivo “comienza y finaliza en las víctimas del franquismo”, en la difusión de campañas como la elaboración del mapa de fosas, señalización de lugares de memoria, eliminación de simbología franquista o el apoyo a la Querella Argentina. El afán, en suma, es “llenar de contenido el término 'Verdad' y si, de camino, ayudamos a resolver algunas cuestiones como la cuantificación del genocidio o la tipificación de las variables represivas puestas en marcha por los golpistas y por la dictadura, pues mucho mejor”, concluyen.